Pérdida En Ti (Kite X Lectora)

Capitulo 7

¿P-preciosa? Esa era una palabra muy fuerte, era claro que nadie me lo había dicho antes, claro que no era bonita era todo lo contrario, él único cumplido que había recibido de un hombre decente era el de Kaito...

Para mí, el único ser que realmente es bello eres tú

Sus palabras habían rebotado en mi mente y corazón nuevamente, pero esta vez no me romperia por él, mi hermano está aquí de nuevo.

— Bueno kuroro, también te volvíste en un hombre muy guapo

— Estoy buenísimo

Su comentario no me lo esperaba para nada que hasta todos los demás nos comenzamos a reír, ¿desde cuando tenía un ego tan grande?

— ¿Me estas diciendo mentiroso?

— ¿qué? No, no, no, no, no — Negué varias veces — tienes razón, estas buenísimo

Evite reírme pero las risas de Uvo y de Nobu no se detenían entonces por su culpa nuevamente la risa me ganó y tuve que pararme en ese lugar para tener aire en los pulmones nuevamente, sentí como Kuroro me cargaba en su hombro como si nada y fue así como pude callarme
Venía su castigo, siempre que hacía eso sabía que se vengaría tarde o temprano

— Ya llegamos al fin

Traté de mirar la casa o lo que sea que fuera pero como estaba en el hombro de kuroro no podía ver más que solo su espalda

— Kuroro bajame, ¡quiero ver!

— No.

— ¡Uvo ayudame! — el hizo la misma estrategia que siempre hacía "oh mira una piedra" y no me hizo caso el muy cabron

Paku me guiño un ojo y abrió la puerta para que entrarámos todos juntos, Kuroro no me había bajado desde hace mucho tiempo y mis piernas se estaban durmiendo por consecuencia, y apenas me había dado cuenta de que Feitan tenía mis maletas, me di un golpe mental por eso y agache mi cara de vergüenza.

—¿Se acaba de dar cuenta?

— Hay costumbres que no se olvidan

Pinks y Feitan intercambiaron miradas y después dejaron mis maletas a un lado, no los mire por vergüenza pero sabía que se habían acordado de lo distraída que era y por eso Feitan las había traído

Mi hermano comenzó a subir unas escaleras y solo pude despedirme de ellos por unos momentos, escuché como abría la puerta de una habitación y me tiraba en la cama sin ser para nada delicado, luego sentí como me golpeaba con una almohada en la cara, para después escuchar su risa otra vez.

— Esta es mi venganza — se sentó en la cama conmigo y yo solo pude volverlo a abrazar, me puso en su regazo y comenzó a darme leves mimos.

Esto era lo que siempre había querido por toda la vida

—Hay tantas cosas que quiero preguntarte...

— ¿y por qué no lo haces?

— porque tal vez estés cansada y quieras dormir — le di un leve golpe en su pecho mientras reía

— No podré dormir por que también tengo preguntas que hacer — me pegue más a él, tratando de sentir más su calor corporal.

— Primero te diré varias cosas, esperaré de ti todo, tal vez nos odies pero necesito decirlo

No dije nada más solo tome su mano y la aprete en señal de confianza

— Somos un grupo de ladrones, mercenarios y asesinos, el grupo en total es de trece miembros, todos los integrantes tienen una araña tatuada en diferentes partes de su cuerpo con un número dependiendo de su posición, yo soy la cabeza de la araña... Hemos matado a mucha gente y no nos arrepentimos de eso, matamos a sangre fría y no mostramos piedad ante nadie... Si con esto quieres alejarte lo entederem...

— Conocí a los Zoldycks — Hable interrumpiendolo —Son buenas personas, ellos hacen los asesinatos por dinero, es lo que tu haces.
Lo haces por trabajo y eso está bien, nacimos en un lugar donde robar y matar era sumamente normal, Lucifer... No me digas que hacer esto ahora significará que te odiare...

Deje un suave beso en su frente y luego lo mire fijamente y sus preciosos ojos, sonreí de manera cálida y aun así no me despegue de él

—Eres una buena hermana

— Tu eres un idiota por pensar que me iría cuándo plenee salir de donde estaba encerrada tan solo para buscarte y quedarme

Le di un golpe aún más fuerte para luego reír un poco

—Estaba en un burdel — su rostro se torno demasiado serio y una sed de sangre inundó el lugar — alguien me enseño los principios básicos del Nen y entonces pude escapar de ese lugar, no te preocupes nunca me tocaron de más, nunca me violaron pero si me miraban con ojos asquerosos.

Obviamente no le hable de Kaito por qué lo buscaría y le diría varias cosas que no y al final lo terminaría asustando al pobre hombre

— ¿Quieres cenar algo?

La palabra cenar activo un foquito en mi mente e inmediatamente me levante de su regazo

— Nunca prove los fideos, simpre veía que se comían los fideos con mucha prisa por que sabían realmente bien, quiero probarlo

— Te los conseguiré entonces

Di unos pequeños saltitos en mi lugar pero me calme cuando unos pequeños toques en la puerta me interrumpieron

— Jefe traemos el encargo — Pakunoda entró a la habitación dejando unas cuantas bolsas en el lugar, me miró sonrio y salió como si nada

— Es ropa, puedes probartela iré por tus fideos

Asentí mientras tomaba las bolsas y me iba al cuarto de baño para probarme la ropa, era muy sencilla pero todo contaba, aproveche que ya estaba ahí para darme una ducha, hacía tiempo que no me relajaba tanto...
Tenía que poner mi plan en marcha desde ahora ya que le había prometido a él señor Zoldyck luchar contra en cuanto me hiciera más fuerte, debía hacerlo, no sólo por Kaito, si no por mi y por mi familia, terminé de bañarme y me puse la ropa que me dio Pakunoda
Era un conjunto de ropa oscura, el pantalón holgado era negro y la camisa de manga larga igual, ni pensar en cómo escogió la ropa interior, a pesar de que ambas somos mujeres se muy bien que aveces cuesta encontrar la "copa" correcta, ella tiene diez veces más que yo y eso es un poco abrumador...pero gracias a eso puedo pasar sin ningún problema con la mayoría de los asquerosos hombres y estoy agradecida por eso mismo, terminé de vestirme y salí de ahí para encontrarme con Manchi que me esperaba afuera

— ¿Los hice esperar?

— pensaba que te habías ahogado ahí — su tono de voz era siempre el mismo pero por sus facciones me di cuenta de que era un total chiste, reí un poco y solo la seguí ta que había salido de la habitación.

Al llegar a la cocina me di cuenta de que todos estaban ahí, sentados en una silla cerca de la mesa, salude a todos y mire como Shal palmeaba la silla junto a él, me senté e inmediatamente Paku me trajo un plato con algunos fideos.

Sin duda alguna esto era la felicidad...