°•Capítulo 18•°

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Narra Madison

Las canciones de Chase Atlantic me hacen desviar mis malos pensamientos hacia otro lado. No se si James era uno de mis mejores amigos o incluso si éramos algo más, lo único que sé es que me conoce, me conoce y demasiado.

Es inevitable no pensar en el pasado y ver todo lo que he vivido con cada una de estas personas. Es frustrante todo lo que estoy viviendo pero quiero volver a recordar y vivir de nuevo los momentos.

—¿En qué piensas Madison? —Algo en mí se enciende, sus palabras me hacen recordar.

Lo tengo en la punta de la lengua y no puedo evitar mirarlo impresionada. Es todo un logro recordar aunque sea una frase de alguien.

—Recuerdo que no parabas de decirme eso —James para el coche en medio de la oscuridad y no puedo evitar mirarlo.
—Si, lo decía bastante —Sale del coche y yo hago lo mismo.

Al mirar la ciudad algo en mi vuelve a palpitar. James me hace recordar, y aunque sea frases y sitios que no comprendo ni entiendo tal vez aquellas palabras y este sitio un día fueron muy importantes para mí.

—Es mi sitio —Musita caminando hacia el acantilado.
—Es impresionante —Susurro mirando las luces y el cielo oscuro.
—¿Venía aquí a menudo? —James se voltea para mirarme y se encoje de hombros.
—Veníamos —Me corrige.
—Y si —Suelta una mueca.

Camino hacia el filo del acantilado y observo detenidamente la ciudad a su lado. Hay varias botellas las cuales James las coge y las tira hacia el vacío.

—Tienes que tirarlo en un contenedor —Se para en seco.
—Haré lo que yo quiera  —Farfulla.

Es demasiado grosero al igual que antipático pero gracias a él estoy recordando poco a poco algunas cosas.
Lo miro molesta y contemplo de nuevo la ciudad. James una vez ha terminado de tirar todas aquellas botellas de alcohol por el acantilado se sienta en el filo de este.
Me siento a su lado sin rechistar y puedo ver como suelta una mueca.

—¿Pasa algo? —James niega.
—Solo que echaba de menos esto —Me abrazo a mi misma ya que hacia frío y lo miro.
—Estar aquí —Asiento con una mueca.
—¿Llevas mucho tiempo sin venir? —James suelta una carcajada enseñando aquellos hoyuelos.
—No lo decía de esa forma pero no, no llevo mucho tiempo sin venir —Lo miro extrañada sin entender lo que quiere decir.
—¿A qué te refieres? —Miro hacia la ciudad.
—Hace mucho tiempo que no estamos aquí —Trago saliva y jugueteo con mis dedos.
—Cuando despertaste vine aquí a emborracharme, no soportaba que hubieses perdido la memoria así que quería perderla yo por unos instantes —Lo miro dolorida.
—Me arrepiento mucho de todo lo que seguramente hice para acabar perdiendo la memoria —James niega.
—Tu no tienes la maldita culpa de nada Madison —Parece alterado pero intenta tranquilizarse mirando a la ciudad.
—¿Entonces? Sé que me escondes algo al igual que todo el que me rodea —James aprieta su mandíbula.
—No quiero que me veas de otra forma —Niego.
—¿De otra forma? James estamos hablando de mi pasado, de el accidente ¡he perdido la maldita memoria! —James suspira y su pasotismo me hace llegar a la maldita locura.
—A sido una mala idea esto, no debería haberte dejado subir al coche —Me explica enfadado.

Me hierve la sangre, tengo ganas de gritarle y desahogarme con alguien, quiero saber la maldita verdad.

—¿Qué ha sido una mala idea? Tal vez haya sido una mala idea venir a esta estúpida universidad y conoceros a todos  —Le grito, me levanto y camino de un lado para otro.
—Si, eso es más lógico —Murmulla dándome la espalda.
—Bebía alcohol y averigua qué más cosas hacía —Mi mente empieza a imaginar espantosos escenarios de los cuales rezo porque sean mentira.
—¿He fumado? —Me paro en seco mirando nerviosa a James.
—No Madison —Gruñe James.
—¡¿Ni marihuana?! !No me mientas James, tengo que saberlo! —El chico pierde los nervios.
—¡No, Madi no! —Levanta la voz.
—He hecho el... ya sabes... —Murmullo nerviosa.

James se levanta del suelo y me mira nervioso.

—James... ¿No verdad? —Trago saliva y el chico niega.
—No —Responde mucho más calmado.

Vuelvo a respirar pero en sus ojos noto como la presión y tensión se apoderan de él.
Mi móvil empieza a sonar y nada más cogerlo puedo ver como es Gabriel.

—¡Oh dios! —Cogo la llamada y miro a James.
—Hola Gabriel —Digo con una sonrisa.
—¿¡Dónde demonios te has metido Madi!? —Su voz es firme, me recuerda demasiado a la de mi madre.
—Ya voy para ya —Le cuelgo estresada y miro a James.

El chico aprieta sus puños y mira detenidamente al móvil. Me mira con demasiado odio y después de unos segundos de silencio decide ir hacia el coche sin decir ninguna palabra.

Odio como me mira cuando está molesto, odio que me sienta tan vulnerable a su lado, odio no saber nada de él y odio su inevitable tentación de querer conocerlo un poco más aunque sea arriesgado y peligroso.

Sólo quiero recordar.

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¡Hola preciosxs!

Si, lo sé, sé que es muy corto, pero no tengo nada de tiempo y os prometo que en cuanto acabe los exámenes subiré más seguido y capítulos más largos.
También quería agradecer el apoyo, me mandáis muchos mensajes por Wattpad y la verdad me vuelvo loca leyéndolos al igual que Instagram, allí es impresionante, sois una maravilla de personas y me hacéis muy feliz.

¡Os quiero!

Peligrosamente Inevitable® ✓ (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora