Pérdida En Ti (Kite X Lectora)

Capitulo 30

Hoy es es un día demasiado soleado no me gusta el calor pero de alguna manera u otra me estaba gustando el clima, a comparación de las personas que había cuando llegué aquí, ya eran pocas, aún seguían en la disputa de que hacer con los constructores y la presa, aún no le había dicho a Kite sobre mi idea pero tampoco creo que le agrade mucho y además, la tipa de cabello rosa siempre está tras de él, según lo que me contó Ging, ella era "importante" en esta misión, me encontraba sentada junto a él quien en todo este tiempo solo me ha cortejeado y no me dejaba en paz, hasta que saque el tema de Gon y ahí fue donde si se quedó callado.

-¿Ya tiene un plan para acabar con esto? - Le pregunté a Kite tratando de ser lo mas seria posible en este tema, pero es que su sola presencia me ponía nerviosa y en algunas ocasiones salía corriendo por la vergüenza de hablarle, nunca pensé que estaría tan alto y a su vez tan musculoso, y el colmo de todo era su voz, esta vez si estaba muriendo por él

- Estoy pensando en comprar los derechos de esto, sería una forma efectiva y no habría ningún problema - tenía cierta razón con eso, si compraba todo esto las demás personas no tendrían por qué preocuparse por nada, solo por vivir

- Costaría mucho ¿no es así?

- Pará un cazador profesional, no.

Sonreí orgullosa de sus palabras, se notaba arrogante al hablar pero era todo lo contrario, se preocupaba por los demás y en cierta parte eso era una maravilla de él, todo era sumamente perfecto en su persona y debo admitir que casa vez estoy más perdida por él

- Tengo dinero de sobra, hize un pequeño trabajo y me lo financiaron de manera muy buena - iba a sacar mi teléfono para enseñarle la fuerte cantidad de dinero que tenía pero entonces "esa" habló

- No sabía que trabajabas de noche - hizo una muy fuerte insinuación de mi persona

- Querida, mis mejores trabajos los hago de noche, preguntale a tu papá - Ging solto una muy fuerte carcajada ante lo que dije mientras la otra tomaba excusas para "defenderse" - Mira - le mostré los dígitos de mi teléfono a Kite quien estos momentos se encontraba avergonzado - Tal vez pueda ayudarte, total no me preocupo por el dinero, eso no es de mi interés - Kite tomo el teléfono y miró con cierta sorpresa los dígitos que estaban marcados en mi cuenta bancaria

- Con esto es más suficiente... - le sonrei com felicidad mientras les pasaba los datos personas que tenía que llevar para sacar esa gran cantidad de dinero, lo que ganaba con los Zoldycks era un poco más de lo que ganaba con mi hermano, así que realmente no me preocupa eso, podía ganar más dinero muy fácil.

- Tengo que ir a hacer un trato con el dueño en este momento, vámonos - me entregó mi teléfono cuando terminó de pasar dinero a su cuenta, su equipo ya se encontraba tomando sus cosas para irse directamente a hablar con él sujeto, Ging simplemente estaba dormido en el mismo lugar de siempre así que él era el único que no se movía con prisa - Te veo luego - asentí para después sentarme en una de las sillas del lugar, pero antes de eso sentí un pequeño abrazo de él y un suave beso en mi frente, para luego irse sin siquiera mirarme, si pudiera pagarle por besos ya estaría en quiebra de tanto pedirle.

- ¿Qué harán después de esto? - la pregunta de Ging me tomo de sorpresa, pensé que ya se encontraba dormido como siempre lo hacía pero estaba equivocada

- no lo sé, supongo que iré a donde él me lleve, no tengo planes de nada ahora mismo - abrí una goma de mascar que había guardado hace un tiempo, este pequeño hábito me lo pegó Hisoka y ahora me es irresistible no comer uno

- Se te va el tren niña, ¿sabes que ese hombre es mayor que tu?

- Lo mismo va para ti viejo, sabes que soy menor para ti y aun así me coqueteaste - le regrese la jugada antes de que este me dijera algo malo de Kite

- Kite tiene veinticuatro años y dime ¿cuantos tienes tu? ¿Diecisiete? ¿Quince? ¿Doce? Solo eres una mocosa y ya estás pensando en el tema del amor, no me hagas reír, probablemente esto no durará ni un solo mes.

- Tranquilizate abuelo que solo tengo veinte años - a pesar de eso tenía un poquito de razón Kite solo tiene veinticuatro, pero aún así me daba igual, no estamos haciendo nada malo es mas ni siquiera me ha pedido que salga con él...hay no...-¡Jodido Ging, me metiste inseguridades que no había!

