golden girl | rafe cameron & jj maybank

10. El Phantom

—Seguro lo atraparon —dijo Jj, sus ojos fijos en la ventana del restaurante mientras observaba hacia afuera, tratando de descifrar el movimiento de los coches patrulla que pasaban.

—No, no seguirían patrullando si lo atraparon —le respondió Pope, su voz tranquila pero con un matiz de preocupación.

—Estábamos en el auto, tal vez también nos estén buscando —intervino Kie, su tono indicaba que estaba empezando a sentirse ansiosa.

—Bueno, si vamos a ser forajidos, podríamos ayudar a Jhon B —dijo Pope con determinación, como si fuera el momento de tomar decisiones audaces.

—¿Lo encontramos antes que ellos? ¿Pope? —preguntó Jj, su mirada se intensificó mientras observaba a su amigo tomar las llaves.

—Traeré gasolina para el barco —respondió Pope, decidido a no dejar pasar la oportunidad.

—Ten cuidado. ¿Sí? —le advirtió Kie, intercambiando miradas con Jj, preocupados por la seguridad de su amigo.

—Nos vemos en el muelle a las 3. No lleguen tarde —dijo Pope, antes de salir hacia la motocicleta, dejando a Jj y a mí mirándolo con nerviosismo.

—¿Cuál es tu problema? —preguntó Kie, siguiendo a Pope mientras él encendía el motor de la moto.

—Ninguno, oficial. Solo hago mi trabajo —le respondió Pope, haciendo ruido con el motor, intentando aparentar indiferencia.

—Mira, lamento haber herido tus sentimientos —dijo Kie, frustrada mientras intentaba que Pope la escuchara.

—¿Qué? —contestó él, ignorando su intento de disculpa.

—Lo siento, no te oigo —Insistió, Kie lo miró más enojada.

—Pope, hablo en serio. ¡Intento hablar contigo! —insistió Kie, pero él simplemente se marchó, dejando un vacío en la conversación.

En ese momento, un helicóptero pasó volando sobre nosotros, cortando la tensión en el aire.

—¿Quién demonios es ese? —preguntó Jj, su rostro pálido al darse cuenta de lo que significaba.

Era propiedad de la SBI, los agentes federales que buscaban a Jhon B. El ambiente se volvió más sombrío y pesado, llenándonos de inquietud sobre el futuro que nos esperaba.

• • •

—¿Será suficiente comida? —pregunté, dejando las bolsas en la mesa, sintiéndome algo insegura.

—No lo sé, ¿lo será? —me respondió Jj, su voz tensa, aún molesto por Rafe. Lo miré con una mezcla de frustración y tristeza.

—Jj, entiendo que en este momento no quieras verme. ¿Adivina qué? Yo tampoco. Pero estoy aquí para ayudar a Jhon B. En cuanto todo termine, me iré, y te prometo... te prometo que no volverás a verme si eso es lo que quieres —dije, sintiéndome cansada y abrumada. Él me miró con seriedad, su expresión difícil de leer.

Se puso de pie y comenzó a tomar la comida, ignorando mi mirada.

—Increíble —murmuré, sintiendo un nudo en mi garganta. Sin esperar su respuesta, salí en dirección al auto, sintiendo el peso de la situación aplastarme. La tensión en el aire era palpable, y a cada paso, me preguntaba si alguna vez podríamos volver a ser como antes.

• • •

Kie detuvo el auto frente a la casa de Jj, el sonido del motor apagándose resonando en el silencio de la tarde.