Pérdida En Ti (Kite X Lectora)

Capitulo 35

— ¿Puedo sostener tu mano? — me repetí muchas veces de manera mental que no iba a llorar cuando llegara esta hora, había muy pocas personas en el lugar creo que era se debía a que era de noche, él me miró por unos segundos para luego cumplir mi petición, tomó mi mano y entrelazo nuestras dedos, mi vuelo salía en media hora aproximadamente y el de él salía en unos minutos

— ¿Qué vas a hacer en ese lugar? — cerré los ojos recargando mi cabeza en su hombro, solo quería estar así con él

— el hijo más pequeño de los Zoldycks está aprendiendo sobre el Nen, iré para enseñarle lo más básico y para saber en qué categoría destaca —

— Bueno por lo menos es un niño al que veras — sonreí notando un pequeño ápice de sus celos

Lamento decirte que el primero de septiembre y al rededor de un par de semanas no estaré disponible para ti — Él solo asintió a lo que dije, Kuroro hace un tiempo le explico que teníamos algo muy grande por hacer y que no nos daría detalles de adsolutamente nada, quería que todo sea una sorpresa muy grande

— Pakunoda fue la me explico un poco, esta bien mientras estés con ellos se que estarás bien — Me gustaba cuando el no se olvidaba de los nombres de mi familia, se notaba que si ponía atención a lo que yo le decía y que haga eso es tan increíble

Lo mire a los ojos y él a los míos, tenía tantoque decirle en esos momentos pero mis palabras parecían haberse colapsado y perdido en el vacío, lentamente se acercó a mí para que com ambas manos tomará mi rostro y me acercara al suyo, fui yo quien rompió la tensión del momento abalanzandome a sus labios sin esperar más, sentía este beso como el mejor de todos los que nos habíamos dado, pero lastimosamente tendríamos que haberlo términado unos segundos después de que atacará sus labios, ya que el anuncio de su vuelo sonó por todo el lugar, alertandome por unos instantes, me levante de mi lugar junto con Kite y él tomó su pequeña maleta para avanzar unos cuantos pasos hacia donde debería de ir, me duele el pecho por que no quiero que se marche, pero ambos tenemos cosas por hacer y no podemos esperar un poco más de tiempo, tuve que detenerme cuando la fila estaba a un par de metros de él, suspiré de manera pesada y él hizo lo mismo, dejó su maleta en él suelo y me abrazo por otros segundos más, me aferre a su ropa y me pegué a su pecho escondiendo mi rostro, maldita sea quería llorar...

— No es un adiós así que no te despidas y solo bésame — jale el cuello de su camisa para que se agachara a mi altura y así poder besar sus labios una última vez

— Lo siento, estoy siendo exagerada

— Lucí...no lo estas siendo — el vuelo volvió a anunciarse otra vez y ahora si tenía que dejarlo ir — Don't cry

Sonreí como boba por aquellas palabras y esta vez con pesar solté su mano para qué poco a poco se encaminara a la tipa que estaba recibiendo los boletos, me sonrio una última vez antes de desaparecer por esas puertas y ahora si ya estaba lejos de mi, me acerque a los vidrios del lugar para mirar como abordaba el avión, no quería llorar, no debía hacerlo, así que me ahorre el llanto y mejor sonrei hacia ese lugar donde estaba él, no podía verme pero yo a él si, cuando me di cuenta de que ya abordó su avión me regrese a mi asiento y me quedé esperando de manera paciente el mio, no debería de tardar más o eso es lo que pienso, mi única maleta era la mochila de siempre así que no había que preocuparse por el equipaje.

La lluvia continuaba desde hace tiempo, solo era una pequeña brisa pero aún así se sentía el dulce ahora a fresco y humedo de todo el lugar, un aroma agradable para mí, justamente lo que pensaba mi vuelo ya estaba por salir así que tomé mi mochila y me encamine al lugar donde habían dicho que se tenía que ir, había un poco más de gente a comparación de Kite así que tuve que tardar de más para pasar a mi lugar, como normalmente no estaba acostumbrada a "lujos" simplemente me fui en tercera clase para no destacar mucho y además me gustaba viajar con gente que no conocía, después de dar mi boleto no tarde mucho en entrar al avión, busque mi asiento y note que este estaba pegado a la ventana así que podría disfrutar de la vista de las nubes de algodón de azúcar para mi sola, como era costumbre y algo extraño, se tenía que apagar el teléfono antes de que el avión saliera y además la linda azafata siempre explicaba lo que teníamos que hacer en casos de que el avión sufra alguna falla, antes morir debemos intentar sobrevivir.