golden girl | rafe cameron & jj maybank

8. La pista

Estábamos en el chateau aún. JJ ya se había calmado y el amanecer comenzaba a asomarse. Me senté alejada de todos, esperando a John B, que aún no había regresado de la pesca con Ward. Noté que JJ veía cómo ninguno de los demás se atrevía siquiera a mirarme.

—De acuerdo, ¿qué pasa aquí? Han estado actuando extraño toda la noche —dijo JJ, sentándose al borde del jacuzzi. Todos me miraron, esperando mi reacción.

—Pregúntale a Sophia —respondió Kie, dándomee la espalda de nuevo. La miré, sintiéndome incomprendida.

—No pasa nada —dije, tratando de mantener la calma.

—¿Acaso soy estúpido? ¿Qué sucede? —insistió JJ, frunciendo el ceño.

—Antes de llegar aquí, estuvimos en el hospital —intervino Pope, y la mirada confusa y molesta de JJ se dirigió hacia él.

—¿Hospital? ¿Qué pasó?

—Me desmayé. Tuve una conmoción cerebral por el golpe de Barry —dije, mirando el suelo. La frustración se notaba en su rostro.

—¿Qué demonios? ¿Por qué diablos no me llamaron? —preguntó, su voz elevándose.

—No contestaste —le dijo Kie, y JJ me miró de nuevo.

—¿Estás bien? —se preocupó.

—Sí.

Kie y Pope se intercambiaron miradas con preocupación, mientras yo intentaba procesar la situación.

—¿Por qué siento que no me están diciendo todo? —preguntó JJ, mirándonos a todos.

—Sophia está saliendo con Rafe Cameron —declaró Pope, y cerré los ojos, rogando por desaparecer.

—¿Qué? —exclamó JJ, alzando la voz y dirigiendo su mirada hacia mí—. ¿Sophia, qué carajos?

—No estoy de ánimos para hablar de eso...

—¿No estás de ánimos? ¿Qué demonios te sucede? ¿Rafe Cameron? —gritó, claramente furioso.

—¡Sí, JJ! ¡Rafe Cameron! —le grité, enojada, mientras me ponía de pie y me acercaba a él.

—¡Es un maldito psicópata, Sophia! ¿Qué te pasa?

—¡No lo planeé! ¡Al igual que John B, no esperaba esto, maldita sea!

—¡No es lo mismo, Soph! ¡Sarah y Rafe son completamente diferentes! —me dijo Kie, acercándose, y yo miré hacia otro lado, asintiendo con rabia.

—No, no puedes... no puedes tenerlos a todos —dijo JJ, señalándome—. Es él o nosotros.

Miré a Pope y a Kie, buscando apoyo, o al menos una señal de que entendían que JJ estaba yendo demasiado lejos. Pero solo encontré el mismo pensamiento reflejado en sus ojos.

—¿Qué demonios, JJ? —pregunté, sintiendo la presión aumentar.

—¡No puedes tener a ambos! Es Rafe o yo. ¡Elige! —me exigió, y me sentí abrumada.

—¡No! No, JJ, no voy a... no voy a elegir.

—¡Es Rafe o yo! ¿Lo quieres a él o me quieres a mí?

—Esto no es una decisión, JJ. No voy a...

—¿Por qué no puedes solo decir que yo? ¡Es él o yo ahora!

—¡No! No voy a elegir.

—Entonces, se acabó —me dijo, con los ojos enrojecidos. Lo miré, abrumada y sin comprender del todo. —Se acabó —repitió, y se metió dentro de la casa.