Capítulo 3

387 33 4
                                    

Inessa esperaba con ansias y entusiasmo a Lena y Aleksandr. Desde la cena de año nuevo no había vuelto a ver a su hija y su nieto.

Cuando Lena le anunció que iba a divorciarse de Sasho, Inessa no estuvo  de acuerdo, pero Lena ya no era la adolescente que dejaba que su madre decidiera su vida, no le quedo de otra que aceptar la separación de su hija…

I- ¡Estás radiante, no cambias en nada cielo! Tu mirada muestra un brillo que no había visto desde que eras una jovencita.

L- Hola mamá, me alegro de verte. -besando su mejilla- también te ves bien.

I- Y tú estás cada vez más grande y lindo -tomando de las mejillas a Aleksandr y dándole besitos- te compré unos juguetes, ve a un lado de la chimenea y allí los encontrarás.

Ale- ¡Wiiii! Gracias abue Inesha.

Fue corriendo a buscar sus juguetes nuevos, entre los cuales había un pingüino de peluche…

I – Ahora Elena, ¿me puedes contar bien que fue lo que pasó con mi querido yerno?

L- ¡Ay por favor, no te hagas mamá! Sabes que Sasho era un vividor, inútil y mantenido. Tú fuiste quien me lo puso entre ceja y ceja para casarme con él.

I- Claro, lo prefería a él que a la desvergonzada de la Volkova. Esa mañosa chiquilla pervertida que sólo iba a arruinar nuestra reputación ante los demás, que dirían mis amistades sí…

No pudo terminar lo que estaba diciendo ya que Lena la interrumpió con una seña de la mano al ver que entraba una llamada a su celular.

L- Mamá debo contestar, es Olga…

Lena contestó la llamada, agradeciéndole a Olga el ser tan oportuna, ya que no estaba de humor para escuchar los sermones que le estaba dando su madre.

Olga quién es su representante, le decía que debían verse en 3 días para una reunión sobre unos proyectos que tenía la pelirroja en puerta y así quedaron.

Lena y su hijo pasaron la mañana con su mamá, antes del mediodía llegó a casa su hermana Katya.
Se prepararon para ir al restaurante al aire libre en donde sería su almuerzo con los demás miembros de su familia.

El almuerzo fue entretenido, conversaron con algunas tías y primos, se tomaron fotos y todos estaban muy alegres…

Yulia regresó a su casa para darse un baño y cambiarse para ir a buscar a sus hijos a la casa de sus padres.
Tomó su camioneta y condujo hacia allá.

Al llegar fue recibida por Vika, quien apenas vio que su madre estacionó el auto, salió corriendo con el celular en la mano.

V- ¡Mamá, mira mira!

Y- Hola hija, estoy bien gracias por preguntar. -tono sarcástico-

V- Lo siento mami… Hola mamá, mira es que quiero mostrarte algo y no puede esperar.

Y- A ver Vika ¿que es eso tan urgente que no puedes esperar para mostrarme?

Vika le mostró el celular a su madre, donde salían fotos de Lena a su llegada al aeropuerto de Moscú el día anterior, otras donde Lena tenía a su hijo en brazos cubriendo su carita con la capucha de su chaqueta y algunas notas de prensa donde decían que era muy probable que la pelirroja se divorció de su esposo, pues no se les veía juntos desde hace un tiempo.

V- ¿Ves mamá? -sonriendo mucho- mi mamá Lena está aquí, quisiera verla y conversar con ella.

Y- Veo que aún sigues pensando en ella como tu “mamá Lena”… ¡Ay mi amor! yo también quisiera verla, pero ya sabes que eso por ahora no puede ser...

El Amor Nunca Terminó Donde viven las historias. Descúbrelo ahora