Aline.
Desearía que el estuviera aquí, que ambos estuviéramos disfrutando de la primera navidad de nuestra hija, de sus primeras palabras y pasos, pero el no aparece, es como si la tierra se lo hubiera tragado.
Sol camina sujetándose de los sillones mientras, Héctor y Clarisa le echan porras, Clara esta a mi lado comiendo de las galletas que probablemente la van a intoxicar, ya que no me quedaron para nada bien.
-Stellina- Me llama Sol, le gusta más que decirme "mamá" y a mi me encanta. -Mila- me enseña como corre de sillón a sillón. Lleva ya tres meses hablando, algunas palabras más que otras, pero se le entiende.
-Eso a sido maravilloso- le aplaudo y me siento a su lado, de inmediato se me lanza y le lleno la cara de besos asiendo que se ría.
Ella me a dado todo, hace un año y siete meses no tenía nada, y de repente pasó a tenerlo todo cuando me dijeron que estaba embarazada, las ganas de vivir aumentaron, y las de sobrevivir nacieron.
El reloj nos hace saber que son las 12:00, y no dudo en abrazar a mi familia, la cual no a echo más que darnos amor a mi y a mi hija.
-El volverá a ustedes, estoy segura de eso- me dice Clarisa antes de soltarme.
Ojalá pudiera creerle, pero eso lo veo imposible, lo lastime demasiado... borro los pensamientos tristes, es la primera navidad de mi hija y quiero que todo sea felicidad.
-¡Hora de abrir los obsequios!- dice Héctor, haciendo que Sol explote de la felicidad, aplaude, brinca y grita.
Comienzan a repartirse regalos, el papel de envoltura sale volando, y la mayoría de regalos son de Sol, muñecas, peluches, una pelota, hasta hay una cocina.
Me levanto discretamente y voy por mi regalo, el cual pesa bastante. Veo que Sol deja de jugar con su pelota cuando ve la caja mediana que cargo.
Me acerco y se la coloco enfrente, pero no dejo que la abra.
-No es un juguete, es un bebé como tu, que quiere amor y juguetes, lo tienes que cuidar y darle de comer ¿Vale?- se que es una niña de un año, pero si entiende.
-¡Vale, vale!- la dejo abrir la caja y una cabeza peluda se asoma, dejando a mi hija sorprendida, pero rápidamente comienza a sonreír y acariciar al pequeño León. -¡Un chispas!- le da un beso al león, y Héctor le ayuda a sacarlo.
Se que es extravagante, pero más que una mascota es un compañero y seguridad para mi hija, estoy a meses de iniciar una guerra de la cual quiera salir sin ninguna herida, ni física ni emocional.
Veo sonreír a Sol, y no puedo evitar pensar en Christopher, pese a que Sol es muy parecida a mi, tiene la sonrisa de Christopher, y algunos rasgos de Helen, como los labios.
Me levanto del piso y me acerco a uno de los teléfonos, marcando nuevamente su número, el tiene derecho a saber de su hija, no le pediré que vuelva conmigo, pero ella necesita a su padre o lo necesitará, porque si algo sale mal y yo muero, el plan que tengo para Sol, solo es con Christopher.
Suena y suena, pero nadie contesta, me doy por vencida y vuelvo con mi hija, la cual sigue jugando con Chispas, ella quería un cachorro, pero un cachorro no es lo suficientemete letal.
-Feliz navidad principessa- le susurro abrazándola, se que jamás volveré a estar sola con ella a mi lado, ella me da el amor que necesito, y me quita la tristeza por no tener a su padre conmigo.
-Feliz navidad stellina- me llena la cara de besos, y nuevamente recuerda a mi guardaespaldas, el solía hacer lo mismo.
Me quedo viendo a mi hija jugar con Chispas, y solo espero que Christopher este teniendo una navidad feliz, el se lo merece, el se merece todo lo bueno de la vida, el es mi ángel y merece ser feliz.
La segunda parte vuelve apenas termina "La diabla".
ESTÁS LEYENDO
¿Mi Ángel? o ¿Mi Demonio?
Teen FictionDrogas, depresión y tristeza es lo que describe la vida de Aline. Christopher tratara de ayudarla a encontrar la luz. ¿Se puede ayudar a alguien roto?. No hay que juzgar a una persona por su físico.