6.- ¡La Cena Está Lista!

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EMMA

Emily tocó desesperada mí puerta, indique que entrará, al verme me regañó por no estar lista, estaba histérica al igual que mamá, confirmé que estaría presentable a tiempo, una vez sóla, entré al baño a darme una relajante ducha, aunque rápida.

Decidí usar mí vestido estampado de calaveras, mí favorito, lo complemente con medias de red y vans negros, me reuní en la sala con el resto, papá comentó que me veía hermosa, las demás no opinaron lo mismo y se burlaron.

El timbre nos interrumpió y mamá me ordenó abrir.

- ¿Tú? - pregunté en voz alta, al verlo.

No me sorprendía, sólo terminó de confirmar mis sospechas, toda esta situación comenzaba hacer dolorosa, sonrió coqueto y respondió.

- No me dejaste otra opción.

Abrí la boca para responder, pero Emi nos interrumpió.

- ¡Amor, llegaste! - se lanzó a sus brazos.

La abrazó y besó en la mejilla, mí hermana buscó desesperadamente besarle los labios, al ver qué no lograría su objetivo, le tomó la mano e indicó que entrara, incómoda me retire del camino, al verlos tan felices los ojos se me llenaron de lágrimas, discretamente traté de limpiarlas.

Sería una noche muy larga, al llegar a la sala, mamá fue la primera en acercarse a saludarlo, la felicidad se le desbordaba hasta por los poros, papá ese acercó serio, se presentó y le estrechó la mano con fuerza, antes de hablar.

- Así que tú eres el novio de mí princesa.

- Mí nombre es Santiago y efectivamente salgo con Emily - respondió.

Mí corazón termino de romperse al escucharlo, lo había perdido, papá lo analizó y terminó por darle la bienvenida a la familia, todo me parecía una horrible pesadilla.

Decidí alejarme, ser hipócrita y fingir nunca han sido mí fuerte, por fortuna había bajado el libro que estaba leyendo, me senté en el rincón más lejano y me concentré en la historia, necesitaba despejar mí mente o terminaría llorando enfrente de todos.

Terminábamos de cenar y esperábamos el postre, estaba sentada frente a Santi, lo que me dificultaba ignorarlo, había sentido su mirada toda la noche, Emi también no dejaba de observarme, sabía que esperaba cometiera un error.

- ¿Entonces Santiago, aceptas nuestra invitación para pasar las fiestas, con nosotros? - preguntó mamá.

- Les agradezco, pero no me gustaría dejar solas a mamá y la abuela, este año ha sido difícil para nosotros - respondió Santi educadamente.

Entendía a lo que se refería, la muerte de su padre lo había marco y seguía siendo difícil, por la reacción de desconsierto de Emi, entendí que no le había hablado del tema, ¿Entonces como era su noviazgo?.

- Podrían venir con nosotros amor - intervino Emily. - ¿Verdad que si papi?.

Por supuesto que no se daría por vencida, haría hasta lo imposible por lograr su objetivo, no soporté más de inmediato me levanté, todos centraron su atención en mí e intenté disimular la incomodidad, recogiendo el plato y los cubiertos.

- Deja eso niña, Rosita se encargará - me reprendió mamá de inmediato.

¡Claro!, Mantener las apariencias era fundamental, en otro momento me obligaría a limpiar y lavar los trastes.

- Mamá, estoy cansada y quisiera irme a dormir - respondí temerosa.

Aprovecharía su actitud para huir sin ser regañada, no aguantaba mas, estaba rodeada de falsedades e hipocresías.

- Siempre arruinas todo - dijo Emi molesta.

Odiaba no ser el centro de atención, agaché la mirada, estaba cansada de la misma situación, de la impotencia los ojos se me cristalizaron y para mantenerme en silencio, me mordí la lengua.

- No es momento de discutir - intervino papá - Ve a descansar nena.

Si alguien me conocía a la perfección, era él y sabía que no la estaba pasando bien.

- Buenas noches - me despedí y salí del comedor.

Necesitaba la tranquilidad de mí habitación y dejar de pensar en lo ocurrido.

- ¡Espera! - escuché la voz de Santi a mis espaldas.

Me detuve a mitad de las escaleras.

- ¿Por qué haces esto? - pregunté nerviosa.

Lo escuché subí y quedarse detrás de mí.

- Fue la única forma que encontré para acercarme a ti - respondió.

¿Ahora era la culpable de sus acciones?, Si está su manera de solucionar los problemas, se estaba equivocado.

- Ser el novio de mí hermana, que gran solución - dijo sarcástica.

- ¿Estás celosa? - preguntó divertido.

Me giré molesta y exploté.

- ¿Por qué o de qué tendría que estar celosa?, Eres libre de salir con quién quieras, nosotros no somos nada, regresa con tú novia que debe estarte esperando y déjame tranquila.

Retome el camino, pero sólo logré avanzar dos escalones, me tomó del brazo para detenerme.

- Emma, ¿tan difícil es entender qué me interesas y sólo quiero estar contigo?, habla conmigo, ¡Por favor!.

No resistí más y comencé a llorar, quería contarle todo pero sentía mucha vergüenza, ¿Que pensaría de mí al descubrir que era una persona débil y sin carácter?, me abrazo y enterró su rostro en mí cuello.

- Es a ti a quien quiero, sólo tú alteras mis emociones - comentó en voz baja.

Estar entre sus brazos era una agradable sensación, me sentía protegida y amada, intenté hablar pero el llanto me lo impedía, me giró con cuidado y me besó, no tarde en corresponderle, este beso significaba demasiado esperaba que sintiera cuánto lo quería.

-¿Qué está pasando aquí? - preguntó papá.

Nos separamos rápidamente, Santi me sonrió para tranquilizarme, me tomó de la mano y juntos lo encaramos.

- TodotieneunaexplicaciónPapá - hablé rápidamente

- Déjeme explicarle señor - intervino Santi al mismo tiempo.

Papá nos observó atento, no parecía molesto sino preocupado o quizá asustado, tenía una leve idea de lo que estaba pasando.

- Santiago regresa al comedor, hablaremos más tarde - le pidió - Necesito hablar a solas con mí hija.

Santi me preguntó en el oído si estaría bien, asentí, antes de irse me besó cariñosamente la mejilla, al estar solos, papá nuevamente habló.

- ¿Que hubiera pasado si los encuentra Emi o peor aún tú madre?.

- Papi te explicaré todo, pero no es el momento - respondí.

Suspiró resignado, se acercó y me besó la frente.

- Está bien pequeña, tendremos una larga platica mañana.

Dió media vuelta y regresó con los demás, llegué a mí habitación, demasiadas ideas rondaban mi mente, me quedé dormida pensando en él.

Al día siguiente, papá me pidió acompañarlo al trabajo era la excusa para que pudiéramos hablar, mamá y Emi no dejaban de platicar sobre lo guapo que era Santiago y lo bien que les salió todo.

Papá me llevó a un restaurante de comida rápida, ordenamos y nos acomodamos en la mesa, fijó su atención en mí listo para escucharme, narre desde el inicio hasta que él nos encontró anoche y porque se hizo novio de Emi.

Sé que ambas somos sus hijas, pero él siempre me defiende y no me juzga, papá es el único en esa casa que de verdad me quiere, varias veces a discutido con mamá por defenderme, aunque al final no logra mucho.

- No entiendo Emma, se sincera, ¿Por qué alejarlo, si lo quieres? - quiso saber.

Yuritzin PM

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