Capítulo 7

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<<Aline>>

Me subo a la camioneta par ir a casa, aún sigo temblando, necesito más droga o voy a colapsar. El hombre que Chris capturó va en otra camioneta, lo levan para sacarle información.

—¿Estas bien?— me pregunta Christopher.

—Si, ¿y tu?, ocupas suturas o algo ¿no?— se ríe, no había notado que me gusta su risa.

—No, solo fue un rose— vuelvo a asentir. Coloco música y me dejo influenciar por ella y por la poca droga que queda en mi sistema pues el jodido susto me bajo todo.

Minutos después llegamos a casa, lo primero que botones que hay más hombres de lo normal, bajo seguida de Christopher. Al entrar los brazos de mi padre me reciben, pero rápidamente me lo quitó de encima.

—¿Te encuentras bien  stellina?—

—¿Acaso te importa?— sigo mi camino pero vuelve a hablar.

—Si me importas Aline— me giro hacia el.

—¿De verdad? Si te importa ya te hubieras salido de este mundo de mierda, el cual me quito a mi madre y hermano, pero no tu sigues con la jodida venganza, talvez el día que me peguen un tiro en la frente podrás salirte de esta mierda— grito.

—Aline, eso no fue culpa mía— lo miro mal.

—Fue tu culpa, tu la dejaste ahí, lo de mi hermano también fue culpa tuya, todo es tu maldita culpa, por eso te odio— intenta acercarse pero yo retroceso. Clarisa y Chris no saben que hacer.

—No digas eso porfavor...— noto el quiebre en su voz pero me da igual.

—Que asco venir de ti— finalizó tomando camino hacia mi habitación con los pasos de Christopher tras de mi.

Entro en la habitación, ya no hago el esfuerzo de cerrar la puerta, la dejo abierta para que entre. Me lanzo a la cama con todo y zapatos, me cubro con las sábanas y las lágrimas llegan.

Claro que es el culpable de todo, fue el quien decidió entrar a la mafia y hacer una familia, ¿a quién mierda se le ocurre?. Siento la mirada de Christopher pero no se atreve a hablar, supongo es por los sollozos que suelto.

Me tranquilizo al pasar las horas, el estómago me gruñe y lentamente bajo las sabanas, Christopher está viendo su móvil sonriente, talvez hable con su novia.. imposible trabaja las 24 horas del día cuidando de mi, nadie sería su novia.

—¿Puedes conseguir comida?— pregunto con suavidad.

—No— su voz es diferente a como me ha hablado otras veces ¿esta molesto?—

—¿Porqué?—

—Por que tienes miles y puedes conseguir tu propia comida.

—No quiero ver a mi padre, así que per favore traficame comida— veo como trata de ocultar una risita.

—¿No lo quieres ver por vergüenza?—.

—¿Porqué tendría vergüenza?—.

—Por todas las cosas que le dijiste—.

—Todo lo tiene bien merecido.

Me vuelvo a cubrir con las sábanas cuando el recuerdo de mi madre parece. Es imposible que no me duele, o que deje de doler, esas escenas siempre están en mi cabeza, desde mis diez años hasta el día que me muera.

—¿Que haces los domingos?— me limpio las lágrimas y vuelvo a sacar la cabeza.

—Me la paso aquí con Clarisa o en la cónica, no puedo salir o estar sin ella —¿Y tu?— pregunto curiosa por la sonrisa que tenía al ver el móvil.

—Visito a mi madre— asiento.

—Entonces... ¿me consigues comida?— niega. —Anda y prometo no dar problemas en los próximos dos días.

—Mañana es domingo y no estaré, ese trato no me conviene.

—Bien, iré yo— me mira divertido.

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<<Christopher>>

Al siguiente día.

Bajo las escaleras de la gran casa, ayer ya no hubo más drama padre he hija, de echo el día resulto divertido, aunque los momentos donde la rubia lloró me traspasaron un poco. Llego a la cocina donde está ella con Clarisa.

Trae un vestido no tan llamativo como lo que usa, pero igual es rosa.

Trae un vestido no tan llamativo como lo que usa, pero igual es rosa

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Se me es imposible no pasar lo ojos por sus piernas y trasero... gran trasero.

—Buenos días— saludo llamado su atención, sus bellos ojos se posan en mi y me sonríe, me gusta cuando no es la chica testaruda.

—No tienen nada de buenos— se pasa la mano por la nariz, esta desesperada por la droga.

—Buenos días— devuelve mi saludo Clarisa  —No le pongas atención, esta molesta porque no le hice Pay.

—Infantil— murmura y bufa mientras come cereal.

—¿Tu mami está en el hospital o en casa?— pregunta Clarisa llamando la atención de Aline.

—Esta en casa—  ella asiente con una sonrisa. Cuando mamá está en casa es porque se siente bien.

—¿Que le pasa a tu mamá?— pregunta despacio, sin ningun tipo de ironía.

—Tiene cáncer— ella asiente y sigue comiendo, ya apareció la Aline hija de puta. Si no le importan los sentimientos de su padre menos la salud de mi madre.

Comienzo a desayunar en silencio. La veo moverse inquieta y pasarse repetidamente la mano por la nariz. Si se le llega a escapar a Clarisa ira directo a una sobredosis. 

Me pongo de pie recogiendo mi plato, lo lavo y dejo en su lugar.

—¿Te vas?— pregunta Clarisa, asiento y camino hacia la puerta pero la voz de la rubia me detiene.

—Dile a tu mamá que le mando mis mejores deseos y que espero venza al cáncer—

Jodida rubia... Me vuelvo a girar.

—¿Quieres venir?.

¿Mi Ángel? o ¿Mi Demonio?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora