Peligrosamente Inevitable® ✓ (2)

°•Capítulo 30•° (Maratón 2/3)

Narra Madi:

Había salido a dar un paseo entre la nieve, me gusta demasiado este clima y siempre me a encantado ver los árboles y los tejados de las casas repletos de aquella agua blanca.
Al llegar a mi casa me limpio los zapatos en la entrada y antes de llamar al timbre alguien me para.

—¡Madi! —Oigo decir detrás de mí.

Al voltearme puedo ver a Gabriel acompañado de una mujer de la edad de mi madre. Aquella mujer se me hace familiar y no puedo evitar soltar una sonrisa nerviosa.

—¿Gabriel? —Le digo con una sonrisa forzada.
—Hola cariño —El chico me da un beso en la mejilla y me hace pararme en seco.
—¡Hola Madi, estás guapísima! —Al oír su voz empiezo a encajar aquel puzzle que me estaba dejando helada.

Es la madre de Gabriel pero ¿Por qué demonios me da un beso? Me hierve la sangre pero Gabriel llama al timbre y me mira nervioso.

—¡Aquí estáis! —Dice mi madre demasiado feliz.
—Tenía ganas de que llegaseis —Ruedo los ojos y entro dejándolos en la puerta.

Miro por el salón al igual que la cocina,  el comedor y no encuentro rastro de mi hermana. Decido subir a la segunda planta para poder mirar si está en su habitación pero la voz de Tyler me impide llamar a la puerta y quedarme en silencio. 

—Es por eso por lo que quería que lo dejásemos Alisson, no podéis hacerle eso a Madi ¿Sí ella es feliz con él por qué demonios no la dejáis? —El corazón se me parte al escuchar sus palabras pero antes de interrumpir me gustaría escuchar a Alisson.
—¿Creés que yo no quiero que sea feliz Tyler? —Solloza.
—Pero es mi madre la que lo decide yo no tengo poder ninguno —Tyler gruñe enfadado.
—Estoy cansado de tu madre —Oigo como un silencio aparece.
—Yo también —Responde después de unos segundos Alisson.

Decido bajar al salón donde se encontraba Gabriel y su madre. Gabriel me mira y no puedo evitar mirarlo molesta.

—¿Y cómo vais? —Mi madre rápidamente me mira.
—Eso... —Suelta con una sonrisa forzada.
—¿Cómo vamos de qué? —Respondo de brazos cruzados.
—Genial —Dice Gabriel.
—Estamos genial —Gabriel me mira demasiado nervioso mientras niega lentamente con su cabeza.
—No sabes lo feliz que estoy porque mi hijo esté con una chica como tú Madison —Suelto una sonrisa forzada y asiento.
—Voy a por algo de beber ¿Gabriel me ayudas? —Le digo al chico mientras camino hacia la cocina.
—Por favor tráeme un vaso de agua cielo —Oigo decir a la madre de Gabriel.

Al llegar no puedo evitar, al momento que Gabriel entra, cerrar la puerta y mirarlo demasiado furiosa.

—¡¿Cariño?! ¡¿Qué estamos genial?! —Levanto la voz viendo cómo Gabriel me manda a callar.
—Mi madre no lo sabe aún —Ruedo los ojos molesta.
—¿¿Y por qué demonios no le has presentado a Lydia?? —Gabriel niega varias veces.
—Todos estos años me ha estado martilizando para que te pida salir Madi, desde que éramos pequeños —Aprieto la mandíbula.
—Me da exactamente igual —Le digo con demasiada furia.
—Necesitarás mi ayuda Madi, no es bueno que me tengas como enemigo —Resoplo con una sonrisa mientras me cruzo de brazos.
—Sé que sientes algo por James y que ya te has enterado de todo lo que pasó entre vosotros y sabes perfectamente el odio que le tiene tu madre a James —Me pongo algo nerviosa y lo miro menos enfurecida.
—Hazlo por mí, solo son dos días —Suspiro enfadada.
—Me lo pensaré —Respondo haciendo que Gabriel suelte una sonrisa.
—Gracias, gracias de verdad... —Niego.
—Vete de aquí —Camino hacia el frigorífico y cojo una gran botella de agua y varios vasos.