𝐋𝐨𝐧𝐝𝐫𝐞𝐬, 𝟐𝟐 𝐝𝐞 𝐣𝐮𝐥𝐢𝐨 𝐝𝐞𝐥 𝟐𝟎𝟐𝟏.
—¿Cómo que no voy a ser yo? ¡Me parece reprochable! Se supone que yo soy tu mejor amigo.
—Lo sé, pero...
—Pero nada. ¿Dónde está la hoja de reclamaciones?
—¡Te prometo que te lo compensaré! Pero entiéndelo, mi hermano llevaba todas las rifas de ser el padrino de Amelie.
—Repito, me parece reprochable.
—Pero...
—¡No! A mí no me vuelvas a dirigir la palabra, Mount —y, haciendo uso de su lado dramático, mostró la indignación que sentía tras la declaración de Mason.
—¡Pero no te enfades! Te juro que serás el padrino de mi próximo hijo o hija.
Ninguno de los allí presentes sabía con exactitud en que momento en centrocampista del West Ham y el del Chelsea había acabado "discutiendo" sobre quien merecía o no ser el futuro padrino de la pequeña incorporación que llegaría a aquella locura de familia a finales de noviembre; pero lo que sí tenían claro era que aquellas esporádicas conversaciones marcaban la esencia del grupo.
—Ahora que habéis acabado con ese insignificante tema, ¿podemos hablar del futuro de Amelie y Ronnie?
—Foden, ponte a la cola, ¡aún no hemos resulto este conflicto! —enuncia Declan, achantando al jugador del City.
—Lo que hay que aguantar —formula Kera por lo bajo, captando la atención de Leire y Daniela—. ¿Os apetece salir un rato mientras estos se matan entre ellos?
La afirmativa llegó al segundo de haber formulado dicha pregunta. Y, dejando a la parte masculina del grupo discutiendo en el salón de la casa de Mount, las tres jóvenes salieron al exterior; lugar en el que se encontraban Stiles, Atlas y Chilly.
—Por fin, ¡paz y tranquilidad! —exclama la irlandesa en cuanto los gritos del interior cesaron tras haber cerrado, tras de sí, la puerta que conectaba la casa con el jardín.
—A ver que yo me entere —habla Daniela a la vez que sigue los pasos de la anfitriona hasta las hamacas que rodeaban la piscina—, el padrino de Amelie no será Declan, ¿no?
—En casos así, los hermanos son la prioridad —contesta con gracia—. Pero, Lewis es el padrino de Summer, así que...
—¿Declan va a ser el padrino? —indaga Leire, notablemente entusiasmada.
—Sí. Pero de momento es más divertido verle indignado por el hecho de que Mase, supuestamente, ya ha elegido a su hermano para ejercer ese cargo.
—¿Y la madrina? —pregunta en aquella ocasión Daniela.
—Será Jasmine. Estaba entre ella o Benjamin, quien, en vista que lo de ser padrino lo tenía complicado, se ofreció para ser la madrina —recuerda con gracia las palabras que Chilwell le había proporcionado hacía cosa de un mes.
—Sería espectacular, eh. Declan de padrino y Ben de madrina —declara la fisioterapeuta, imaginándose aquella hipotética situación—. Una fantasía, la verdad.
—No te lo discuto. Pero pobre Amelie, en semejante huracán se adentraría —manifiesta Daniela con diversión, causando la risa de sus dos amigas—. Y, ahora que estamos hablando de Amelie, ¿ya ha dado alguna patada?
—Nada. De momento está muy tranquila; y por un lado lo prefiero. Aunque no os mentiré, estoy deseando sentir alguna patadita —confiesa, llevando la mano hacia su abultada tripa—. El ginecólogo dijo que entre los cinco y seis meses comienzan a dar guerra, así que quizás estemos cerca de sentir sus primeras patadas.
ESTÁS LEYENDO
Dᴜsᴋ ᴛɪʟʟ ᴅᴀᴡɴ ||Kᴀɪ Hᴀᴠᴇʀᴛᴢ||
Fanfiction❝I'll hold you when things go wrong.❞ • • • • • [REAL LIFE | SOCIAL MEDIA]