𝐋𝐨𝐧𝐝𝐫𝐞𝐬, 𝟐𝟔 𝐝𝐞 𝐦𝐚𝐫𝐳𝐨 𝐝𝐞𝐥 𝟐𝟎𝟐𝟏.
—¡Llegas tarde!
—¿Enserio, Einstein? No me había dado cuenta.
Su tono de voz dejaba a la vista que aquella mañana su característico buen humor no la acompañaba. No hacía ni dos horas que había amanecido, sin embargo ya podía afirmar que aquel día era un completo y absoluto desastre.
—¿Un buen despertar? —bromea Mark entregándole un par de fichas médicas.
—Ha sido un auténtico caos.
—¿Puedo saber el por qué?
El fisioterapeuta no obtuvo una respuesta inmediata. Mientras Leire se sacaba el abrigo y se encargaba de dejar sus cosas a un lado, el silencio invadió la sala. Posiblemente porque no le apetecía dar explicaciones que pudieran llevar a nuevas preguntas; sin embargo, tras meditarlo unos segundos, habló.
—He corrido por medio Londres persiguiendo a un chucho que no tenía intención de hacerme la mañana amena. He sudado, perdido el aliento, las ganas de vivir y aún encima acabé empapada de pies a cabeza.
—¿Tú no eras la que decía que Stiles era un trocito de pan?
—Y lo es. Pero el perro que me ha amargado el día es el de Mason. Quien ha visto como una buena idea empaquetármelo a mi mientras él se iba de fin de semana romántico con Kera.
—¿Hablas del mismo Mason que esta mañana informó de que no podía venir a entrenar porque se había pasado la noche con la cabeza pegada a la taza del váter?
—Mejor excusa que la de la mascota fallecida sí que es —comenta para sí misma con un hilo de voz.
—¿Qué?
—Sí, ese mismo Mason —responde a su pregunta inicial—. Hoy hace un año con Kera, y se la ha llevado de viaje. Pero, eh, yo no te he dicho nada. Por lo que a ti respeta, Mount está enfermo.
—No diré nada —se lleva la mano a la boca y hace un gesto similar al de cerrar una cremallera—. ¿Y algo más que añadir a tu mañana caótica o con el chucho ya vas servida?
Una vez más, la respuesta no es instantánea. Bajo la atenta mirada del mayor comenzó a recoger sus rebeldes cabellos en una coleta, y en cuanto terminó, hizo el amago de salir de la sala, pero la mano de Mark rápidamente la detuvo.
—Te ha traído Declan, y no te molestes en negarlo porque os he visto. ¿Por qué?
—¿Por qué...qué?
—¿Por qué no te ha traído Havertz? Ni hoy, ni ayer.
—Porque...
Una parte de ella quería contarle lo que sucedía, ya que Mark, de alguna forma u otra, se había convertido en su confidente. Pero tampoco tenía claro que decirle ni cómo hacerlo.
—¿Por qué? —con un gesto de mano la anima a seguir.
—Porque me está ignorando.
—¿Y eso se debe a...?
La misma confianza que Leire tenía con el fisioterapeuta la tenían la mayoría de los chicos, por lo que algo de aquello había escuchado de boca de Ben y Mason el día anterior, sin embargo ninguno le había dado mayores explicaciones, y él sentía la necesidad de indagar más.
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Dᴜsᴋ ᴛɪʟʟ ᴅᴀᴡɴ ||Kᴀɪ Hᴀᴠᴇʀᴛᴢ||
Fanfic❝I'll hold you when things go wrong.❞ • • • • • [REAL LIFE | SOCIAL MEDIA]