capítulo 13

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El trayecto hacia el departamento de Jimin fue silencioso,  ahora le tocó conducir a Jimin porque Hio-ry dormía plácidamente en los brazos de Jungkook.

Jungkook bajó del auto cuando llegaron y esperó que Jimin pusiera la alarma para luego seguirlo.

Ya adentro Jimin lo guió a la habitación del niño y abrió la cama para que Jungkook lo acostara,  Hio-ry pegó un suspiro, pero no despertó,  estaba demasiado agotado.

Jimin lo arropó y puso su peluche regalon entre sus bracitos.

Jungkook lo miraba tratar al niño con tanta delicadeza y ternura,  que no quiso seguir mirando porque no quería encariñarse ni con Jimin ni con Hio-ry,  aunque tal vez era demasiado tarde,  así que se encaminó fuera de la habitación para regresar a su casa.

Tomó las llaves de la mesita de entrada y estaba a punto de salir cuando Jimin llegó corriendo.

- Jungkook...espera.

- Es tarde Jimin,  debemos descansar,  mañana es día de trabajo,  puedes tomarte el día  yo le aviso al jefe. - le dijo Jungkook pero dándole la espalda.

Fuerte fue su impresión cuando sintió los brazos de Jimin rodearlo pegándose a su espalda.

- Gracias, no tengo como pagarte lo que hiciste hoy por Hio-ry. - le susurró a sus espaldas.

- De nada,  ahora me voy. - dijo Jungkook profundamente conmovido.

Jimin lo soltó y Jungkook salió rápidamente del lugar antes que Jimin viera cuanto lo afectaba él y su hijo.

Jimin cerró la puerta y se dirigió inmediatamente a la habitación de su hijo que dormía plácidamente,  amaba tanto a ese pequeño que no había nada ni nadie más importante para él en su vida,  excepto Jungkook, recordando que cuando eran niños sentía el mismo sentimiento de protección y amor por el menor,  hasta que la había cagado.

Tae despertó al sentir las llaves abriendo la puerta del departamento, esperando a que Jungkook regresara se quedó dormido en el sillón.

Miró a su amigo y vio que no estaba nada bien.

- Ven Jungkook,  siéntate,  te traeré un café.

Jungkook obedeció como un sonámbulo,  por primera vez sentía la necesidad de que alguien le brindara consuelo,  por primera vez abriría su corazón a Tae.

- Bebe tu café,  lo necesitas- le dijo Tae pasándole el brebaje que Jungkook tomó de inmediato, para luego dejar la taza a un lado y pegar un profundo suspiro.

- Tae...tienes razón...conozco a Jimin de antes...ha sido y será el amor de mi vida. - le confesó Jungkook tomando un cojín y apretándolo contra él.

- Te escucho,  necesitas dejarlo salir- le dijo Tae comprensivo y acomodándose en el sillón junto a su amigo.

- Conocí a Jimin cuando nos fuimos a vivir al lado de su casa en Corea, desde el momento que lo vi toda mi vida giró en torno a su persona, yo apenas tenía cinco años y Jimin siete,  el me cuidaba y me mimaba como su hermanito pequeño,  donde estaba Jimin estaba yo pegado a sus talones,  siempre fui tímido pero con el no lo era y me permitía ser cariñoso pero sólo con él,  sinceramente no se cómo nunca se quejó de mis excesivas muestras de afecto,  todo era perfecto,  yo era feliz,  pero todo cambió cuando Jimin llegó a la adolescencia y empezó a interesarse por las chicas,  le hice miles de berrinches arruinándole todas sus citas,  y el siempre me perdonaba...yo con catorce años había descubierto que lo mío por Jimin no era amor de hermanos...yo estaba enamorado de él, e inocentemente pensé que sólo era cuestión de tiempo para que el se diera cuenta que sentía lo mismo por mí.

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