Capítulo 17

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A su llegada a Moscú, lo primero que hizo Yulia fue dirigirse a la casa de sus padres.
Allí se encontró con sus hijos jugando en el patio trasero de la casa y sus padres tomando el té con Katya allí en la terraza mientras veían a los niños.

Katya al darse cuenta de que su amiga había llegado, no dejaba de mirarla acusadoramente.

Saludó a todos y sus hijos corrieron a su encuentro, Katya sólo le había hecho un pequeño gesto con la mano como saludo.

Un rato después, Larissa se retiró a la cocina para sacar del horno lo que estuvo cocinando y Oleg la siguió para ayudarla a poner la mesa.

K- Pensé que tardarías algún día más en tu “asunto importante”

Y- ¿No estarás molesta por eso?

K- ¡No, para nada!...
Solo respóndeme algo, ¿ese asunto importante no tendrá que ver con cierta pelirroja de la cual no quiero mencionar su nombre?

Y- Mmm… Solo fue un asunto personal Katya, lo importante es que ya estoy aquí.

K- ¿Desde cuando tienes secretos conmigo Yul? ¿Te cuesta tanto responder a mi pregunta?

Y- Está bien, te lo contaré… Pero no aquí y promete que no te molestarás.

K- ¡Pff, ya me imagino por donde va la cosa si me haces prometerte eso!...

Larissa y Oleg llamaron a todos para que entrasen a cenar, incluyendo a los guardaespaldas que estaban allí.
Luego de un par de horas, Yulia, sus hijos y Katya salieron de allí rumbo a la casa de la ojiazul.

Una vez que estuvieron en casa, Yulia le pidió a sus hijos terminar alguna tarea escolar que tuviesen pendiente, mientras ella y Katya hablaban en el despacho.

K- ¿Ahora si me puedes responder lo que te pregunté en casa de tus padres o juego a adivinar?

Y- Te lo diré, solo no vayas a enojarte…

K- No te prometo nada… Te escucho.

Y- Tú… Tienes razón, he estado saliendo con Lena

K- ¡Pff, no sé por qué no me sorprende!.... ¡Dios, dame paciencia por que si me das fuerza la mato!

Y- ¡No seas exagerada Kat, no es para que te pongas así!

K- ¿Que no es para que me ponga así? Yul, el hecho de que ustedes dos se vean o se hablen siquiera es para preocuparse…
Nunca termina nada bien cada vez que se vuelven a encontrar y sí admito que a veces me causa un poco de gracia molestarte con Katina y hacerte bromas o que sé yo, pero esto de que estén saliendo se sale de todo contexto.

Y- Pues no veo el problema Katya, ambas hemos madurado ¡ya no somos adolescentes!

K- ¿Se te atrofió el cerebro o algo así? El problema es que siempre se hacen daño, aunque no lo quieran así…
Y no me salgas con que el pasado es pasado y esas pendejadas, sé muy bien que te ablandas mucho con ella. ¡Es como si sufrieras de amnesia!

Y- ¿Ves? Es por esto que no quería contarte nada, al menos no tan pronto…

K- ¡No! Es que es el colmo Yulia, ¿acaso creías que no me daría cuenta tarde o temprano?

Y- Iba a contártelo, pero no ahora.
Ya ni modo, ya lo sabes y no entiendo por qué te pones así…

K- Será tal vez por que he sido tu mejor amiga durante años y te conozco bien… Yo estuve en cada una de las ocasiones en que estuviste llorando por ella, nunca me separé de ti y me tragué tu dolor como propio por que me dolía verte así, incluso cuando pasaste lo del cáncer y ella ni una sola vez fue a verte al hospital o por lo menos llamarte aunque fuese una vez.

El Amor Nunca Terminó Donde viven las historias. Descúbrelo ahora