Ahora en mi mente corría el hecho de que tal vez no le gustó a Kite y que solo vea lástima en mi, que tal vez siga viendo a la niña indefensa y sola que puedo ser abusada en miles de ocasiones, en aquella niña frágil que se asustaba con el sonido de cualquier cosa, no llores, no llores esta noche... Tranquilizate, solo fue un pequeño error de tu mente, esta jugandote una mal rato...

- ¿G? - antes de que esa mano me tocará solo pude quitarla de inmediato antes de que pasara algo más, Ging me miró y ahí supo que enserio la cago con sus palabras - ¡O-oye espera!

Salí de ahí con la cabeza baja y mejor decidí ir a dar una pequeña vuelta al lugar o tla vez perderme en mi mente dentro del campamento de Kite, no sabía que pensar en momentos como este, quiero tener a Pakunoda cerca de mi para saber que hacer, ella seria la más indicada para decirme que hacer o que decir y en que pensar...

Extrañadamente el hambre que tenía se había esfumado, no quería levantarme del lugar en donde estaba, y sólo quería dormirme en ese lugar, pero una especie de grito se escucho cerca de donde yo estaba, no era un grito de ayuda ni nada parecido así que solo salí a ver que es lo que pasaba, me asome solo un poco y pude notar a todas las personas que estaban con Kite celebrando, unas personas se abrazaban y otras reía y lloraban de la emoción, Ging se encontraba cerca de él diciéndole no se que cosa y la tipa como siempre estaba colgándose de la cintura de Kite y yo... Yo solo me encontraba dudando de mi persona, tal vez pueda que Kite haya cambiado mucho, maduro demasiado por lo que se notaba, tanto en su manera de pensar como en actuar, es lo único que puedo agradecerle al viejo tonto de Ging, hizo de quien era un niño asustado a un hombre...

Un hombre que no me pertenecía, y esas jodida palabras se sentían como cuchillas en mi pecho, era algo muy triste y doloroso, creo que lo mejor sería ir a hacer trabajos para Silva y despejar mi mente para luego regresar, pero entonces dejaría a Kite solo...pero ¿en serio funcionará el irme como si nada? ¿Despues de tanto trabajo que me costó buscarlo? ¿Dejaré qué una tipa que ni conozco me lo robe?

Maldita sea, ¡jodido mundo! ¡yo no era así!, estaba segura de mis decisiones y entonces ahora ¿Cuál es la maldita diferencia?
La diferencia era que yo decía que él y yo estábamos en una relación, una relación imaginaria por parte mía, soy una total mentirosa...me gustaría irme a casa...

- Kuroro... Abrázame - murmure con los ojos llenos de lágrimas, me recosté en la cama improvisada mientras trataba de buscar una almohada o algo para reemplazarlo por mi hermano, en eso escuche como alguien entró al lugar, por sus pisadas me di cuenta de inmediato que era Kite pero como estaba de espaldas el no podía ver como estaba ahora.

Escuche como se cambiaba de ropa y poco después de eso se metió a la misma cama, junto sus piernas con las mías y quito la almohada que tenía abrazada para reemplazarla por sus brazos y en eso note que solo se había quitado su camisa de manga larga y ahora se encontraba con el torso desnudo, sentí como me pegaba más a su pecho y ahí fue el momento en donde mis lágrimas fueron remplazas por unos nerviosismos en mi cuerpo.

- Se que estas despierta.... - lo escuche respirar cerca de mi oreja y después sentí como ocultaba su rostro en mi cuello - No se qué fue lo que te dijo Ging-san pero de algo si estoy seguro Lucifer... - poco a poco me fue volteado para quedar de frente y me obligó a mirarle los ojos - estuve esperando por casi cuatro largos años para volverte a ver y ahora que te tengo de frente no pienso dejarte, fuiste mi salvación en ese tiempo y ahora lo vuelves a hacer, siempre me iluminaste el camino, eres la mujer más pura del mundo siempre decías que querías lo mejor para mí... Dejamos de ser unos niños y ahora cada quien disfruta de su profesión actual, pero aún así, yo quiero estar contigo...sigo detrás de ti desde esa vez que nos conocimos y escucha muy bien lo que te estoy diciendo, no soy un hombre tan expresivo - Tomo mi mano y la llevo directamente a si rostro, cosa que no pude negar a acariciarlo un poco - dejame formar parte de tu vida...