10. El Coastal Venture

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—Buen trabajo, Jhon B. Se cierran desde afuera, ¿lo sabías? —le dijo JJ.

—Solo quería que subiéramos al barco, JJ, no pensé mucho más allá. —le respondió, visiblemente cansado.

—Ahora estamos atrapados en una jaula mortal.

—Hace calor. —dijo Kie mientras se quitaba el abrigo.

—JJ, no estás ayudando. —le dijo Pope.

—No eres el indicado para hablar, Pope. Dijiste que tenías un plan, ¿dónde está?

—Me preocupa tu falta de introspección. —respondió Pope, acercándose a él.

—Fuiste tú quien le disparó al tanque de aceite. ¿Recuerdas?

—Dios, basta. Cállense. —dije, jalando a JJ de su camiseta para que retrocediera.

—Bien, veamos cómo salir de aquí.

• • •

Jhon B estaba mirando por la ventanilla mientras nosotros esperábamos a que un buen plan nos iluminara y nos sacara de allí.

—Oye, Soph, ¿cómo matas a una serpiente? —miré a JJ, agotada. Allí adentro hacía mucho calor y él no se callaba.

—Con un golpe en la cabeza.

—Exacto, pero la cabeza en este caso es el puente. Y para eso necesitamos potencia de fuego. Sé que en este barco hay un arsenal por si hubiera un ataque pirata.

—¿Ataque pirata?

—Vamos por eso; no solo pistolas, también cuchillos.

—Me perdiste. —dijo Kie, sentándose en el otro extremo.

—Matar a todos a bordo no es un plan, JJ. —le repetí por milésima vez.

—En serio, si entramos en la armería, hay fusiles, pistolas, cuchillos, escopetas...

—JJ. —me puse de pie, cansada, y le tomé el rostro entre mis manos.

—¿Qué? —dijo, mirándome a los ojos y a la boca.

—Para eso hay que salir de aquí. Piensa en cómo salir de aquí antes de pensar en las historias de piratas, por favor. No podemos hacer nada encerrados. —lo solté y me eché de nuevo.

—Con suficiente fuerza se abrirá, con una patada espartana. —dijo él, y Jhon B lo miró.

—No tienes tanta fuerza.

—Basta.

—Basta tú.

—Chicos... —oímos a Kie del otro lado de las pilas de cosas que había entre nosotros. Nos acercamos. Kie había encontrado una ventanilla de mayor tamaño.

—Cabemos por ahí.

—Sí, bien pensado, Kie.

—¿Dijeron que una navaja no serviría? —dijo JJ, mostrándonosla.

—Basta.

Él subió y trató de abrir la ventanilla.

—Bien, vamos a buscar armas, regresamos y planeamos el siguiente paso. —dijo mientras quitaba los tornillos. Lo miramos.

—La armería está en el tercer piso, en la popa, cerca del lavadero. Vamos.

—Espera, no deberíamos salir todos. Es muy arriesgado. —dijo Pope.

—Seré honesto, deberías quedarte. —le dijo Jhon B a JJ.

—¿Qué?

—Yo buscaré a Sarah. Sophie viene conmigo. Si vemos a Rafe, podemos distraerlo. Y Pope tiene...

golden girl | rafe cameron & jj maybankDonde viven las historias. Descúbrelo ahora