4. Robos.

70 9 0
                                    

Rafe

Estaba en el bar, el ruido del lugar lleno de risas y música de fondo apenas podía ahogar mis pensamientos. Después de mucho esfuerzo, había convencido a Barry de que me ayudara a robar la cruz nuevamente. Era un plan arriesgado, pero sentía que era lo único que podía hacer para recuperar el control de la situación.

Mientras esperaba a que Barry apareciera, el televisor en la esquina comenzó a emitir un informe de noticias que atrajo mi atención.

"Cinco adolescentes desaparecidos hace casi seis semanas están vivos, a salvo y de regreso en la isla Kildare," decía el presentador, mientras mi corazón comenzaba a latir más rápido. Me acerqué al televisor, la tensión acumulándose en mi pecho. "Actualización en vivo de la policía. Sí, tras seis semanas, los cinco adolescentes desaparecidos del condado de Kildare volvieron y se reunieron con sus familias..."

Mientras escuchaba, mis pensamientos volaban. "Además, supimos que el padre de uno, Jhon B. Routledge, dado por muerto hace un año, también volvió sano y salvo."

La ira y el resentimiento burbujearon en mí. Cada palabra del presentador era como un golpe. "Estamos asombrados. Ahora solo queremos que los chicos vuelvan con sus familias y a la escuela..."

Tomé un sorbo de mi bebida, intentando ahogar el enojo que se estaba formando en mi interior. No podía dejar que esto me afectara tanto. No podía dejar que la idea de que ellos regresaran y pudieran estar felices me lastimara. Sophia había vuelto, y la había visto mirarlos con esos ojos brillantes, pero yo no podía darme el lujo de sentir celos. Era una kook, después de todo.

Me obligué a girar la cabeza y dejar de prestar atención a la televisión. Había cosas más importantes en juego. La cruz, la traición, el dolor que ellos me habían causado, todo eso pesaba más que la noticia de su regreso. Pero, en el fondo, sabía que este regreso no era solo una buena noticia para ellos; era una amenaza para mí.

No podía dejar que eso se interpusiera en mis planes. Tenía que actuar y proteger lo que era mío. La presión aumentaba, y sabía que necesitaba un plan, y rápido.

• • •

Sophia

—Cuando volví a Tannyhill, Rafe estaba hablando por teléfono con Ward. Repetía una y otra vez: "Es mía, me pertenece". Debía estar hablando de la cruz —relató Sarah.

—Definitivamente —asintió Pope.

—Irá a Wilmington esta noche a las ocho y la enviará a Raleigh en tren. Es nuestra oportunidad para recuperarla —nos informó Sarah con firmeza.

—¿Tienes más información? —preguntó Pope.

—Sarah consiguió el número de envío —dije, señalando la nota que reposaba sobre la mesa.

—Bueno, es un comienzo —admitió Pope.

—Ya deben estar preparando todo este lío —intervino JJ—. Deberíamos irnos ya.

—Sarah, ¿sabes algo de John B? —preguntó Pope con cierta preocupación.

—No. Debe estar en algún lado con su papá, pero tienen la Twinkie.

—Nuestro transporte... podría pedirle la camioneta a Heyward —sugirió Pope.

—¿Qué? —dijo JJ, incrédulo—. Sí, claro, eso saldrá bien.

—Lo sé, pero no tenemos otra opción.

• • •

Me paré frente a mi madre, tomando una respiración profunda, preparándome para lo que estaba a punto de decirle. Sabía que no iba a ser fácil convencerla, y mucho menos después de todo lo que había sucedido en las últimas semanas. JJ me esperaba en la cocina, prometiendo mantenerse al margen, pero yo sabía que su sola presencia iba a complicar las cosas.

golden girl | rafe cameron & jj maybankDonde viven las historias. Descúbrelo ahora