Dᴜsᴋ ᴛɪʟʟ ᴅᴀᴡɴ ||Kᴀɪ Hᴀᴠᴇʀᴛᴢ||

* ˚Cᴀᴘíᴛᴜʟᴏ ǫᴜɪɴᴄᴇ· . ·

𝐋𝐨𝐧𝐝𝐫𝐞𝐬, 𝟎𝟏 𝐝𝐞 𝐚𝐛𝐫𝐢𝐥 𝐝𝐞𝐥 𝟐𝟎𝟐𝟏.

—¡Tú! Tenemos que hablar.

No eran precisamente las palabras que esperaba recibir al ingresar en el apartamento tras haberse pasado todo el día trabajando. Es más, después de no haber visto a Daniela desde la noche anterior, lo mínimo con lo que contaba era con un "buenas tardes, ¿qué tal?".

—Hola a ti también.

—No. Hola no. ¿Has invitado a Declan ayer?

—¿Y esa pregunta viene a cuento de qué?

Ignorando la mirada inquisitiva de su mejor amiga, se quitó el abrigo y se encaminó a su habitación.

—Viene a cuento de las dos botellas de cerveza y las dos cajas de pizza que hay en la basura.

—A ver, para, ¿te has levantado en modo CSI o qué?

—Y acto seguido me ha llamado a mi para hacer de poli bueno en el interrogatorio —la voz de Kera la obliga a dirigir su mirada hacia la puerta. Ni siquiera había reparado en su presencia hasta aquel instante.

—Interrogatorio el que le tendríamos que estar haciendo a ella —señala a Daniela—. Que es la que ha tenido una cita con Kepa.

—¿Y tú no?

—Mi cita —resalta la última palabra a la vez que hace comillas con los dedos al pronunciarla—, es esta noche, por si no lo recuerdas.

—¿Y entonces lo de anoche?

—Lo de anoche no tiene importancia.

Lo último que deseaba era dar un nombre para alimentar a la bestia y darle motivos de sacar especulaciones que nada tenían que ver con la realidad, y que era exactamente lo que pasaría si mencionaba que Kai había sido la persona con la que había pasado aquella velada.

—¿Nos vas a contar ya qué tal con Kepa o sacamos conclusiones por nuestra cuenta?

A la vista estaba que Daniela no iba a obtener lo que quería, por lo que, rendida, se sentó en la cama de su mejor amiga y le hizo un gesto a la irlandesa para que imitara su acción.

—¡Por fin! Me tiene en vilo desde hace dos horas —manifiesta Kera.

—Lo bueno se hace esperar. Y...no iba a repetir la historia completa dos veces.

—¿Y bien?

—¿A qué hora pasa Declan a por ti?

Antes de comenzar a relatar lo sucedido, necesitaba saber de cuanto tiempo disponía para ello.

—A las ocho.

En ese momento Daniela comprobó en el móvil que aún quedaban dos horas para las ocho. Pero que, a ese tiempo le tenían que restar mínimo una hora para ayudar a Leire, y su indecisión, a elegir qué ponerse para aquella "quedada de amigos".

—Daniela, es para hoy —las ansias de Kera por obtener información y detalles eran demasiadas, y aquello causó gracia a sus dos nuevas amigas.

Y dicho aquello, la chica comenzó a contarles todo lo vivido con el portero del Chelsea hacía poco menos de veinticuatro horas. Comenzando por la cena a orillas del Támesis en la que ambos habían aprovechado para conocerse mejor y hacer las típicas preguntas que se solían hacer en aquellos casos: gustos, metas en la vida, familia, amigos...

—Aunque lo mejor de esa parte fue el momento en el que ambos tuvimos que lidiar con un camarero al que no se le entendía ni los buenos días.

—El problema de los acentos —declara Kera, quien en más de una ocasión se había visto en alguna situación similar por culpa de la diversidad de acentos que reinaban en las calles de Londres.