Capítulo 33

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Aparcó y vio el auto de Yulia allí, sonrió al ver que tenía razón y empezó a caminar aquel sendero boscoso que conducía a lo alto de aquel lugar que era el favorito de la ojiazul.

Marcó el número de Katya y le avisó que había encontrado a Yulia y todos en casa suspiraron de alivio al saber que Yulia estaba bien…

Y allí estaba Yulia bajo la sombra de aquel árbol, sobre la manta de picnic, con una copa de vino en su mano y la mirada perdida observando el paisaje.

Lena con la mayor cautela posible se acercó sin hacer ruido alguno y la contempló por unos segundos hasta que Yulia empezó a hablarle.

Y- ¿Cómo supiste que estaba aquí Lena? -le dijo a la pelirroja aún sin voltear a mirarla-

L- ¿Cómo sabías que soy yo?

Y- No necesito verte para darme cuenta de tu presencia cuando estás cerca, ya te lo había dicho una vez que conozco tu olor, es inconfundible…

L- Aahh sí, es cierto…

Lena se acercó más a ella, hasta que se sentó a su lado y observó como Yulia tenía allí con ella una botella de vino casi vacía, desvió su mirada y se concentró en el rostro de Yulia que lucia cansada, sus ojos estaban opacos y suspiraba dándole otro sorbo a su copa.

Y- No respondiste mi pregunta… ¿Cómo me encontraste aquí y por qué?

L- Yulia, yo te estuve llamando toda la mañana pero no hubo respuesta… Entonces decidí ir a buscarte a tu casa y allí estaban tus padres, tus hijos y Katya preocupados por no saber de ti y hablando con ellos recordé esté lugar y supuse que estarías aquí.

Y- Aahh… Lo siento, yo solo quería estar sola.
¿Pará qué me llamabas? Dejé olvidado mi celular en casa -dijo sin mucha emoción-

L- Es que quería saber como estabas y tal vez si estabas disponible invitarte a un café o algo

Y- Bueno como puedes ver estoy bien…

L- No Yul, por lo que puedo ver no lo estás… ¿Te sucede algo, quieres hablarlo?

Y- ¡Uff! -suspira- la vida… eso es lo que me sucede.

Yulia terminó de tomarse el contenido de su copa de un solo trago y volvió a llenarla con lo que restaba de aquella botella acabando así con el vino y justo cuando se iba a llevar la copa a los labios, Lena se la quitó de las manos y se bebió ella la copa completa.

L- Lo siento, de repente sentí sed… Te dejé sin vino ¿no traes más?

Y- Solo compré una botella, era para pensar nada más no para ponerme borracha…

L- Entiendo… Yulia, ¿el que estés así tiene que ver conmigo? Se sincera por favor.

Yulia volvió a suspirar y se tomó un momento para ordenar sus pensamientos, poco a poco volteó para quedar frente a Lena y la miró directamente a los ojos, un nudo se hizo en su garganta y agachó la cara, pero Lena puso su mano derecha sobre la de ella alentándola a hablar y Yulia volvió a mirarla.

Y- Yo… Si Lena, estoy así por ti…
Pero no quiero que te sientas culpable o responsable de alguna forma, esto es algo mío y yo sola tengo que afrontarlo.

L- Yulia…
Creo que este es el momento para tener la conversación que nos hemos negado a tener por años, siento que debemos sacar todo aquello que hemos guardado para nosotras mismas.
Nos debemos esta conversación, es lo justo.

Y- Creo que… Creo que tienes razón Lena. Lo necesito, lo necesitamos…

Ambas se acomodaron en la manta de picnic de tal manera que quedaron frente a frente, Lena tomó a Yulia de ambas manos dándole fuerza para que pudiera hablar y sentirse tranquila y así también ella estarlo.

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