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"Somos pogues, y nuestra misión este verano es pasarla bien."

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Jhon B

Outer Banks, un paraíso en la tierra. Es el tipo de lugar donde tienes dos trabajos o dos casas, dos tribus... una isla.

Íbamos en nuestra camioneta, pasando por Figure Eight, el lado rico de la isla, hogar de los kooks. Al llegar al lado sur, conocido como el corte, nos encontramos en el territorio de la clase trabajadora: quienes limpian mesas, lavan yates y operan barcos de alquiler. Era el hábitat natural de los pogues, nosotros.

Pogues, pogies, peces desechables. Lo más bajo en la cadena alimenticia. La desventaja de ser pogue es que nos ignoran y desatienden, pero la ventaja es que también nos ignoran y desatienden. Eso significa que hacemos lo que queremos cuando queremos.

—Jj, ¿me pasas el agua? —le pidió Soph, sentada frente a él en la camioneta. Él la miró sin responder—. Jj, ¿estás sordo? Te pedí la botella.

Él sonrió. —Sí, lo sé. Solo te ignoraba.

Ella rodó los ojos y le quitó la botella de las manos. JJ, mi mejor amigo desde el tercer grado, es el típico lugareño, el último de una larga línea de pescadores, bebedores, contrabandistas y amantes de la vida playera. El mejor surfista que conozco, aunque nunca se lo he dicho. Un cleptómano tranquilo y un futuro evasor impositivo. Siempre está peleando o bromeando con Sophia, pero en el fondo todos sabemos que se gustan, aunque ninguno de ellos lo acepte. De cualquier manera, las relaciones entre pogues están prohibidas.

Kiara, o Kie, cuando no está salvando tortugas, escuchando Marley o haciéndose un tatuaje de delfín, sale con nosotros. No sé muy bien por qué, ella y Sophia, niñas ricas, pero se llevan bien con ambos mundos. Su familia es dueña del Wreck, la institución de Outer Banks, la gallina de los huevos de oro para los turistas. No estoy seguro de cómo se sienten sus padres respecto a nosotros.

Sophia es puertorriqueña, hija de una de las familias más poderosas en el mercado. Dicen que importan cosas de Latinoamérica, pero quienes vivimos en OBX sabemos que su negocio es el contrabando. ¿El capo? Su padre. Sophia nació en Puerto Rico y tuvo una vida de pogue hasta que su familia se mudó a OBX, donde comenzó su vida kook. Tampoco sabemos por qué sale con nosotros, pero nos encanta. Es divertida, testaruda, y todos estamos un poco atraídos por ella. De todos nosotros, es la más kook y princesa, aunque su estilo de vida sea pogue; siempre viste a la moda y vive en fiestas. Disfruta de su vida kook tanto como de su lado pogue.

Luego está Pope, el cerebro de la operación. Finalista de la beca al mérito Lucas T. Vanderhorts. El más listo que conozco y un poco raro. Su padre es el legendario Heyward. Lo que quieras de la isla, Heyward te lo consigue. No sé si él entiende a su hijo excéntrico, pero no importa; es un pogue, como el resto de nosotros.

Y yo soy Jhon Booker Routledge. Vivo en una vieja choza en el pantano, El Château, como le decía mi papá. Desapareció en el mar hace nueve meses mientras buscaba un naufragio. Mi mamá se separó cuando yo tenía tres años; lo último que supe de ella es que estaba en Colorado, creo. Y el tío T, desde que mi papá desapareció, se supone que es mi tutor. En este momento, está en Misisipi construyendo casas, lo que significa que estoy solo, pasando el rato con mis amigos. Tres meses después de que desapareció mi papá, lo dieron por muerto. Me negué a firmar los papeles; hasta que no vea un cuerpo, no me rendiré.

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Sophia

—Oigan, ¿han estado afuera? —preguntó Jhon B, saliendo de su habitación.

golden girl | rafe cameron & jj maybankDonde viven las historias. Descúbrelo ahora