❝ El Soldado de Invierno no merece la compasión ni el socorro de nadie, y Bucky Barnes hace mucho tiempo que desapareció dejando una simple sombra de lo que algún día fue.❞
Al menos, eso es lo que él creía. Y hacerle cambiar de opinión no iba a ser...
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Otros diez días más pasaron entre entrenamiento y entrenamiento, y las habilidades del soldado ya casi ni necesitaban seguir siendo ejercitadas.
Bucky igualaba a la chica en la mayoría de las destrezas y la superaba en fuerza, pero su agilidad mental y precisión todavía la ayudaban a ganar algunos asaltos.
— Te noto perdido – Dijo Olivia mientras lo veía juguetear con uno de los cubiertos que estaba en la mesa del comedor común.
— No es nada – Contestó él agarrando su mano sobre la superficie de cristal.
— Si no fuera nada no le darías tantas vueltas – Habló mientras clavaba sus ojos en los azules de él esperando una respuesta.
Bucky sabía bien que si que era algo. Los últimos diez días habían sido un infierno para él quitando los momentos en los que Olivia estaba cerca, y aun así esos no eran tan buenos como él quería que fuesen.
La culpa de ocultarle la verdad le estaba comiendo por dentro, sabiendo que todo estaba yendo demasiado lejos y sin tener el valor suficiente como para detenerlo.
Si le contaba la verdad Olivia se sentiría traicionada por llevar engañada tanto tiempo, y al final acabaría dolida por su culpa.
Si no le decía lo que pasaba la bola se iría haciendo cada vez más y más grande, hasta el momento en que todo explotase y de nuevo ella acabaría dolida.
Los dos finales posibles eran hacer daño a Olivia y eso era lo que James trataba de evitar, prologando al máximo esta falsa idea de tranquilidad aunque eso supusiera acabar con su salud mental.
— Hace tanto tiempo que no veo a Steve – Dijo mintiendo. — Le echo de menos.
Olivia se acercó a él y dejó un beso en su hombro.
— Podemos intentar contactar con él. Yo te aviso si encontramos algo – Dijo dándole una tierna sonrisa, y Bucky sintió dos cuchillos en su corazón.
El día que estuvo solo y encerrado en su habitación bajo la excusa de que se sentía enfermo tomó una decisión: abandonar Wakanda.
Sabía que no sería capaz de apartar a Olivia de su lado y seguir viéndola cada día, así que lo único que podía hacer era marcharse y permitir que ella siguiera con su vida. Sabía también que eso la iba a destrozar, que ella lo odiaría, pero su cabeza le decía que a largo plazo sería lo mejor. O al menos mejor que llevar una vida a su lado, llena de pesadillas, ansiedad y problemas.
Cada beso con Olivia le recordaba que su 'relación' aún sin etiquetar tenía una fecha de caducidad y le partía el corazón.
Los últimos días los utilizó para pensar en cómo salir de Wakanda y en preparar lo necesario para cuando tuviera el valor de hacerlo.
