El amor no siempre es lo que uno espera,, Jungkook lo descubrió a la edad de 14 años, cuando Jimin su mejor amigo y primer amor le rompió su pequeño corazón en mil pedazos.
Historia 100% de mi autoría.
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Kookmin.
Jungkook se quedó a solas con el niño en la oficina, cosa que lo ponía un poco nervioso, nunca había interactuado con ninguno, así que lo ignoró.
Por su parte Hio-ry observaba disimuladamente a Jungkook y vio que cada cierto rato éste se masajeaba su frente.
Decidido bajo sus piecitos al suelo y empezó a acercarse a Jungkook. Jungkook lo miró nervioso.
-¿ A dónde vas mocoso?, tú papá te dijo que no te movieras de la silla. -le dijo Jungkook con cero empatía.
- Yo no mocoso, yo Osito ¿ entendiste?- le dijo Hio-ry a Jungkook arrugando su frente.
- Da igual, vuelve a tu asiento. - volvió a decirle Jungkook.
Hio-ry no le hizo caso y siguió avanzando hacia Jungkook.
-¡ Para niño!- le volvió a repetir Jungkook al ver que seguía acercándose peligrosamente a su persona y casi dio un grito cuando Hio-ry le tocó la pierna.
- Upa- le dijo Hio-ry a Jungkook estirándole sus bracitos.
- ¡ Nada de upa!- le dijo Jungkook enojado.
Hio-ry empezó a hacer un puchero a punto de ponerse a llorar.
¡ Mierda!
Jungkook lo tomó en brazos sentándolo en sus piernas.
- Prohibido llorar mocoso- le dijo Jungkook.
Hio-ry asintió sonriendo al lograr su objetivo.
- No mocoso, yo Osito- repitió otra vez el niño- ¿ cómo tú nombre?- le preguntó acomodándose en las piernas de Jungkook.
Jungkook pegó un suspiro, ese niño era realmente tenaz.
- Me llamo Jeon Jungkook. - le respondió.
- Dunko, gusta a mí.
¿ Éste niño no sabía hablar?, seguro que era demasiado mimado.
El niño no se quedaba quieto y se alzó un poco hasta quedar con su rostro frente al de Jungkook.
- ¿ Y ahora qué te pasa mocoso?- le dijo Jungkook y Hio-ry lo miró tan enojado que le dio miedo.
- Osito, está bien, te llamaré Osito- le dijo dándose por vencido Jungkook.
Hio-ry sonrió ampliamente y llevo sus pequeñas manitos a las sienes de Jungkook empezando a darle unos suaves masajitos.
-¿ Pero qué haces?- dijo Jungkook retirando su cabeza hacia atrás, sorprendido por el contacto, él era enemigo de que lo tocaran.
- A Dunko dele cabeza, Osito saca dolol malo, papi dice que Osito manos mágicas. - le respondió serio Hio-ry acercando nuevamente sus manitos a la cabeza de Jungkook para seguir con sus masajes.
Jungkook de nuevo se dio por vencido y dejó que Hio-ry hiciera lo que quisiese y cerró los ojos porque lo ponía nervioso mirar al niño, le recordaban ciertos ojos que tardó años en olvidar.
¡ Milagro, el dolor de cabeza estaba desapareciendo!, una sonrisa se dibujó en su rostro, las manitos de Hio-ry eran realmente mágicas, sus ganas de alejarlo se habían evaporado, se sentía realmente bien.
Cuando Jimin regresó a la oficina se encontró con Jungkook teniendo en sus piernas a Hio-ry.
-¡ Hio-ry, no molestes al señor!- le dijo Jimin asustado de la posible reacción de Jungkook.
El niño se alejó inmediatamente de Jungkook, porque cuando su papá lo llamaba por su nombre era porque estaba molesto.
- Papi no enojal con Osito- le dijo Hio-ry mordiendo su boquita, y Jimin no pudo resistirse.
- Ven acá bribón- le dijo Jimin alzándolo en sus brazos para besar sus cachetitos.
Jimin miró a Jungkook.
- Disculpa, no volverá a molestarte- se disculpó Jimin con Jungkook.
Jungkook lo miró y se encogió de hombros.
- Osito no me molestaba- le respondió Jungkook haciendo que Jimin quedara de una pieza.
- Es culpa de tú hijo, prácticamente me obligó a llamarlo así- le respondió incómodo Jungkook y volvió a enfrascarse en su trabajo.
Jimin no sabía que pensar.
-¿ Osito?, ¿porque fuiste donde el señor?- le preguntó susurrándole bajito Jimin a su hijo para que Jungkook no escuchara.
- Dunko, se llama Dunko, y él amigo de Osito- le respondió Hio-ry.
Ahora si que Jimin no entendía nada, cuando llegaran al departamento averiguaría más, por el momento dejaría el asunto por la paz.
Jimin encendió su computador y empezó a diseñar algunas ideas que se le habían venido a la mente mientras vio el vídeo, la oficina se volvió silenciosa pues los tres estaban enfrascados en sus quehaceres, Jungkook al igual que Jimin desarrollando sus ideas y Hio-ry coloreando su libro nuevo.
Sussie entró a la oficina.
- Disculpen, ya es hora de comer, me retiraré, dentro de dos horas regreso- les aviso Sussie sonriendo.
-¿ Ya es hora de almuerzo?- preguntó Jimin mirando la hora.
- Sí, hay varios centros de comida alrededor de la empresa, por si quieren almorzar. - les informó Sussie.
- Gracias Sussie, lo tendré en cuenta- le respondió Jimin devolviéndole la sonrisa Jungkook ni siquiera levantó la vista seguía trabajando.
- Sí Osito, es hora de tú helado. - le dijo Jimin bajándolo del sillón.
Hio-ry corrió donde Jungkook asustándolo un poco al aparecer de repente frente a él, Jimin no alcanzó a detenerlo.
- Dunko ¿ Vamos a comel helado?- le preguntó sonriendo el niño.
Jungkook sonrió.
- No Osito, no quiero que las ideas se me escapen, el helado puede hacer que mis ideas se congelen y las olvide, ve tú y come mucho helado, ¿ ok?- le dijo Jungkook cerrándole un ojo.
- Ok Dunko, voy a comel mucho helado- también le cerró uno de sus ojitos siendo la cosita más tierna que Jungkook había visto en mucho tiempo, eso le hizo recordar al Jimin de su niñez y eso bastó para que su semblante cambiara.
Jimin por su parte observó impresionado la interacción de su hijo con Jungkook, ¿él fue tierno con Hio-ry?, cuando lo escucho hablarle a su hijo el corazón se le encogió, porque Jungkook así le hablaba a él cuando eran amigos.
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