Capítulo 14

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<<Aline>>

Besos por cada día que llevo limpia, no se como pasamos de ser amigos, bueno creo que eso éramos a ser dos personas que se besan de ves en cuando, dos personas que se miran bonito, no se como llegamos a lo que tenemos pero me gusta, me gusta mucho estar a su lado.

No voy a mentir y decir que desde que Christopher llegó a mi vida, le hallé un sentido a mi existencia, el querer pelear con el era motivo para despertarme he ir a la escuela.

Y ahora tengo dos grandes motivos para querer existir, desde aquella sobredosis han pasado dos semanas, las cuales hemos estado yendo a comer con Helen, ella es una hermosa persona la cual estoy agradecida de haber conocido.

Ahora vamos hacia su casa, es el domingo de descanso de Chris. Ahora me da por tomarle la mano casi en todo momento. No sé si por miedo a por ansiedad, pero lo hago y el me deja así que no le incomoda.

Lo único que me molesta un poco es la enfermera de Helen, yo no soy mala con los empleados, pero ella se pasa de confiada tocando el hombro del idiota tatuado, y que el no le diga nada o más bien no note el coqueteo pero molesta, lo bueno que es domingo y la enfermera llega cuando ya nos vamos.

-La próxima semana es el cumpleaños de tu madre, ¿que le puedo regalar?- el niega con una media sonrisa.

-No lo sé rubia, lo que salga de ti, estoy seguro que le encantará.

Me quedo pensando pero no llega nada a mi, lo único que he regalado en un cumpleaños es a un amigo adicto, le regalé algunos dólares para comprarse heroína... pero no creo que Helen quiera heroína.

-No sé me ocurre nada, ayúdame.

-No lo sé...

-¿Tu que le darás?

-No te lo diré, después me vas a copiar.

-No lo haré, vamos dime.

-No- sentencia con una sonrisa, intento soltar su mano para fingir enojo pero no me deja. -Ahi esta bien no la quites.

-No la quito porque no quiero, no porque tu me lo hayas ordenado- lo escucho reir pero decido ignorarlo y fingir enojo.

¿Puede pasar así de rápido? sentir querer a una persona, bueno a dos, porque yo siento que quiero Helen y a Christopher. Ambos me dan felicidad, aunque también me traen miedos, ahora tengo nuevamente los miedos de perderlos...

Ignoro esos pensamientos, Chris no dejará que nada nos pase. Unos minutos después llegamos a su casa, bajo rápidamente y cargo el arreglo de girasoles que compre para Helen, aunque en otra florería ya que Christopher no me quiso llevar a la de la primera vez donde sí había jarrones rosas.

-Talvez no le gusten porque no traen nada rosa- con una mano cargo el arreglo y la otra tomo la mano de Chris.

-Estoy seguro de que le gustaran, la única maniática del rosa eres tu, demonio- ruedo los ojos, ya le gustó decirme demonio.

-No soy un demonio- abre la puerta sin soltar mi mano, entro primero que el, intento seguir caminando pero me detiene llevándome hacia su cuerpo.

-Eres un demonio, mi demonio- ruedo los ojos he intento comenzar una discusión pero sus labios me callan...

Suave, pero excitante, su lengua entrelazada con la mía. Se vuelve salvaje... quiero soltar un sin fin de suspiros, tener su boca pegada a la mía se siente tan jodidamente bien.

Siempre me deja con ganas de más, pero no avanzamos de besos. Su mano toca mi nalga y la aprieta, gimo en su boca en respuesta. Se aleja de mi con una sonrisa, me deja en la entrada principal, agitada y necesitada...siento que me palpita y no el corazón.

Tomo aire antes de entrar de un todo a la casa de Helen, pongo una sonrisa en mi cara la cual se vuelve hipócrita cuando veo a Patricia, la enfermera. No sé porque siento celos, Chris apenas y voltea a verla.

Pero me da mala espina el como mira lo que planeo sea mío. Ella no me cae bien y ojo de loca no se equivoca.

-Aline, pero que bella te vez hoy- me abraza llenandome de su amor maternal.

-Gracias, traje esto para ti, espero te gusten- ella me sonríe y vuelve a abrazarme.

-Me encantan cariño.

Tomo asiento al lado de Christopher y gracias al cielo el toma mi mano, no quería verme como una celosa tomando su mano baja la mirada de la enfermera.

-Bueno, yo me voy solo esperaba a que llegara Christopher para poderme ir en paz-se despide de Helen y de Chris con un beso en la mejilla y a mi ni la mano me da, tampoco me importa, ya que no quiero que me vaya a contagiar algo.

Miro a Helen que está buscando un lugar para el jarrón, algunos días se ve bien y otros no, hoy es un día de los buenos. Christopher va al baño y yo me acerco a Helen.

-¿Patricia te trata bien?- trato de sonar tranquila y nada celosa.

-Cariño, el ni siquiera la mira niego lentamente -He notado como ella lo ve a él, pero sabe que hay límites.

-¿Pero te trata bien?, ¿Se porta bien contigo?- solo un motivo necesito.

-Lo hace, no hay motivos para echarla- toma mis manos y me mira con ojos de amor - No se que tengan tu y mi hijo, pero yo le enseñé a tener respeto por su pareja, el no va por la vida ilusionado chicas- asiento, eso siempre lo he sabido. -Confia en lo que el te demuestra.

Christopher vuelve y comenzamos a platicar sobre lo que Helen a echo en la semana, aún que casi no pueda salir de casa se divierte tejiendo y viendo algunas novelas Mexicanas.

Comemos juntos como casi todos los días. De ves en cuando mi mirada coincide con la de Christopher y me gusta, me gusta que alguien esté al pendiente de mi, si tengo a mi padre pero el siempre me deja con Clarisa o con un guardaespaldas al que no le importo.

Jugamos, reímos y platicamos como una familia cosa que no hacía hace años. Jamás creí que volvería a sentir una felicidad tan grande.

-No sé les olvide que el domingo es mi fiesta de cumpleaños- nos recuerda acompañándonos a la puerta.

-Aqui estaremos- le doy un último abrazo.

-Solo tiene ojos para ti- me susurra, le sonrió.

-Lo sé-se despiden Christopher y ella, con un abrazo y beso, ella le da la bendición y juntos salimos por completo se la casa.

Abordamos la camioneta, yendo hacia casa. Esta vez no coloco música, me gusta el silencio que hay. Quiero preguntarle que opina sobre Patricia pero se que me veré como una loca controladora y no quiero asustarlo, aunque no creo que nada lo asuste, me vio y abrazo aún llena de vomito...

-Dilo- dice de la nada, volteo a verlo -Se que algo quieres preguntar, lo noto, solo tienes que preguntarlo

Dudo por unos segundos, pero terminó por hacerlo.

-¿Que te parece Patricia?, ¿Crees que hace buen trabajo?.

-Supongo que si, mi madre no se a quejado... ¿te dijo algo a ti?

-No, pero quiero saber tu opinión sobre ella- suelta una risita.

-No lo sé, casi no la conozco pero es muy bonita ¿la has visto? parece modelo- suelto su mano bruscamente y comienza a reír.

-No me parece nada gracioso-mi voz sale teñida de enojo.

-Solo juego Aline, únicamente tengo ojos para una rubia de ojos azules, que viste de rosa, es algo caprichosa, enojona y ahora celosa, pero únicamente me gusta ella.

Es la primera vez que lo dice en algo, ¡Yo le gusto!

-Tambien me gustas idiota tatuado.

¿Mi Ángel? o ¿Mi Demonio?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora