°•Capítulo 33•°

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Narra Madison:

Oigo como mi hermana entra a mi habitación y no puedo evitar soltar una mueca con los ojos cerrados.

—Parece que papá Noel ya ha venido —Musita en mi oído.

Abro lentamente los ojos y suelto una sonrisa al ver a mi hermana tumbada a mi lado con demasiada energía.

—Vamos —Le digo mirando sus ojos azules.

Me cuesta salir de la cama, las sábanas estaban justamente a la temperatura perfecta de mi cuerpo y eso hacia que me sintiera resguardada y protegida del frío.
Al salir mi cuerpo tiembla y noto el cambio brusco de temperatura.
Me coloco mis zapatillas y salgo de mi habitación junto a mi hermana, bajamos las escaleras mientras mi madre se encuentra sentada en el salón.

Nos sentamos junto a mi madre la cual le da varios regalos a mi hermana. Contemplo como los abre con la misma ilusión que todos los años. Unos calcetines y un par de sudaderas hacen soltar una sonrisa a mi hermana.

—Me gustan, muchas gracias me hacían falta —Nos dice a mi madre y a mí.

Procedemos a darle el regalo a mi madre el cual eran varios utensilios de cocina los cuales siempre echaba en falta.
Contemplo a mi hermana y mi madre ¿No tengo regalo? Me pregunto a mi misma algo nerviosa.

—Te toca —Mi madre se levanta del sofá y camina hacia el árbol para coger una pequeña caja.
—No debería por como te comportarse ayer pero creo que es lo que necesitas —Me coloca aquella pequeña caja en mis manos y la contemplo con nerviosismo.

Asiento y me dispongo a abrir la pequeña caja. Al abrirla puedo ver una llave plateada la cual me hace que mire a mi madre impresionada.

—¡¿Un coche?! —Le digo demasiado ilusionada y mirando por la ventana.
—Oh no, no, no —Ríe mi madre.
—No vas a conducir hasta dentro de un buen tiempo —Me dice haciendo que de nuevo mire la llave.
—Es un apartamento —Me dice Alisson con una sonrisa.
—¿Un apartamento? —Miro de nuevo la llave y no puedo evitar soltar una sonrisa.
—Muchas gracias mamá —Rápidamente me levanto para poderla abrazar.
—¿Está cerca de la universidad? —Le pregunto.
—Claro, serás vecina de Gabriel —Abro los ojos y miro a mi madre algo seria.
—Oh… —Le digo impresionada.
—Que bien... —Suelto una sonrisa forzada y miro de nuevo a mi hermana.

Nos disponemos a desayunar, mis tripas rugían pero estaba muy nerviosa, estaba nerviosa por saber que pasará con James. Sé que nos estamos conociendo pero los últimos días en su habitación fueron demasiados satisfactorios, era lo que me hacía falta para dejar de lado los pensamientos que tanto me pesaban y no me dejaban pensar con claridad. Aquellos pensamientos me traían lágrimas y desgracias pero James los hizo desaparecer, es como la calma que tanto deseaba, es como la pastilla que alivia todos mis dolores.

Tyler llega con varios regalos y un ramo de flores para Alisson. Parece que era su forma de pedir perdón por todo lo que les había pasado en su relación. Me parece demasiado tierno y aún más cuándo nos da a mí madre y a mí un pequeño detalle con el cual hace que lo queramos aún más.
Al abrirlo puedo ver como es un reloj, era demasiado bonito al igual que perfecto. Tenía detalles en rosa y también en blanco y las manecillas al igual que los números era de color dorado. Al mirar a mi madre tiene el mismo reloj pero en color azul claro, es muy bonito también.

Abrazo a Tyler dándole las gracias y camino hacia el árbol para darle su regalo. Una vez hemos abierto todos los regalos y hemos desayunado decido subir para preparar mi maleta e irme rápido.

—Es una pena que te vayas tan pronto ¿Vendrás para fin de año? —Dice mi hermana apoyada en el marco de la puerta.
—No creo —Le explico.
—Bueno te ayudaremos Tyler y yo a la mudanza —Niego mientras cierro la maleta.
—Estaré bien... ¿Vale? —Le digo intentado transmitirle tranquilidad y seguridad.
—Está bien... —Me contesta.
—Avísame cuando lleguéis —Suelto una sonrisa.
—¿Lleguéis? —Oigo como suena la bocina de un coche y no puedo evitar quedarme parda en seco.
—Oh no, no, no, no —Le digo demasiado nerviosa.
—No voy a irme con Gabriel, no pienso estar tres horas metida en un coche con él...
—¡¡Madi, Gabriel te está esperando!! —Oigo decir a mi madre.
—No pienso salir —Niego varias veces.
—Como me hacéis esto —Suplico a mi hermana.
—Madi tranquilízate, llegarás antes a la universidad —Niego.
—Me iré en autobús —Camino de un lado para otro.
—Vamos baja ya... —Rueda los ojos mi hermana y no me queda otra que bajar molesta.

Peligrosamente Inevitable® ✓ (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora