Capítulo 9

282 13 0
                                    

<<Christopher>>

El inicio de una nueva semana, la rubia desayuna mientras yo solo la observo ya que yo ya desayune.

El verla ayer platicar con mi madre y convivir, me hizo ver otra parte de Aline, no el de la chica drogadicta o grosera, una amable y dulce que reía de verdad.

-¿Iras a la misa?- le pregunta Clarisa a la rubia.

-Sabes que no, no se porque el sigue haciéndolas, siquiera le importaba mi hermano a su familia.

-Sabes que eso es mentira, el los amaba..

-No- sé pone de pie tomando su bolso de donde saca pasta dental y cepillo. -El no los amaba ni le importaban y nada me hará cambiar de decisión- se comienza a lavar los dientes frente al lava platos.

Mis ojos captan el movimiento de su falda rosa palo, roza en sus muslos por el movimiento, es tan corta que solo bastaría que se inclinara para ver todo... quito mi vista de ahí, esta mal.

Me aclaro la garganta -¿Nos vamos?.

-Si- guarda todo en el bolso, de despide de Clarisa y salimos hacia la camioneta.

Ambos subimos, ella inmediatamente pone música, he notado que le gusta la música clásica, pensé que sería de otro tipo de musica, pero siempre termina por sorprenderme.

-¿Como murió tu hermano? me atrevo preguntar, después de unos minutos de camino.

Escucho como suelta un gran suspiro.

-Estabamos en la misa de mamá cuando entraron hombres armados, comenzó una lluvia de disparos, mi padre me protegía mientras mi hermano y los hombres protegían a mi sobrina y cuñada- se le corta la voz. -Pero obviamente no fue suficiente y mi padre nuevamente los dejó ahí, prefirió dejarlos ahí solo para que yo viviera, es egoísta ¿no lo crees?.

-¿El que?- pregunto.

-El que me obliguen a tener una vida que no quiero, que cada decisión en mi vida sea tomada por el. Siempre estaré rodeada de muerte y sangre por su culpa, y el sabe que puede salir de esto pero no quiere.

Volteo a verla unos segundos, sus ojos están brillosos presos de las lágrimas.

-Se que no me entiendes, pero yo no quiero esta vida, daría lo que fuera porque mi madre esté aquí al igual que mi hermano y su familia, cambiaría a mi padre por ellos- se calla un momento y dejes continua. -¿Podríamos ir al lago en vez de a la prepa?- pregunta.

-No, no podemos desobedecer a..

-Per favore, solo una vez hazle caso a tu demonio y no a tu Ángel- ruedo los ojos al imaginarme dos mini Aline una vestida de Ángel y otra de demonio, una en cada hombro. -Por favor, Chris- niego -Ahi la pasaba bien con mi sobrina, y hoy es otro año sin ella, solo quiero sentirla cerca de mi.

Suelto un suspiro.

-Solo por esta vez Demonio.

-¡Si!- celebra -¿Me llamaste demonio?

-Aja, es lo que eres al hacerme saltar las reglas- ella ríe al igual que ayer, de forma genuina.

-Me gusta, ser un demonio, creo que es más divertido que ser un Ángel- dice mientras cambio de camino.

Nos hundimos en una conversación sobre lo bueno y lo malo que termina con ella enojada haciendo pucheros mientras yo finjo que no me gusta haciendo pucheros. Hacemos una parada para comprar pan para los patos y comida para nosotros.

He notado que no está tan ansiosa como en otros días por la falta de la droga, lo que me hace pensar que talvez pudo consumir.

-¿Te metiste algo?- pregunto cuando estacionó cerca del lago.

-No-responde de inmediato - Desde el día de la bodega no he consumido- asiento.

Bajamos de la camioneta, cargo las cosas hasta llegar a una pequeña mesa con bancas.

-¿Esto te gusta?

-Si, me tranquiliza y me hace recordar los pequeños momentos de felicidad que he tenido.

Observa el lago con una sonrisa, entre triste y feliz, ha de ser una mierda perder a la mayoría de tu familia por una guerra de mafias que ni siquiera es tuya.

La observó darle el pan a los patos, de vez en cuando nuestras miradas se encuentran y nos sonreímos mutuamente, la sensación que me comienza a causar cada que la veo sorier o reír comienza a asustarme.

Ella es la persona a la que debo proteger, no a la que le debo ver el culo y mucho menos experimentar  sentimientos.

Regresa a mi lado y comienza tomar las cosas que compramos, frituras, golosinas, galletas, jugos y no se cuanta porquería más.

-Cuéntame de tu infancia- dice mientras abre las envolturas.

-No- frunce el ceño.

-Yo ya te conté muchas cosas, no me parece justo.

-Soy tu psicólogo- le recuerdo y ella niega.

-No seas idiota y cuéntame- ruedo los ojos, tomo las golosinas pero me las arrebata. -Cuantame o no hay golosinas.

-Tuve una infancia normal, fui un niño querido y mimado, mi padre murió cuando tenía 5 años y los problemas económicos comenzaron pero en ese entonces mi madre hizo todo lo posible porque no lo notara, nunca me faltó nada, hasta que
llego el cáncer de mamá cuando yo tenía 14 años, tuve que buscar opciones y la más rápida y fácil fue la mafia.

-Vaya.. que bueno que tuviste una bonita infancia- me medio sonríe.

-¿Toda tu infancia fue mala?- lo piensa un momento.

-No, los momentos con mi madre son los mejores, pero todo se fue a la mierda cuando tenía 5 años, comenzó la guerra con los Alemanes, cada dos días teníamos que cambiar de casa, era una mierda.

Cuando una lagrima se desliza por su mejilla se me es imposible no llevar mi mano a su rostro y limpiarla, mi mano queda en su mejilla, nuestras miradas se conectan, nuestros rostros se acercan y nuestros labios se rozan...

¿Mi Ángel? o ¿Mi Demonio?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora