capítulo 4

4.5K 478 56
                                        

Jungkook se quedó a solas con el niño en la oficina,  cosa que lo ponía un poco  nervioso,  nunca había interactuado con ninguno, así que lo ignoró.

Por su parte Hio-ry  observaba disimuladamente a Jungkook y vio que cada cierto rato éste se masajeaba su frente.

Decidido bajo sus piecitos al suelo y empezó a acercarse a Jungkook.
Jungkook lo miró nervioso.

-¿ A dónde vas mocoso?, tú papá te dijo que no te movieras de la silla. -le dijo Jungkook con cero empatía.

- Yo no mocoso,  yo Osito ¿ entendiste?- le dijo Hio-ry a Jungkook arrugando su frente.

- Da igual,  vuelve a tu asiento. - volvió a decirle Jungkook.

Hio-ry no le hizo caso y siguió avanzando hacia Jungkook.

-¡ Para niño!- le volvió a repetir Jungkook al ver que seguía acercándose  peligrosamente a su persona y casi dio un grito cuando Hio-ry le tocó la pierna.

- Upa- le dijo Hio-ry a Jungkook estirándole sus bracitos.

- ¡ Nada de upa!- le dijo Jungkook enojado.

Hio-ry empezó a hacer un puchero a punto de ponerse a llorar.

¡ Mierda!

Jungkook lo tomó en brazos sentándolo en sus piernas.

- Prohibido llorar mocoso- le dijo Jungkook.

Hio-ry asintió sonriendo al lograr su objetivo.

- No mocoso,  yo Osito- repitió otra vez el niño- ¿ cómo tú nombre?- le preguntó acomodándose en las piernas de Jungkook.

Jungkook pegó un suspiro,  ese niño era realmente tenaz.

- Me llamo Jeon Jungkook. - le respondió.

- Dunko,  gusta a mí.

¿ Éste niño no sabía hablar?, seguro que era demasiado mimado.

El niño no se quedaba quieto y se alzó un poco hasta quedar con su rostro frente al de Jungkook.

- ¿ Y ahora qué te pasa mocoso?- le dijo Jungkook y Hio-ry lo miró tan enojado que le dio miedo.

- Osito,  está bien, te llamaré Osito- le dijo dándose por vencido Jungkook.

Hio-ry sonrió ampliamente y llevo sus pequeñas manitos a las sienes de Jungkook empezando a darle unos suaves masajitos.

-¿ Pero qué haces?- dijo Jungkook retirando su cabeza hacia atrás, sorprendido por el contacto,  él era enemigo de que lo tocaran.

- A Dunko dele cabeza, Osito saca dolol malo,  papi dice que Osito manos mágicas. - le respondió serio Hio-ry acercando nuevamente sus manitos a la cabeza de Jungkook para seguir con sus masajes.

Jungkook de nuevo se dio por vencido y dejó que Hio-ry hiciera lo que quisiese y cerró los ojos porque lo ponía nervioso mirar al niño, le recordaban ciertos ojos que tardó años en olvidar.

¡ Milagro, el dolor de cabeza estaba desapareciendo!, una sonrisa se dibujó en su rostro, las manitos de Hio-ry eran realmente mágicas, sus ganas de alejarlo se habían evaporado,  se sentía realmente bien.

Cuando Jimin regresó a la oficina se encontró con Jungkook teniendo en sus piernas a Hio-ry.

-¡ Hio-ry,  no molestes al señor!- le dijo Jimin asustado de la posible reacción de Jungkook.

El niño se alejó inmediatamente de Jungkook,  porque cuando su papá lo llamaba por su nombre era porque estaba molesto.

- Papi no enojal con Osito- le dijo Hio-ry  mordiendo su boquita, y Jimin no pudo resistirse.

- Ven acá bribón- le dijo Jimin alzándolo en sus brazos para besar sus cachetitos.

Jimin miró a Jungkook.

- Disculpa, no volverá a molestarte- se disculpó Jimin con Jungkook.

Jungkook lo miró y se encogió de hombros.

- Osito no me molestaba- le respondió Jungkook haciendo que Jimin quedara de una pieza.

- ¿Le...le dijiste Osito?- preguntó incrédulo Jimin.

- Es culpa de tú hijo, prácticamente me obligó a llamarlo así- le respondió incómodo Jungkook y volvió a enfrascarse en su trabajo.

Jimin no sabía que pensar.

-¿ Osito?, ¿porque fuiste donde el señor?- le preguntó susurrándole bajito Jimin a su hijo para que Jungkook no escuchara.

- Dunko, se llama Dunko,  y  él amigo de Osito- le respondió Hio-ry.

Ahora si que Jimin no entendía nada,  cuando llegaran al departamento averiguaría más, por el momento dejaría el asunto por la paz.

Jimin encendió su computador y empezó a diseñar algunas ideas que se le habían venido a la mente mientras vio el vídeo,  la oficina se volvió silenciosa pues los tres estaban enfrascados en sus quehaceres,  Jungkook al igual que Jimin desarrollando sus ideas y Hio-ry coloreando su libro nuevo.

Sussie entró a la oficina.

- Disculpen,  ya es hora de comer,  me retiraré, dentro de dos horas regreso- les aviso Sussie sonriendo.

-¿ Ya es hora de  almuerzo?- preguntó Jimin mirando la hora.

- Sí,  hay varios centros de comida alrededor de la empresa,  por si quieren almorzar. - les informó Sussie.

- Gracias Sussie,  lo tendré en cuenta- le respondió Jimin devolviéndole la sonrisa  Jungkook ni siquiera levantó la vista seguía trabajando.

Sussie hizo una pequeña reverencia y se fue.

-¿Papi ahora helado gigante pala Osito?- preguntó Hio-ry relamiéndose los labios.

Jimin sonrió.

- Sí Osito,  es hora de tú helado. - le dijo Jimin bajándolo del sillón.

Hio-ry corrió donde Jungkook asustándolo un poco al aparecer de repente frente a él,  Jimin no alcanzó a detenerlo.

- Dunko ¿ Vamos a comel helado?- le preguntó sonriendo el niño.

Jungkook sonrió.

- No Osito,  no quiero que las ideas se me escapen,  el helado puede hacer que mis ideas se congelen y las olvide, ve tú y come mucho helado, ¿ ok?- le dijo Jungkook cerrándole un ojo.

- Ok Dunko,  voy a comel mucho helado- también le cerró uno de sus ojitos siendo la cosita más tierna que Jungkook había visto en mucho tiempo, eso  le hizo recordar al Jimin de su niñez y eso bastó para que su semblante cambiara.

Jimin por su parte observó impresionado la interacción de su hijo con Jungkook, ¿él fue tierno con Hio-ry?, cuando lo escucho hablarle a su hijo el corazón se le encogió,  porque Jungkook así le hablaba a él cuando eran amigos.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Solo tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora