5. Fiesta del verano

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Estaba viéndome al espejo, llevaba mi vestido rojo y una tiara de flores. Ya estaba lista para la fiesta que darían en Figure Eight. Tomé mi bolsa y me dirigí a la puerta de mi habitación, pero me detuve al oír a mis padres discutiendo.

Los gritos iban y venían, mi madre lloraba y mi padre la maltrataba; nada que no hubiese pasado antes. A medida que la discusión se tornaba más grave, me acerqué poco a poco. Al llegar, pude ver a mi padre golpear de un solo movimiento a mi mamá, quien cayó sobre el sofá, tomándose la cara dolorida.

—¡Basta! —grité asustada y corrí hacia mi padre, colocándome frente a él para evitar que siguiera atacando a mi madre.

—Niña malcriada e insolente —me dijo molesto, y me cacheteó. Mi rostro se dio vuelta por la fuerza del golpe y me tomé la mejilla adolorida—. ¡No me vuelvas a levantar la voz!

Lo miré, adolorida y asustada, y luego dirigí la vista hacia mi madre, que solo miraba al suelo, avergonzada. No podía creer que esto estuviera pasando de nuevo.

Sin pensar en nada más, salí de allí lo más rápido que pude. Corrí hacia la puerta de salida, sintiendo cómo las lágrimas empezaban a acumularse en mis ojos. Salí a la calle, intentando dejar atrás ese horrible momento, pero su eco aún resonaba en mi mente. Quería disfrutar de la fiesta, quería olvidar, aunque fuera por un instante, lo que pasaba en casa.

• • •

—Disculpe, señor, ¿debemos descascararlas nosotros? —le dijo Kie con una voz británica a Pope, que estaba junto a su padre trabajando con la comida.

—Porque eso arruinaría nuestros vestuarios —comenté, y él nos miró y se rió.

—No querríamos eso ahora, ¿no? —dijo mientras nos saludábamos. —Ese acento era malo —agregó a Kie.

—Sí, iba a dejarlo —respondió ella, y comenzamos a observar a nuestro alrededor.

—¿Vieron alguna vez a tantos kooks en un mismo lugar? —pregunté.

—Sí. El año pasado —dijo Pope, con un tono que mostraba su incomodidad.

—Estamos en la boca del lobo —dijo Kie, y los miré, sintiendo un poco de tensión en el aire.

—¿Saben algo de Jj? —pregunté.

Me miraron, intercambiando miradas de preocupación.

—No. Estará bien, tiene el instinto de supervivencia de una cucaracha —dijo Kie, intentando aligerar el ambiente. Pope me miró con seriedad.

—Es mi culpa —murmuró, con la cabeza gacha.

—No hiciste esto, Pope. Topper casi te mata, ¿recuerdas? —le respondí, tratando de consolarlo, cuando de repente todos comenzaron a aplaudir hacia la entrada, donde aparecieron los Cameron.

—Aquí vienen Lord Dinero y los Explotadores —dijo Kie, y nuestras miradas se centraron en ellos.

Rafe me sonrió y me saludó con la mano, pero solo me quedé mirando, sintiendo una mezcla de incomodidad y desconfianza. Aunque estaba rodeada de amigos, esa sonrisa no me traía tranquilidad. Lo único que quería era que Jj estuviera allí para poder reírnos de toda esa locura.

• • •

Ya había anochecido y estaba buscando algo de beber cuando Rafe se acercó.

—Hola, Sophie.

Lo miré un poco nerviosa; después de la pelea, era raro hablar con él.

—Hola —respondí, intentando sonar tranquila.

golden girl | rafe cameron & jj maybankDonde viven las historias. Descúbrelo ahora