capítulo 8

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Jungkook tenía sentimientos encontrados,  todo dentro de su mente estaba revuelto y no quería sucumbir nuevamente a la dulzura que transmitía Jimin,  por suerte para  él y sus caóticos pensamientos,  el sonido del su celular sonando lo trajo de vuelta a la realidad.

- Disculpen debo atender esta llamada- dijo Jungkook alejándose hacia el ventanal del departamento.

- ¿ Tae que pasa?

***

- Porsupuesto que estoy feliz de escucharte.

***

-¿ Cómo,  aquí en Corea?

***

- No te muevas de ahí,  voy inmediatamente a buscarte.

***

- No, no insistas,  te quedas en mi departamento y punto.

Jungkook corto la llamada y se dirigió donde estaban Jimin con su hijo.

- Me tengo que ir, fue un placer volver a verte Osito.- dijo Jungkook agachándose  para quedar a la altura del niño- gracias por tu regalo.

El niño rodeó con sus bracitos el cuello de Jungkook.

-  Vuelve plonto ¿ok?- le dijo Hio-ry.

Jungkook miró a Jimin quien tomó a su hijo en brazos.

- Recuerda Osito que Jungkook está muy ocupado,  tal vez de vez en cuando te lleve a visitarlo ¿ de acuerdo?- Jimin no quería que el niño empezara a encariñarse con Jungkook,  no  quería que sufriera.

- Sí papi, yo entendel- respondió Hio-ry.

Jungkook no podía despegar sus ojos de esos dos seres, y entendía perfectamente que Jimin a su manera lo quería lejos de su hijo.

Jungkook carraspeo.

- Bueno, adiós- dijo Jungkook encaminándose hacia la puerta con Jimin y el niño tras él.

Antes de que Jungkook se fuera Jimin le habló.

- Jungkook...gracias- le dijo Jimin y Jungkook notó que había tristeza en sus ojos.

Jungkook asintió y se subió al ascensor para alejarse rápidamente de ese lugar.

La llamada que había recibido minutos antes era de su amigo Kim Taehyung que había llegado de improviso a Corea para darle una sorpresa,  ahora se dirigía a buscarlo al aeropuerto.

Mientras manejaba no podía parar de pensar en Jimin y el efecto que tenía sobre el a pesar de los años, peor aún el efecto se había intensificado a raíz del mocoso que  tenía por hijo, y eso lo tenía confundido y rabioso.

Estacionó el automóvil y se adentró a la sala de espera del aeropuerto buscando a su amigo,  cuando un fuerte grito lo hizo verlo.

- ¡Jungkook aquí!- gritaba dando saltos Tae para que lo viera.

Jungkook sonrió al verlo, tenía el pelo teñido azul y una remera rosada, ¡ Diablos era imposible que pasara desapercibido!

Tae corrió a abrazarlo, ¡ mierda la escena se veía malditamente gay!

- ¡ Para Tae,  me estás avergonzado!- le dijo Jungkook mirando a la gente mirarlos.

- ¿Así recibes a tu mejor amigo que viajo de Japón sólo para verte?- le recriminó Tae divertido,  el sabía que Jungkook odiaba el contacto físico y por eso lo molestaba.

- Estoy feliz,  pero mantén tu distancia- le respondió Jungkook abochornado por la muestra de afecto excesiva de su amigo.

Tae suspiro teatralmente dejando de abrazarlo.

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