Pérdida En Ti (Kite X Lectora)

Capitulo 42

— Bienvenida tiene alguna habitación reservada o ¿desea que le diga los paquetes especiales para turistas? — una recepcionista me estaba dando las habitaciones que había pedido con anterioridad, como supuse sabía en que lugar se encontraba Kite en especial cuando me dijo que estaba nuevamente con insectos y con ese grupo tan encantador que tenía él

Tuve que separarme del grupo y de manera lastimosa ahora no podía ponerme en contacto con ninguna araña, por lo menos detuve la muerte de Shizuku, Pakunoda y probablemente de Feitan, al menos se que están bien y que han podido sobrellevar el hecho de que deje la araña de manera momentánea, aun así el incógnito casi no estaba con ellos, solo en grandes eventos pero aún así los echaré de menos, agradecí tomando las llaves de mi suite ahora podía darme ese lujo ya que sin esperarlo, el señor Zilva me envió una numerosa cantidad de dinero y con eso era más que suficiente para toda la vida, lleve mi maleta arriba esperando pacientemente a que las puertas del elavador de abrieran, a pesar de que estaba bien de manera física aún me sentía muy mal con lo de Uvogin, naturalmente no he podido superar el hecho de que ya no esté, así que trato de pensar de manera positiva las cosas

Era el último piso de todo el hotel por lo cual mi departamento tendría una vista increíble y más de una vez me daría ganas de lanzarme por la ventana, pero dándome cuenta de que no soy tan suicida como creí solo podría imaginarlo, al igual que la anterior vez que visite a Kite, este lugar mostraba una agradable playa, saqué mi teléfono y le envié la ubicación, no le había puesto en contacto con él solamente llegué sin avisar por que fue demasiado inesperado y lo fue aún más teniendo en cuenta de la situación con Kurapika, a pesar de que fue uno de mis primeros amigos no por eso dejaría pasar que el esta detrás de las arañas

Mi teléfono comenzó a sonar y rápidamente mire el numero en pantalla, una sonrisa se mostró en mis labios al leer "Kite" con un corazón al lado del nombre, no era de poner apodos tan cursis pero probablemente en el futuro tenga uno — ¿sí?

— Hola preciosa — ese apodo tan cariñoso solo podía ponerlos él, no esperaba eso y ahora me contaba con la cara igual que mi color de ropa, totalmente roja — Veo que llegaste antes, ¿Quieres que vaya?

— Kite cariño no sabes cuanta falta me haces... — bien creo que ya era momento para desahogarme con él y dejar lo sexista para después, aun que me gustaría quedarme con el todo el tiempo pero no existe el paraíso

— iré en unos momentos — y colgó haciendo que me quede sola en aquella habitación pero lo que no sabía él era en que piso estaba y en que número, así que inmediatamente tomé mi teléfono para enviarle el numero de habitación y el piso

Ahora solo debería de darme un baño para poder esperarlo, busqué la ropa y solo mi ropa interior ahora me encontraba demasiado cansada para usar un bra así que solo usaré eso, fui al baño y ahí note la enorme bañera creo que me relajare aun más ahí pero eso será para después, fui hasta la regadera para darme una ducha rápida y también para después lavarme los dientes, use un poco de perfume corporal y para el cabello y salí más que lista a esperarlo

Solamente falta cambiarme, cosa que hice sin ningún problema y gracias a que tengo el cabello corto no podía mojarme la espalda por eso y también por la secadora que había encontrado, pedí servicio a la habitación y decidí comer esta noche un poco de Katsudon, me encontraba hambrienta pero con eso sería suficiente, no iba a ordenar una langosta y a gastarme todo el crédito
No como aquel episodio de "Malcolm en de en medio" en donde los tres mocosos se iban de su casa para terminar en un hotel de lujo y ordenar cosas hasta que Loise llegó para regañarlos

En mi caso nadie me iba a regañar, solamente me iba a pelear contra mi misma por ser tan estúpida y gastarme todo el dinero en cosas que realmente no importaran, el sonido de la puerta detuvo todos mis pensamientos y tuve que ir a abrir, un hombre alto, guapo con perfil griego y sumamente seductor estaba en el marco de mi puerta con un hermoso ramo de rosas en su mano