-¡Tú tienes la culpa de todo esto!
No sé como digerir todo lo que está pasando. No sé como empezar ni como terminar.
La palabra "Culpable" me tortura y no me deja pensar con claridad.
Siempre he dicho que Madison era mi debilidad, es inevitable y me...
—Esto no puede ser verdad —Dice Dan caminando de un lado para otro. —¿Qué pasa si le decimos la verdad? —Musito. —Creo que no deberíamos decirle nada —Explica Dan. —Le están mintiendo otra vez Dan, no podemos dejar que le vuelvan a hacer daño —Puedo ver como me mira Madi. —Contadme lo que pasó aquel día —Se le nota que está alterada y enfadada.
La puerta de la habitación se abre y entra su madre la cual nos mira demasiado endurecida.
—Fuera —Nos dice.
Dan y yo nos miramos, no tenemos ganas de discutir pero tampoco tenemos ganas de que le vuelvan a mentir. No es justo.
—¿Por qué no le cuentas a tu hija lo que pasó realmente? —Miro a Dan impresionado. —¡Eso no es problema vuestro, está recuperándose! —Nos grita viendo cómo Madi nos mira preocupada. —Pero Mamá...—La interrumpe. —Madison Hart como te acerques a esta gente no volverás jamás a la universidad —La amenaza.
Dan abre la puerta bruscamente y sale de allí lanzándole miradas asesinas a la señora Hart. Yo miro a Madison la cual me mira apenada y asustada.
—¡Qué te den! —Dice Dan caminando por los pasillos enfurecida.
Camino detrás de ella viendo cómo se para en seco y se voltea a verme.
—¿Qué coño hacemos? —Siento que está alterada pero yo estoy demasiado destrozado. —Hacerle caso —Camino hacia el ascensor. —¿Qué? —Dice con los ojos demasiado abiertos y algo alterada. —Pues eso Dan, no pienso meterla en más problemas —El ascensor se cierra pero la chica pone el pié. —¿Pero que te pasa James? —Levanta la voz. —¡Que estoy cansado Dan! ¡Te he dicho que no va a funcionar que la hemos perdido! —Le grito dándole al botón varias veces. —¡James Johnson ni se te ocurra! —Mis ojos se ponen rojos y puedo ver como ella suelta una lágrima. —Es mi amiga y no pienso dejarla sola —Musita con la voz rota. —Y es tu novia, deberías hacer lo mismo —Niego. —Nunca ha sido mi novia —Le digo con frialdad. —Pero James... —Le quito el pié de la puerta del ascensor y este se cierra rápidamente.
Bajo las escaleras de la entrada del hospital, voy a los aparcamientos y camino hacia el coche de Colton. El frío hace que me duelan los dedos pero me duele mucho más el pecho. Me siento destrozado, siento que me lo merezco por todas las cosas que he hecho y lo peor aún por todo el daño que le hice a Madi. No paraba de marearla, si lo llego a saber no hubiese perdido tanto el tiempo, no le hubiese dicho que éramos solo amigos ya que había algo más, sentíamos algo más pero parece que todo ha terminado.
Al llegar al campus universitario puedo ver como una chica se encuentra sentada en mi puerta. Pienso que seguramente será alguna chica que estará perdida o ebria por las botellas de cerveza que se encuentran a su lado. Al acercarme mucho más puedo ver como es Anna.
—¿Qué haces aquí? —La chica se levanta rápidamente y se limpia sus pantalones negros. —Sé que lo estás pasando mal, solo quiero ser tu amiga —Niego y abro la puerta. —Tengo cerveza James y más en el coche pero no podía con todo —Me volteo antes de cerrar la puerta y miro las botellas. —¿De donde las has sacado? —Se encoje de hombros y suelta una mueca. —Estaban en el coche de mi padre, no le importará —Abro aún más la puerta y la dejo pasar mientras ruedo los ojos y suspiro.
Me siento en la cama y puedo ver como camina observando cada rincón de mi habitación.
—Que sepas que solo te he dejado pasar por las cervezas —Suelta una carcajada mientras observa mis libros. —No me gusta la cerveza, toda tuya —Asiento cogiendo una botella y no tardo en abrirla. —¿Son tuyos? —Trago saliva. —De mi madre —Le respondo. —Vaya... Parece que es una fanática de la literatura —Niego. —Era —Le corrijo.
La chica se voltea rápidamente y me observa apenada. Ya nada me afecta y aún menos lo de mi madre está superado aunque siempre que miro la estantería siento como un escalofrío recorre mi cuerpo y como recuerdo su preciosa risa.
—Lo siento mucho —Niego.
Esta situación me hace recordar a Madi, le pasó una cosa parecida y me hace gracia esta patética situación. Sé que Anna está loca por mí, sé que daría lo que fuese por qué le prestara un poco de mi atención, pero realmente no me interesa ni lo más mínimo.
—¿Y tienes música? —Asiento mirando aquel gran alta voz el cual era robado pero va bastante bien.
Pongo varias canciones de Chase atlantic. Okay es mi favorita y siento como algo se apodera de mí y me hace aferrarme aún más a las botellas de cerveza. Me tumbo en la cama y puedo ver como Anna se sienta a mi lado.
—Aléjate —Esta se sienta en la cama de al lado y suelta una carcajada. —¿Qué? —Le pregunto molesto. —Me parece extraño estar en tu habitación —Ruedo los ojos y continuo bebiendo. —Me ha apetecido beber un poco —Asiento viendo cómo camina hacia las botellas las cuales estaban colocadas en mi escritorio.
Coge una de ellas, la abre y le da un impresionante trago. Suelto una carcajada al ver la cara de pleno asco hacia aquel sabor amargo.
—Esto está asqueroso —Ríe. —Te acostumbrarás —La chica asiente y camina hacia la cama.
Después de un par de horas puedo ver como Anna se había quedado dormida en la otra cama. La miro de arriba a abajo y toco mi cabello nervioso.
—Oye —Toco su hombro. —Tienes que irte a tu casa, supongo que mañana trabajas —La chica abre un poco los ojos y asiente. —Si —Bosteza, se levanta de la cama y camina hacia su abrigo. —Te llevaré yo —Niega varias veces. —Gracias pero puedo yo —Niego viendo cómo se tambalea. —No quiero que te ocurra lo mismo por conducir borracha —Digo molesto.
Parece que eso le hace abrir los ojos y asentir nerviosa. Me he pasado pero llevo razón, yo controlo los demás no. Salimos de la habitación y nos ponemos rumbo hacia su casa.
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¡Hola preciosxs!
Se que he estado muuuuuuuy ausente pero estoy demasiado agobiada con todo lo que me está pasando ahora mismo y apenas tengo tiempo. Subiré capítulos cuando tenga un mini tiempo, nunca penséis que voy a dejarlo porque eso nunca sucederá. Espero que me entendáis, os quiero muchísimo.
¡Un beso!
¡Se me olvidaba! Muchísimas gracias por el apoyo y por tantas visitas al igual que seguidores, sinceramente no me lo creo. Nunca iba a imaginar que iba a llegar tan lejos.
La semana pasada Peligrosamente irresistible estaba en el puesto 1 de romance y tan solo quería gritar y saltar de alegría.
