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-Arriba!- Tom escuchó esa voz, insoportable a su lado y en un segundo, de dio un manotazo haciendo que Daila se se cayera al suelo.

El chico miró a la chica quien se sobaba parte de la cara, ahora roja por el golpe y no evitó esbozar una pequeña sonrisa. Verla sufrir era todo un espectáculo.

Por otro lado, la chica miró al azabache y abrió los ojos sorprendida. Demasiado, y es que nunca pensó que Tom pudiera sonreír.
-Qué?- le preguntó este ahora.

-Nada.- se apresuró a decir ella levantándose de golpe con una sonrisa reluciente.

Tom quien aún se encontraba en el suelo, miró fijamente a la chica leyendo su mente. "no sabía que podía sonreír... adorable."

No tenía palabras para responder a ese pensamiento. Adorable? Por qué no paraba de sonreír? Oh cielos que horror.
-Vendrás o te quedarás aquí... en medio de la nada?- le preguntó ella levantando una ceja.

-No me digas lo que tengo que hacer.- le exigió este siguiéndola con algo de fastidio... aún que la mayoría era fingido.
-Eres libre de irte.- le respondió ella señalando el bosque.

-No, preferiré matarte en cuanto encuentre la diadema y una varita.- le dijo mientras colocaba sus manos en sus bolsillos.

Daila sonrió orgullosa. Estaba de buen humor, así que decidió molestar al azabache.
-Y por que no lo hiciste ayer?- le preguntó con tono desinteresado.

Tom tragó hondo mientras fulminaba a la chica con su mirada más fría.
-Como dices?- intentó evitar el tema.- Como se llamaba tu padre?

Ahora la confusa era ella. Su padre? Por que tanto interés de repente?
-No es importante.- respondió ella siguiendo con el camino.

Tom pensó en lo horrendo que era el nombre del padre de la chica. Claramente le había leído la mente de nuevo, Lautaro Russo.
-Lautaro también podía hacer magia?- preguntó de repente con algo de curiosidad haciendo que ella se empezara a incomodar.

-Genial, de todas las personas posibles... me tenía que tocar un extraño de lo más raro.- dijo para sí misma ignorando la pregunta.

Tom miró a otro lado para evitar sonreír al volver a leer el pensamiento de la chica. "Pero claro, lo raro no le quita lo atractivo." debía sentirse halagado?

"Por qué tanto interés en mi padre? Que le importa que hiciera magia con un palo? Una pregunta más y lo mato."

-Ese palo, es una varita.- le corrigió de nuevo el chico haciendo que ella lo apuntara con la espada.- En serio? Vas a matarme?

our perfect crime (Tom Riddle)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora