LA PAGA [Completa]

21. Traiciones

Amira....

Amanezco junto al semidios ruso que me hizo suya durante la noche, quién lo hubiese imaginado, yo Amira Martin, durmiendo al lado de uno de los hombres más peligrosos del mundo. Le doy los buenos días mientras el me cuenta que no ha podido sacarle información al hombre de Dmitry que no habla y que ademas es como un fantasma, no hay registro de él por ningún lado.

Le comento que yo puedo sacarle información al tipo,pues está siendo torturado, y se niega a darme la oportunidad, al recordarme que es un tipo peligroso.

Comienzo mi mañana desayunado con Fer y Marsy, hemos hecho una linda amistad las 3, aunque Marsy aveces prefiera estar sola, y es lógico, no se olvida de la noche a la mañana lo que le hicieron. Subo a la habitación de Viktor y lo veo empacando, le consulto a donde ira y me dice que a Inglaterra, destruirá un cargamento completo de su tío, pues al perder Aliados, busco refugio económico vendiendo armas a los gobiernos.

Viktor se va después de mi práctica de defensa, me gusta cada día más lo que aprendo, y Fer es excelente tanto con la tecnología como con los cuchillos, aunque no diga mucho se que le gusta Andrey, pero no le tocó tema para evitar malos entendidos.

--Ahora, céntrate en estas vértebras cervicales de la C1 a la C3, puedes dejar a alguien paralítico.-Me dice el papá de Fer, mientras Fer y Marsy observan detenidamente.

--Necesito ir a donde está el chico de Tatuajes, le digo al papá de Fer.

--No es buena idea, Amira, no creo que estés preparada para algo así.

--Ah no!! He visto como matan, torturan, violan y masacran así que yo creo que sí.

El padre de Fer alista el auto, pienso en ir sola pero cuando me voy a subir ya Fer y Marsy están allí.

--Van a ir conmigo!?

--Sí, dicen al unísono.

--Me lo debes, Amira, ese hijo de puta también me la debe, así que empezaré con el para terminar con el maldito de Immanol.

--Marsy, si vas con ira, todo puede fallar, ocupamos sacar información útil, y lo sabes.

--Dejamelo a mí, me dice Marsy, mientras veo como su mirada se torna sádica.

Viajamos alrededor de 40 minutos y llegamos a un pueblo fuera de la ciudad, la verdad es un contraste increíble, hay casas casi destruidas, tipos extraños, indigentes por todos lados.

--Estamos cerca, acá se llama Mironó. Comenta el padre de Fer, mientras el chófer nos adentra a una propiedad cerrada con portones negros y alambre de púas.

Al bajar, puedo reconocer a dos o tres hombres más de los de Viktor, no me sé sus nombres pero mueven su cabeza en saludo.

--Las señoritas vienen a hablar con nuestro amigo.

--Sí, el señor Kozlov, nos informó. Solo que nosotros tres más usted las acompañaremos.

--Muy bien, pasemos.

Decir que el lugar huele a mierda es poco, la casa es un completo basurero, a excepción de una casa rodante nueva que está afuera, que es donde duermen y se bañan los hombres. Al entrar el olor es putrefacto. Me dan ganas de vomitar y por un momento me digo que esto fue una mala idea. Ahora entiendo por qué cada vez que Viktor venía, pasaba directo a ducharse.

--Esta detrás de la puerta, aún están a tiempo, me dice el hombre de acento colombiano, pero en inglés.

--Abre, le digo mientras mi corazón se acelera, pues no sé que hay detrás.