Dᴜsᴋ ᴛɪʟʟ ᴅᴀᴡɴ ||Kᴀɪ Hᴀᴠᴇʀᴛᴢ||

* ˚Cᴀᴘíᴛᴜʟᴏ ᴅɪᴇᴄɪsᴇɪs· . ·

𝐋𝐨𝐧𝐝𝐫𝐞𝐬, 𝟎𝟒 𝐝𝐞 𝐚𝐛𝐫𝐢𝐥 𝐝𝐞𝐥 𝟐𝟎𝟐𝟏.

—Es injusto.

—No es injusto, Mase. Deja de ponerte tan dramático.

—¿Dramático? Mis mejores amigos han tenido una cita hace tres días y ninguno me ha dado absolutamente ningún detalle.

—¿Mejores amigos...en plural?

No estaba segura de haber escuchado bien, ya que su subconsciente se estaba encargado de ignorar las súplicas de británico para poder obtener lo que quería. Sin embargo, aquellas dos palabras habían sonado con demasiada claridad, y había sido imposible no reparar en ellas.

—Sí, en plural. Porque no sé qué has hecho, pero te has convertido en alguien imprescindible en mi vida. Al igual que lo son Declan, Ben o Kai. Así que sí, sin miedo te digo que eres mi mejor amiga.

Mejor amiga. En esa ocasión sonó con gran fuerza. Dos simples palabras que le trasmitían demasiado y le hacían sentir mucho. Mason también se había acabado convirtiendo en alguien imprescindible en su vida, en alguien a quien también se atrevería a llamar mejor amigo.

—Fuimos al McAuto a por provisiones, y después me llevó a un descampado a ver las estrellas, ¿contento?

—No, porque esa parte de la historia me la sé, ya que la idea no ha salido precisamente de la mente de Declan. 

—¿Y me vas a decir que ha salido de la tuya? —intentó evitarlo, pero no pudo evitar soltar una sonora carcajada—. Venga ya , Mason, te conozco de hace poco, pero te conozco. Lo máximo que podrías aportar tú es un: "llévala al cine".

—Tampoco ha salido de mi. 

—¿Y entonces? 

—Eso da igual. Lo que quiero saber es qué tal. Y...si hubo beso y esas cosas.

Leire negó divertida. Mason era, bajo su punto de vista, un cotilla empedernido. Necesitaba saber sí o sí todos los detalles, y sabía que hasta que consiguiera lo que deseaba no se iba a dar por vencido. 

—Ah, ¿qué ti no te lo ha contado?

—¿Cómo qué...? —la mirada de Mason rápidamente buscó al dueño de aquella voz. Tammy se encontraba a sus espaldas portando una sonrisa divertida que no hizo más que aumentar la confusión de su compañero—. ¿A él se lo has contado?

No. No lo había hecho. Pero ver a su amigo sufrir le parecía más entretenido que contarle la verdad, por lo que se limitó a encogerse de hombros y salir al exterior; donde se encontraba el resto del equipo preparado para comenzar los entrenamientos.

—Esto no lo has echado de menos, ¿no? —con aquellas palabras la recibe Kai en cuanto pone un pie en el campo. 

Antes de darle una respuesta, se gira a observar al dúo que la seguía. Mientras que Tammy reía, Mount exigía ser conocedor de aquello que desconocía.

—Han sido unos días bastantes tranquilos —acepta—. Pero la verdad es que os echaba de menos.

—Y nosotros a ti. 

En aquel momento, Leire apartó la mirada de los británicos y la centró en el alemán. Era la ausencia que más había notado aquellos dos días que se había quedado en casa por culpa de la universidad. Estar con él le trasmitía una paz que no sabía explicar, y esos dos días...se le habían hecho cuesta arriba. 

—Por cierto, ¿qué tal la cita?

La española volvió a reír. Pensó que después de Mark, Tammy y Mason nadie más le preguntaría por su quedada con el central del West Ham; pero se equivocaba. Aunque una parte de ella sabía que aún le quedaban un par de interrogatorios pendientes a cortesía de quienes aún no habían reparado en su presencia.