❝ El Soldado de Invierno no merece la compasión ni el socorro de nadie, y Bucky Barnes hace mucho tiempo que desapareció dejando una simple sombra de lo que algún día fue.❞
Al menos, eso es lo que él creía. Y hacerle cambiar de opinión no iba a ser...
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Esa tarde Olivia estaba nerviosa, y en parte podía entender por qué. Siempre que había visto a Bucky había sido trabajando o en una situación informal, pero hoy era diferente.
El soldado la había invitado a salir sin ninguna excusa de por medio, o sea que era una cita. La última vez que alguien la había llevado por ahí fue con veinte años, y tras alguna que otra decepción amorosa Olivia perdió el interés.
Debido a su trabajo y sus exigentes entrenamientos en aquel momento tampoco tenía mucho tiempo para salir, y cuando lo hacía era con el pequeño grupo de amigos que había creado con Nakia, Shuri, T'Challa y algunos otros.
Olivia se dio una ducha y se preocupó de hidratar su piel con una crema con olor a coco, igual que el gel. Roció su pelo con un spray para prevenir que se le encrespase por la humedad del río y secó su cuerpo.
Por su mente pasó la duda de qué ropa interior ponerse, y se sintió tonta al pensar siquiera que la cita podía acabar en su cama, pero se puso un conjunto blanco por si acaso.
Olivia tardó unos minutos en decidir qué ponerse, cosa rara en ella, pero al final escogió un vestido violeta con florecillas blancas. Toda su ropa le parecía mediocre, y no creía encontrar nada lo suficientemente bonito. Esa tarde quería sentirse guapa.
Secó su pelo y lo dejó caer suelto sobre sus hombros, llegando hasta la mitad de la espalda. Se puso unos pendientes plateados y se calzó unas deportivas blancas. Olivia siempre prefería la comodidad y por eso solo utilizaba tacones en ocasiones especiales, dejando las deportivas y las sandalias para el día a día.
Se dio un toque de colorete en las mejillas y puso cacao en sus labios. Tampoco quería pasarse preparándose en exceso, porque no sabía cómo aparecería Bucky.
Olivia escuchó unos toques en su puerta y su corazón se aceleró a modo de respuesta. Cogió la cazadora vaquera que había preparado minutos antes y abrió la puerta, viendo al chico vestido con una camiseta blanca, unos vaqueros oscuros y una cazadora marrón en su brazo metálico.
— Vaya – Dijo Bucky mirando a la chica de arriba abajo, maravillado por lo guapa que estaba.
— ¿Me he pasado? – Dijo ella con una mueca cómica.
— Para nada – Contestó él tendiendo su mano para que ella la tomara, y cuando lo hizo tiró suavemente obligándola a acercarse. — Estás guapísima, Olivia – Dijo él besándola suavemente.
— Tú también – Replicó mientras Bucky subía su mano y recogía el pelo que caía sobre el lado de su cara tras su oreja, dejando una caricia en la mejilla.
Olivia notó la presencia de alguien en el pasillo y cuando miró de reojo se encontró con los abiertos ojos de Nakia. La morena le hacía señas con los pulgares hacia arriba, emocionada de ver a su amiga tan cercana al chico.
