-¡Tú tienes la culpa de todo esto!
No sé como digerir todo lo que está pasando. No sé como empezar ni como terminar.
La palabra "Culpable" me tortura y no me deja pensar con claridad.
Siempre he dicho que Madison era mi debilidad, es inevitable y me...
Abrí la puerta de mi apartamento con esperanzas de encontrar una señal de James, pero no había ningún rastro de él.
Tiré las llaves, los tacones, y la maleta en la entrada y fui directa hacia el sofá. Me tumbé mirando hacia el techo, me sentía vacía sin James, depender de alguien emocionalmente es una de las peores sensaciones que le puede pasar a cualquier persona.
Oigo como se abre la puerta y veo a James con los ojos rojos y la mirada puesta en mí. Rápidamente le levanto del sofá y camino hacia él preocupada. No dudo en tirarme hacia sus brazos y abrazarlo como nunca, el chico traga saliva, cierra los ojos y me acaricia el cabello durante el abrazo.
—¿Qué te ha pasado? ¿Dónde estabas? —Le digo con la voz entre cortada. —He estado liado —Me dice nervioso mientras cierra la puerta.
Asiento viendo como el chico camina hacia el sofá y se sienta como si no hubiera pasado nada, como si estos días no hubieran pasado.
—Estoy feliz de tenerte de nuevo en casa —Le digo sentándome a su lado y esperando a que me cuente qué diablos llevaba haciendo este tiempo. —Y yo Madi —Me responde frío pero con una mirada dulce y calmante. —¿Has estado bien todo este tiempo? —Intento sacarle alguna información, mis radares como novia comienzan a activarse. —Si —Me dice seco y distante.
Intento mirarle a los ojos para saber qué todo está bien, no se si su estado de ánimo tiene algo que ver con su padre y su hermano.
—Hay una fiesta más tarde —le digo intentando animarle. —Besé a Anna en la fiesta —Suelta rápidamente con los ojos rojos.
Me separo de él y me quedo en silencio, un torbellino de emociones recorre todo mi cuerpo, la rabia y la tristeza se apoderan de todo mi ser.
—¿Cómo? —Le digo con voz temblorosa.
Me levanto del sofá y el chico me mira mientras sus ojos sueltan un par de lágrimas las cuales se limpia rápidamente.
—Tienen un vídeo y Anna me estuvo extorsionado y jodiendome la vida —Dice tragando saliva al final. —¿Por qué? —le pregunto mientras lloro. —¿Qué se te pasó por la cabeza para hacer eso y porque no pensaste en mí? —Le digo con todo el dolor del mundo. —Iba muy borracho, tú me viste como iba en la fiesta del fin de año, me dijeron que estabas en una habitación y no dudé en subir por si necesitabas algo, y en esa habitación estaba Anna... —Dice con rabia y dolor. —¿Por qué no me lo contaste James? —Me cruzo de brazos y lo observo mientras me limpio las lágrimas rápidamente. —No quería perderte —Asiento enfadada varias veces mientras suelto una mueca. —Pues lo has conseguido —Mis palabras se reflejan en la mirada de James. —Vete James —Le digo mirando la puerta.
Mi corazón va a explotar y la garganta me duele por la rabia contenida en mí. James se levanta y me mira fijamente.
Miro hacia otro lado mientras intento llorar lo más disimuladamente. Respiro hondo sintiendo sus miradas y su tristeza.
—No iba con esas intenciones Madi, yo te amo y tú lo sabes.. —Le corto rápidamente. —Que hubiese pasado si hago yo lo mismo con algún chico, te hubieras largado y acostado con Anna o con Loren miles de veces con tal de desahogarte —Le levanto la voz. —No entiendes que tus actos por culpa de la bebida hacen que las personas que te rodeen sufran mucho James —Le digo entre lágrimas. —No puedes liarte con Anna y que todo esté bien porque no lo está —Doy vueltas por el salón mientras respiro angustiada. —Desapareciste, me dejaste sola James, estuve todos estos días pensando cada puto minuto en tí, y me lo pagas así —Lloro desconsolada
James se queda frío e immolizado, aprieta los puños y traga saliva mientras me observa. Se que se está maldiciendo miles de veces en él mismo, se que está roto y busca una solución para poder arreglar todo esto.
—Quería que te enterarás de mí antes que cualquiera —Dice el chico. —Vete James —Le suplico mientras lloro.
James camina lentamente hacia la puerta, sus ojos están rojos y su corazón partido. Le doy la espalda mientras me limpio las lágrimas e intento no perder la cordura.
Oigo como la puerta se cierra y un silencio me absorbe por completo dejandome inmóvil. Decido sentarme en el suelo y apoyar mi cabeza en mis piernas. Comienzo a llorar como cual niña pequeña en una rabieta. Siento como todo se cae delante de mí, como mis sentimientos recaen y como la tristeza gana cualquier tipo de batalla en mi interior. Mi móvil comienza a sonar, es Dan. Decido no cogerlo y darle la vuelta al móvil en el suelo.
Me levanto lentamente y dolorida. Camino hacia mi habitación mientras me limpio las lágrimas con mis puños.
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