9. El campanario

589 37 0
                                    

Jhon B corrió hacia Peterkin y se agachó junto a ella. Miré la escena completamente inmóvil, mis ojos se llenaron de lágrimas.

—Pide ayuda —le dijo ella, y Jhon B tomó la radio de su uniforme. Rafe le apuntó con el arma.

—¡Rafe, no! —lo llamó su papá.

—No lo intentes, imbécil —respondió Rafe, su voz temblando con una mezcla de rabia y miedo.

—No, no, no —dije y corrí—. ¡Rafe!

Me puse delante de Jhon B, y él me apuntó con el arma por instinto. Su rostro cambió al reconocerme.

—¡Te dije que te quedarás atrás!

—Rafe, escúchame, baja el arma —le supliqué entre lágrimas—. Rafe, por favor.

Él me miró con sus ojos cristalizados, su confusión palpable.

—Jhon B, dame la radio —le dijo Ward, su tono autoritario.

—No.

—Dame la radio.

Ward se agachó y se la quitó. Rafe bajó el arma lentamente.

—Rafe, la tengo, cálmate —le dijo su papá.

—Corre —le dijo Peterkin a Jhon B.

—Lo siento —murmuró Jhon B.

Se puso de pie y me miró. Le asentí, dejándole entender que lo cubriría, y él corrió.

—¿A dónde vas? ¡Espera!

Rafe trató de perseguirlo, pero Sarah y yo intentamos detenerlo.

—¡Rafe!

Ward tomó a Sarah para quitarla del camino, y Rafe comenzó a disparar a lo loco, intentando darle a Jhon B.

—¡Basta!

Ward trató de sostenerlo, pero Rafe disparó un par de veces más. Cuando Rafe se detuvo y me miró, lo vi con los ojos llenos de lágrimas, y el miedo se apoderó de mí. Ya no lo reconocía. Él trató de acercarse, pero yo me alejé, y se quedó de pie viéndome, tratando de procesar que yo le tenía miedo. Corrí hacia Peterkin y traté de ayudarla.

—Lo siento —le dije mientras lloraba.

—No es tu culpa —respondió ella con voz débil.

—Lleva a tu hermana a casa, ¿de acuerdo? —dijo Ward, y los miré.

—¡Se está muriendo! —grité, desesperada, y me miraron.

—Ayúdenla. No me iré hasta que lleguen los médicos —dijo Sarah.

—Vamos.

—¡No!

Rafe tomó a Sarah por la fuerza y la metió en el auto. Ward comenzó a insinuar llamar a los médicos por la radio, pero sabía que no lo haría. Rafe regresó por mí.

—No, no —dije, tratando de irme.

—Sophia, vamos.

—¡No! ¡Aléjate de mí!

—Sophia, por favor, déjame ayudarte.

Negué mientras lloraba. Él comenzó a lagrimear.

—Por favor...

—¡Rafe! ¡Llévate a tu hermana! ¡Deshazte de esta chica! —le dijo su papá, y lo miré.

Traté de huir, pero Rafe corrió hacia mí y me tomó con fuerza.

—¡No! ¡Rafe, por favor! ¡No!

—Lo siento, lo siento —decía una y otra vez mientras me llevaba a la camioneta. Me metió en la parte trasera, y nos fuimos. Íbamos por la carretera cuando Rafe y Sarah comenzaron a hablar.

golden girl | rafe cameron & jj maybankDonde viven las historias. Descúbrelo ahora