5.- Conociendo a Su Familia

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SANTIAGO

No entendía lo que estaba ocurriendo, hace unos momentos todo era felicidad, ahora llorando decía que no podía estar conmigo, estaba preocupo por la manera en que su hermana le hizo daño e intenté que se explicara, terminó huyendo y esa tarde decidí no ir a buscarla.

Necesitaba hablar con alguien y pedir un consejo, fuí directo a casa, la abuela estaba haciendo la comida, quiso saber cómo me había ido y si la sorpresa le había gustado, terminé por narrar mí trágica historia.

- Emily nos encontró, la jalo del cabello y le habló al oído, la ví temblar de miedo y dijo que me quería, pero no podía ser mí novia - finalicé.

- Al parecer su hermana es una persona violenta y deberías tener cuidado - comentó la abuela - Deberías dejar que las cosas se tranquilicen y luego hablar con ella.

Decidí tomar en cuenta su consejo, la abuela era una persona sabia y me sentía afortunado de ser su nieto, el resto de la semana Emma se dedicó a ignorarme, en varias ocasiones traté de acercarme para saber cómo estaba, pero me evitaba o salía huyendo.

Mientras Emma se alejaba, Emily hacia de todo para llamar mí atención, estuvo insistiendo para que le diera una oportunidad y como estaba desesperado por saber de su hermana, terminé siendo novio de Emi.

Mamá y la abuela no estuvieron de acuerdo, pero respetaron mí elección, decidí presentárselas y un fin de semana la invite a comer, Emily se comportó de una manera cordial y educada, ayudó a preparar la mesa y después de comer se ofreció a lavar los trastes.

Las mujeres de mí familia no creían en su buena actitud, decían que no les inspiraba confianza, no estaba de acuerdo, Emi era una buena persona y quizá en otras circunstancias me hubiera enamorado de ella, pero mí corazón le pertenecía a alguien más.

Los días siguieron su curso y antes de salir de vacaciones, Emi mencionó que sus padres querían conocerme e invitó a cenar, por un momento dude en aceptar, lo que menos quería era dañar a Emma, aunque esa también era una oportunidad para acercarme.

Al llegar a casa, de nuevo pedí consejos a la abuela, últimamente veía a mamá poco tiempo, se le había presentado una excelente oferta de trabajo y pasaba menos tiempo en casa, no podía reprocharle nada, entendía que era su manera de afrontar y superar la muerte de papá.

- ¿Abuela crees que deba ir? - pregunté indeciso.

- Santiago aunque esa muchachita se comportó de manera ejemplar el día que estuvo aquí, hay algo en ella que no termina por convencerme - respondió - No puedo impedirte que vayas, porque se perfectamente a quien quieres ver, sólo te pido que tengas cuidado.

- ¡Gracias abuelita! - me acerque abrazarla - Tomaré en cuenta tus consejos y recomendaciones.

El día de la cena llegó, Emily me mandó su dirección por mensaje y me pidió ser puntual, no sabía que ponerme, un par de cambios y combinaciones más tarde, terminé con un jeans de mezclilla negro con las rodillas desgastadas, una camisa casual de mezclilla azul y marga corta, finalicé con mis vans negros.

- Te ves muy guapo está noche - comentó la abuela al verme.

- Lo dices porqué soy tu único nieto - le besé la mejilla como despedida - nos vemos más tarde abuela, deseame suerte.

- No la necesitas, sólo cuídate - se despidió.

Salí de casa y abrí el GPS para escribir la dirección, según las indicaciones estaba a un par de cuadras, decidí ir caminando, faltaba poco por llegar y los nervios comenzaron a invadirme, inseguro toqué el timbre.

La puerta se abrió y una tímida Emma apareció, mí corazón comenzó a latir con fuerza.

- ¿Tú? - preguntó al verme.

No parecía sorprendida si no dolida, está noche estaba muy guapa, llevaba un vestido negro con estampado de calaveras, medias de red y vans, me encantaba su estilo, sonreí coqueto.

- No me dejaste otra opción - murmuré.

- ¡Amor, llegaste! - interrumpió Emi y se lanzó a mis brazos.

Incómodo la abracé ella hizo un intento por besarme los labios y terminé besando su mejilla, me tomó de la mano e indicó que entrara, Emma se hizo a un lado para dejarnos pasar, de reojo observé como mí pequeña se limpiaba discretamente las lágrimas.

El corazón me dolió al verla quise correr a consolarla, abrazarla y llenarla de besos, pero recordé que está noche estaba aquí como el novio de su hermana, en la sala nos esperaban sus padres, la mamá de las gemelas era una mujer de baja estatura, cabello castaño y ojos color miel.

Se acercó a saludarme efusivamente y se presentó como Esther, estaba feliz de conocerme, a su lado había un señor casi de mí estatura, supuse que era el padre las gemelas se parecían a él, también tenía los ojos verdes, se presentó como Humberto y me estrechó la mano con fuerza.

- Así que tú eres el novio de mí princesa - confirmó.

- Mí nombre es Santiago y efectivamente salgo con Emily - expliqué.

Me observó atentamente, parecía analizar cada una de mis acciones y reacciones, finalmente habló.

- ¡Bienvenido a la familia, muchacho!.

Le agradecí y nuevamente estrechamos las manos, sólo esperaba que no me odiara, cuándo descubriera que en realidad Emma era quien me interesaba, mientras hablábamos la busque con la mirada y la encontré en la esquina más alejada de la sala, leyendo un libro.

- ¿Entonces Santiago, aceptas nuestra invitación para pasar las fiestas, con nosotros? - preguntó Esther.

Habíamos terminado de cenar y estábamos esperando el postre, Emma no me había dirigido en ningún momento la mirada y se había mantenido callada toda la noche.

- Les agradezco, pero no me gustaría dejar solas a mamá y la abuela, este año ha sido difícil para nosotros - educadamente decliné la invitación.

Si con esta simple visita había lastimado a mí Emma, no quería ni imaginarme, el daño que le causaría pasar las festividades con la compañía equivocada.

- Podrían venir con nosotros amor - intervino Emily. - ¿Verdad que si papi?.

Emma se levanto en silencio y comenzó a recoger su plato, estaba incómoda.

- Deja eso niña, Rosita se encargará - la reprendió su madre

- Disculpa mamá, estoy cansada y quisiera irme a dormir - se excusó rápidamente.

No sé si era mi impresión o ella le temía a su madre.

- Siempre arruinas todo - dijo Emi molesta.

Emma agachó la mirada, tenía los ojos cristalizados y se mantuvo en silencio.

- No es momento de discutir - intervino Humberto - Ve a descansar nena.

- Buenas noches - se despidió y abandonó el comedor.

Me disculpé para ir al baño y Emi me indicó el camino, un vez que los pedí de vista corrí a las escaleras para intentar hablar con Emma.

- ¡Espera! - hablé para detenerla.

- ¿Por qué haces esto? - pregunto dándome la espalda.

Subí hasta donde estaba y me quedé detrás de ella.

- Fue la única forma que encontré para acercarme a ti - expliqué

- Ser el novio de mí hermana, que gran solución - dijo sarcástica.

- ¿Estás celosa?.

Yuritzin PM

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