16.- Si es Necesario, Suplicaré

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EMMA

Salí de la biblioteca, llegué a la guardería y pedí un teléfono prestado, nerviosa marqué el número escrito en el papel, una amable señorita me respondió e informó a dónde estaba llamando, era una asociación que ayudaba y apoyaba a mujeres violentadas, preguntó si necesitaba ayuda, lo pensé por un segundo.

Finalmente decidí contarle mí historia, me informó que la persona que me había entregado la nota, se pondría en contacto conmigo al día siguiente, colgué y entregué el celular, me entregaron a los mellizos, observé que Ricardo cada día estaba más cansado, pálido y tenía unas enormes ojeras moradas.

Al día siguiente lo llevé al doctor, no tenía buenas noticias le darían quimioterapia, el tratamiento Inicial no estaba funcionando, preocupada regresé a casa, Joaquín aún no se iba a clases, le comenté  lo que me dijo el doctor y se negó a pagarlas.

- Haré lo que me pidas, pero no lo dejes sin tratamiento - supliqué.

- ¿Estás segura? - preguntó sonriente.

Asentí, agaché la cabeza, sabía que aprovecharía al máximo está oportunidad, llevó a los niños al cuarto y los encerró, escuché a mis pequeños llorar, me llevó hasta su habitación.

- Desnúdate - ordenó.

No quería hacerlo.

- Dijiste que harías lo que pidiera, entonces desnúdate - me recordó.

Llorando comencé a quitarme la ropa, me obligó a ponerme de rodillas, amarró mis manos por detrás con su cinturón, esto era humillante, se bajo el cierre del pantalón, saco su miembro y me ordenó abrir la boca.

- Chupa - ordenó y lo metió con brusquedad.

Me tomó la cabeza con ambas manos, comenzó a moverse, gemía y disfrutaba,le causaba placer verme humillada, terminó en mí boca.

- Traga - volvió a ordenar.

No pude evitarlo, las arcadas me invadieron, me tomó bruscamente de la mandíbula y levantó mí rostro.

- Eres patética, ni para hacer una mamada sirves.

Me lanzó al suelo, caminó hasta el baño, cerré los ojos y volví a llorar.

- No irás a la universidad, te quedarás aquí y pensaras que harás para satisfacerme... Si es que quieres que siga pagando el hospital de tú hijo - comentó antes de salir riendo de la habitación.

La días pasaron y la humillación se repetía, me obligaba a desnudarme para darle sexo oral, en varias ocasiones no se conformo con eso y me violó, sólo así siguió pagando el tratamiento.

Al mes el doctor me informó que las quimio no estaban funcionando y lo mejor era hacer un transplante de médula, me hice varios análisis, para ser donadora, no era compatible, el doctor comentó que el padre también era un buen candidato.

- Si el padre es el donador facilitaría las cosas, la lista de espera es larga y tardada, en este momento no podemos dejar pasar el tiempo - sugirió el doctor.

Regresé a casa pensando que debía hacer, mí bebé necesitaba ese transplante con urgencia, pero Joaquín no me dejaría pedirle ayuda a Santiago y mucho menos nos dejaría viajar, debía encontrar una manera de poder salvarlo.

En la noche espere a que Joaquín se quedará profundamente dormido,  tomé su celular y me encerré en el baño, marque el número de papá, respondió al segundo tono.

📱 Joaquín, ¿pasó algo, por qué llamas a esta hora?

Al parecer lo había despertado, solté un suspiro al escucharlo.

📱Papi, soy Emma necesito tú ayuda.

La línea se quedó en silencio.

📱¿Que necesitas?.

Le resumí lo ocurrido y quedó de viajar lo más pronto posible, después de colgar borré la llamada, regresé al cuarto.

Dos días después papá y Lucía aparecieron en la universidad, afortunadamente llevaba cargando una muda de ropa en la mochila y los documentos necesarios para viajar, fuimos por los mellizos a la guardería, al ver a Ricardo se les llenaron los ojos de lágrimas, salimos directo al aeropuerto.

Hace un tiempo había logrado que Joaquín firmara un permiso para que los niños pudieran viajar, legalmente era su padre y necesitaba su autorización, al aterrizar Lucia hizo una llamada.

- Ahora no es el momento, pero quiero saber lo que ocurria y porque prácticamente huyeron - comentó papá.

Me abrazo y me besó la frente.

- Nos espera en el hospital - interrumpió Lucía.

¿Santiago iría al hospital?, Subimos a la camioneta de papá, los niños estaban dormidos, Lucia llevaba a Estrella y yo tenía en brazos a Ricardo, afortunadamente no había presentado complicaciones durante el viaje, en la entrada de urgencias nos esperaba Santiago, ¿Era doctor?.

SANTIAGO

Cuatro años después

Había llegado al hospital desde hace unos minutos, hoy tenía turno nocturno en urgencias, mi teléfono se iluminó con una llamada de mamá.

📱¡Hola, guapa!.

Respondí sonriente.

📱¿Estás en el hospital?.

Se escuchaba preocupada.

📱Si, ¿Qué ocurre?.

Comenzaba a preocuparme.

📱 Necesitó que revises y atiendas a un niño, ¿podría verte en la entrada de urgencias?.

Estaba a punto de hacer más preguntas, pero la llamada se cortó, entre a mí consultorio para buscar lo necesario y recibirlos, la enfermera en turno apareció e informé lo ocurrido, le pedí que me acompañará.

Mientras esperaba, mi teléfono vibro en el bolsillo del pantalón, un mensaje de Jazmín apareció en la pantalla, me invitaba a desayunar, respondí que me buscará temprano en hospital, recibí una carita feliz.

- Doctor, su madre a llegado - informó la enfermera.

Levanté la vista y guardé el celular, mamá y una mujer bajaron de la camioneta de Humberto, mí atención sé centró en la extraña que cargaba a un niño en brazos, supuse que era a quien revisaría, giraron en mí dirección y reconocí esos ojos verdes.

No podía creer que estuviera de vuelta, cuatro años de no verla, cuatro años de sufrir su ausencia, cuando malditos años de extrañarla y reaparece justamente cuándo creía que la había superando, esto debía ser una maldita broma del destino, rápidamente recuperé la postura.
 
- Santiago, el niño del que te hablé padece leucemia y los tratamientos no han funcionado, necesita un transplante de médula - Explicó mamá.

Estaba frente a mí y no podía dejar de verla.

- ¿En qué puedo ayudarlo? - no entendía que estaba pasando.

Emma estaba nerviosa, soltó un suspiro y hablo.

- No quería que te enterarás así, pero no sé que máss hacer, estoy desesperada... Te presento a Ricardo, mi hijo o mejor dicho nuestro hijo...  Esta muy enfermo, no soy compatible cómo su donadora, quizá tú por ser su padre puedas serlo - explicó con voz rota.

¿Padre?, Esto no podía estar pasando, hace cuatro años se casó con el Idiota de Joaquín y según sabía habían formado una familia, ¿Qué cómo me enteré?, Él imbécil me detalló su vida feliz en un correo y adjunto varias fotos, nunca supe cómo consiguió mí contacto.

- ¿Por qué debo creerte?, ¿Quién me asegura que es mi hijo?, Hasta dónde se estas casada con Joaquín - hablé molesto.

Sus ojos se cristalizaron y agachó la mirada.

- No es momento para que te comportes como patán - me reprendió mamá

Estaba molesto, ¿De qué lado estaba?, Esta situación me afectaba y sobre pasaba.

Yuritzin PM

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