°•Capítulo 50•°

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Narra James:

Me duele demasiado la cabeza, el sol que entra por la ventana me hace gruñir al igual que abrir los ojos para saber dónde diablos estoy.

Trago saliva al ver que estoy en la habitación de Colton, la camisa que me había comprado Madison se encontraba en el suelo arrugada.

—Joder... —Musito mientras me levanto lentamente.

El dolor de cabeza se intensifica, al mirar en la pequeña mesita de noche puedo contemplar como hay un vaso de agua y una pequeña pastilla a su lado. Estiro mi brazo hasta llegar a la mesa que hay junto a la cama y no dudo ni dos segundos en tomarme aquella pastilla.

Una vez me la tomo recojo mi camisa del suelo, al ir a cogerla puedo ver como uno de mis puños está ensangrentado, varias vendas cubrían mi herida, pero un dolor fuerte aparece.

—¿Qué cojones...? —Gruño mientras toco la herida.
—Estás despierto... —Dice Madi con una sonrisa.
—No me acuerdo de nada ¿Qué es esto? —Le pregunto por mi herida.

Madison se apoya en el marco de la puerta mientras se cruza de brazos. Llevaba el mismo vestido de ayer y parecía demasiado cansada.

—Tuviste una fuerte pelea con tu hermano —Asiento mientras aprieto mi mandíbula al igual que mis puños.
—Joder... —Digo demasiado cansado mientras toco mi cabeza.
—Oye, gracias por la pastilla —Madi asiente con una mueca.
—De nada —Responde.

Me froto los ojos y continuo abrochándome mi camisa, Madi se acerca a mí y coge mi mano observando como la sangre ha traspasado aquel vendaje blanco.

—Deberíamos ir al hospital a que te miren eso, te saqué todos los cristales y te limpié las heridas, pero puede que necesites algún que otro punto —Niego retirando mi mano y tragando saliva.
—No importa no me duele —Miento.

Madi asiente y camina de nuevo hacia fuera de la habitación. Los pasillos se encontraban llenos de vasos al igual que alcohol derramado. Cuando pasamos por el baño puedo ver como el cristal se encuentra roto.

Al bajar al salón puedo ver como Colton se encuentra durmiendo con unas cuantas chicas en el sofá.

—Despierta —Le digo molesto dándole un empujón.
—¡Colton! —Elevo de nuevo la voz.

El chico gruñe y abre poco a poco los ojos contemplando como su salón está totalmente destrozado.

—¿Menuda fiesta no? —Saco la billetera de mi bolsillo.
—Por el cristal —Colton coge el dinero y me mira extrañado.
—¿Qué has hecho James? —Me dice preocupado.

Colton mira mi mano y gruñe cerrando de nuevo los ojos y apoyándose en una de las chicas.

—Nos vamos —Madi niega.
—No pienso dejar que recoja todo esto Danna sola —Ruedo los ojos por su dichosa educación.
—¿En serio crees que Dan va a recoger todo esto? Vámonos Madi —Camino hacia la puerta viendo cómo la chica se cruza de brazos.
—Puedes irte Madi, ya me las apañaré —Le dice Colton.
—Está bien... —Dice la chica cogiendo su abrigo.
—Adiós Colton —Madi camina hacia mí.

Cierro la puerta de la casa y caminamos hacia el coche. Me meto las manos en los bolsillos y cierro por unos momentos los ojos, ya que la claridad me hace que me duela mucho más la cabeza. El frío me hace temblar e intento ir lo más rígido para que aquel asqueroso aire congelado deje de causarme escalofríos.

—¿Te acuerdas de algo? —Me dice Madi cortando aquel asqueroso silencio.
—No. —Respondo cogiendo aíre.

Ella traga saliva y continua caminando a mi lado, el coche estaba cerca así que cuando llegamos no dudo en encender la calefacción al máximo. Me apoyo en el respaldo del asiento algo cansado mientras espero a que la calefacción derrita la fina capa de hielo que se había formado en los cristales. El volante estaba congelado y mientras esperamos no dudo en mirar a Madison.

—¿Estás bien? —Saco a Madison de sus pensamientos y rápidamente me mira.
—¿Y tú? —Asiento apretando la mandíbula.
—No sé por qué estabas así, nunca te había visto tan enfadado —Dice Madi nerviosa.
—Daniel me saca de quicio Madison, también había bebido bastante, no era un buen momento para joderme —Le digo enfadado.
—Tienes razón, pero tienes que dejar a un lado tu hermano —Trago saliva.

Mis manos agarran con fuerza el frío volante del coche, lo pongo en marcha y nos dirigimos después de una larga noche al apartamento.

Todo me da vueltas, en mi mete lo de ayer no ha pasado, pero supongo que esa es una de las ventajas ahora de estar en un nuevo año, intentar no recordar nada del anterior solamente las cosas buenas, es decir, Madison.

Las canciones que pone Madison de Dean Lewis me relajan un poco, me duele bastante la cabeza y acelero bastante para llegar lo antes posible al apartamento y poder descansar.

No tardamos mucho, al llegar dejo mis zapatos llenos de nieve junto a la entrada, Madison hace lo mismo y los dos nos dirigimos hacia la habitación. Me tumbo totalmente en la cama y cierro los ojos por unos segundos.

—Esto solo acaba de empezar... —Oigo la voz de Anna en mi cabeza la cual me hace dar un sobre salto.

Madi rápidamente se gira y me mira extrañada mientras se quita sus pendientes.

—¿Estás bien? —Trago saliva y asiento.

Debería darme una ducha para relajar mi cuerpo al igual que mi mente.

Veo como Madi camina hacia mí, me encontraba tumbado en la cama, ella se sube encima y se quita el vestido quedándose en ropa interior.
Todo aquel frío que llevaba en el cuerpo desaparece y ahora solo quiero arder con ella.

—Eres preciosa —Le digo tocando sus caderas hasta llegar a sus nalgas.
—Me alegra haber empezado el año a tu lado —Me dice la chica mientras se acerca para besarme.

Cojo el mechón de su pelo ondulado y lo llevo hacia su oreja, ella sonríe mientras nos miramos y no puedo evitar derretirme con su sonrisa.

Madi me besa lentamente mientras se mueve lentamente para subirme de temperatura. La agarro fuerte de las nalgas y subo rápidamente para quitarle el sujetador. Me duele la mano, pero con una puedo quitarle el sujetador perfectamente.
Quito a Madi de encima mía y la pongo a un lado de la cama, mi boca va directa hacia sus senos y veo como ella me acaricia mi cabello de forma cariñosa. Bajo mi otra mano hacia sus partes y le quito lentamente la ropa interior, una vez está totalmente desnuda no puedo evitar acariciar sus partes y hacerla delirar.

—James... —Respira hondo mientras le hago círculos en su vagina.

Al introducir mis dedos veo como el fuego recorre todo su cuerpo, sus gemidos me hacen delirar, al aumentar de velocidad Madi pierde totalmente el control de ella misma. Me besa el cuello parándose de vez en cuando para gemir.

—Te amo Madison —Le digo viendo cómo respira agitada.

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Felices fiestas hermosos!!!

Os quiero mucho y espero que este año os vaya muy bien y estéis todos sanos!

¡¡Un beso!!

Peligrosamente Inevitable® ✓ (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora