1.- A Primera Vista

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SANTIAGO

Hace un mes que nos mudamos, ya un mes de la muerte de papá y sigo acostumbrándome a la nueva rutina, la semana pasada concluí los trámites en la nueva escuela, al volver a casa, descubrí a un par de cuadras un parque y la ví por primera vez.

Sentada en la banca más lejana, estaba una chica vestida de negro, la ropa resaltaba su piel blanca, era delgada, de cabello castaño corto, tenía los labios ligeramente rosados y los ojos verdes, era realmente bonita.

Tenía una mirada triste y sin brillo, parecía frágil e indefensa, mí instinto protector despertó de inmediato, desde ese día he acudido a observarla todas las tardes, ir al parque se convirtió en rutina, siempre se sienta en la misma banca.

Se pone los audífonos y se pierde en la lectura, nunca pone atención a lo que ocurre a su alrededor, en estos días he notado que siempre está sóla, en varias ocasiones e intentado acercarme, al final me arrepiento y vuelvo cómo un cobarde a casa.

Jamás he sido inseguro o tímido con la chicas, pero con ella no se que me ocurre, al verla el valor desaparece, en esta última semana de vacaciones he decidido hablarle, no logro entender la necesidad que siento de conocerla.

Y de nuevo aquí estoy en el parque esperando verla, está vez he llegado primero, me he sentado cerca de su banca favorita, los minutos comienzan a pasar y no aparece, después de un par de horas comprendo que no vendrá.

Desilusionado regresó a casa, durante la cena, escuchó a mamá contar sobre como a ido su día y la abuela narra las actividades del club de la tercera edad al que asiste, al terminar me voy a mí habitación a tomar un baño, me pongo la pijama, me dejó caer sin cuidado en la cama y me quedo dormido.

Los días siguientes repito mis visitas al parque, pero ella sigue sin aparecer y todas las noches, regreso frustrado a casa, el viernes en la tarde mamá informa que iremos de compras el fin de semana, el lunes inician las clases y debo tener completos los materiales.

La abuela se une a nuestros planes, después de desayunar y antes del medio día, nos encontramos en el centro comercial, hace algunos días recibí por correo electrónico la lista de útiles, le pasó a mamá la información y la papelería, es el primer lugar que visitamos.

Después de varias horas y recorrer casi por completo el lugar, caminamos hasta la librería, mamá y la abuela se han entretenido en una tienda de decoraciones, conociéndolas entrarán a checar la mercancía, les aviso que me adelantaré

Revisó el listado de libros y recorro los pasillos para poder encontrarlos, ya sólo me falta uno, al parecer se encuentra al final de la tienda, antes de llegar al estante, observó a una pequeña figura que viste de negro y brinca desesperada, para alcanzar la sección más alta.

No puedo evitar reí al verla, cuando estoy cerca, me sorprendo al reconocer a la chica del parque, centro mi atención en el libro que intenta alcanzar, es el título que me faltaba, tomó dos y le extiendo uno.

- ¡Muchas gracias! - murmura agitada y apenada.

Su voz es suave, definitivamente complementa su apariencia.

- Parece que seremos compañeros - comento nervioso.

Quiero volver a escuchar su voz, he esperado una semana para hablarle y se presenta está oportunidad.

- ¿Asistes al bachillerato Libertad? - pregunta extrañada.

Asiento sonriente, intentando mantener los nervios bajo control.

- Tú rostro no me es familiar - comenta pensativa.

- Me inscribí este año, me mudé hace poco - explico.

Tímidamente asiente y acomoda el libro en su canasta de compras.

- ¡Emma ahí estás!, ¿Tienes todos mis libros?, Sabes que odio las compras escolares.

Interrumpió una voz a mi espalda, la chica frente a mí que ahora se que se llama Emma, agacha la mirada nerviosa y luego responde.

- Sólo me faltaba un libro de este estante, no lo alcanzaba y él amablemente me ayudó.

Giro para observar a quién le habla, encuentro una copia exacta de Emma, sólo que ella tiene el cabello largo y parece ser la versión rosa, la chica me escanea descaradamente y sonríe coqueta antes de hablar.

- ¡Hola guapo, soy Emily!.

- Santiago - respondo mecánicamente.

Emily se acerca a besarme la mejilla, Emma toma su canasta y comienza a caminar ignorando nuestra presencia, la detengo al pasar frente a mí, decidido beso su mejilla como despedida y la veo sonrojarse.

- Apresurarte, no querrás hacer enojar a mamá - comentó Emily molesta.

Emma se soltó de mí agarre y siguió su camino sin voltear atrás.

- Nos vemos guapo - se despidió Emily coqueta y siguió a su hermana.

Tomé los libros y fuí directo a la caja, mamá y la abuela ya estaban en la librería, se acercaron para preguntarme si tenía todo, afirmé, las gemelas salían de la tienda en compañía de una señora, que al parecer era su madre.

La pequeña Emma llevaba todas las bolsas de las compras y apenas sí podía con ellas, ¿Por qué no le ayudaban?, Un señor se les acercó, las saludo cariñosamente y terminó por quitarle las bolsas a Emma, luego se perdieron entre la multitud.

Después de que mamá pagara, fuimos al área de comida y elegimos hamburguesas, la abuela quiso saber si me emocionaba el primer día de clases, afirmé, aunque también estaba nervioso al saber que Emma asistía a la misma escuela.

Regresamos a casa, el resto del fin de semana la pasamos viendo películas, el tan esperado lunes llegó, fuí despertado por el estridente sonido de la alarma, perezoso me levanté y caminé hasta el baño arrastrando los pies, una vez listo, me dirigí al comedor a desayunar.

Encontré a las mujeres de la casa, terminando de acomodar la mesa, después de desayunar, mamá fue la primera en despedirse y salir corriendo a su trabajo, me lavarme los dientes, tomé ni mochila y me despedí de la abuela.

Camine hasta la escuela y antes de entrar, observé a las gemelas bajar de una camioneta azúl, un grupo de chicas y chicos se acercaron a Emily, Emma los ignoró siguió caminando, pero le cerraron el paso y comenzaron hacerle burlas.

Apreté los puños con fuerza, al ver qué Emily no hacía nada por defenderla, también se reía y la humillaba, no soporté más la escena, furioso comencé a caminar hasta ellos, decidido a intervenir y defenderla.

Mí mirada se encontró con la de Emma y negó sutilmente, su reacción me desconcertó y detuvo de inmediato, Emily notó mí presencia, sin dejar de reír se acercó, Emma aprovechó la distracción y salió huyendo.

- ¡Hola guapo!, Volvemos a encontrarnos - Emily me besó cariñosamente la mejilla.

El timbre sonó y prácticamente me arrastró para entrar, la dejé guiarme hasta el salón y terminé sentado junto a ella, desesperado busque a Emma con la vista, respiré al encontrarla sentada en los primeros lugares.

Yuritzin PM

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