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-No, no, no! Los teníamos! Era en serio? Por qué no nos ha dicho nada!? Podríamos haberlos destruido!- gritaba Edgar por el lugar.
Caradoc lo miró algo cansado de la situación. -Dumbledore sabe lo que hace, seguramente ya tenía previsto eso... no lo sé pero debes de dejar de gritarme.- dijo mientras tomaba un trozo de sándwich.
Edgar le tiró el sándwich lejos. -Eh, me iba a comer eso.- dijo este ahora molesto.- Has desperdiciado comida...
-Chicos, por favor, podéis dejar de ser tan infantiles?- preguntó Emmeline rodando los ojos.- Laurentia está intentando sacarle información a Dumbledore... solo tenemos que esperar.
-Esperar a que exactamente?- preguntó Dedalus enfrentando a la chica.- A que nos maten a todos y conquisten el mundo? -Dumbledore sabe lo que hace.- le dijo esta sin quitar su mirada de él.
Caradoc intentaba no reír de la situación. Estaba más que claro que esos dos traían algo. -Chicos, chicos creo que Laurentia tiene algo.- anunció Edgar.
Elphias quien leía tranquilamente en un sillón y escuchaba todo pero se mantenía al margen alzó su vista y prestó atención a la chica morena que iba hacia ellos. -Y bien? Puedes explicarnos que diablos ha sido eso? Por qué el profesor no ha dejado que los matemos?- preguntó Edgar muy estresado.
-No me ha dicho mucho. Mencionó algo de banshees, estaba demasiado raro.- dijo esta ahora algo confundida. -Si, sabemos que Dumbledore es raro, pero por qué bah actuado de esa manera con ellos?- preguntó Caradoc queriendo respuestas.
-Chicos, es obvio.- dijo la voz de Elphias rodando los ojos.- Como queréis combatir a una banshee? Es prácticamente e imposible vencerá con magia.
Todos miraron al chico quien ahora tomaba un trozo de chocolate de manera obvia. -Por eso le había tapado la boca... verdad?- preguntó Sturgis con una sonrisa.- Denle un aplauso a Elphias, nuestro mayor genio.
-Cállate.- le ordenó este. -Cállame. le siguió el juego mientras le guiñaba el ojo haciendo que Elphias negara con desaprobación y se fuera del círculo de gente.
-Entonces... nos estamos enfrentando a una banshee... y a un chico, de nuestra edad.- dijo Emmeline analizando la situación.
-Y como se mata a una banshee?- preguntó Dedalus de manera obvia.- Alguien que lo sepa?
Todos tardaron unos segundos en mirar a Elphias quien intentaba separarse de Sturgis quien intentaba coquetearle. -Ahora que?- preguntó este.
-Sabra como podemos matar a una banshee?- le preguntó Laurentia haciendo que el chico asintiera algo nervioso. -Si, pero es algo complicado...- dijo ahora algo preocupado.
-Oye, oye, pero que diablos es una banshee?- preguntó Edgar algo perdido y asustado. -Son espíritus femeninos que, según la leyenda, se aparecen a una persona para anunciar con sus llantos o gritos la muerte de un pariente cercano.- respondió Emmeline.
-Esta bien saberlo...- mencionó Sturgis.- Digo que... preferiría luchar contra... gústanos a tener que enfrentarme a eso.
Elphias rodó los ojos mientras s e cruzaba de brazos. Es que siempre tenía que estar bromeando? -Bueno... eso no es malo, me refiero a que no es tan malo...- dijo Dedalus.
-También son criaturas sobrenaturales que al gritar causan desastres. La leyenda les atribuye el poder de romperle los tímpanos a cualquier persona que se les cruce con su poderoso gritó si ellas lo desean.- añadió el chico aún comiendo chocolate.
Todos se quedaron en silencio durante segundos. Realmente no sabían que hacer y querían confiar en Dumbledore pero este estaba débil a causa del vidrio que había atravesado su pecho. -Entonces... ella no nos ha querido matar? Por qué?- preguntó Edgar sin entender nada.
-Por qué no se lo preguntas?- preguntó Sturgis de manera sarcástica.- Como quieres que lo sepamos!? -Puedes dejar de ser así!?- le interrumpió Elphias ahora molesto.- Esto es serio. Dumbledore confianen todos nosotros para acabar con esos psicópatas.
-Dicho así parece que seamos los héroes de una historia de fantasía...- mencionó Caradoc. -Cállate, que no estamos bromeando.- le pidió Edgar ganándose una mala mirada del nombrado.
-Chicos, nos desvíanos del tema. Elphias, tú sabías cómo matar a una banshee. Cuenta.- le pidió Laurentia. -Bueno, como sabéis, la palabra banshee es el resultado de la anglización del gaélico irlandés bean sídhe o bean sí, que significa «mujer de los túmulos feéricos» o «mujer de paz». Son brujas dolidas por la pérdida de alguna persona muy cercana a ellas.- mencionó este dejando a todos igual que al principio.
-Claro, por que todo el mundo sabe eso, cierto chicos?- preguntó Sturgis con una sonrisa divertida. Al ver la cara de su amigo rodó los ojos.- Lo siento corazón, sigue explicando.
Elphias trató de no sonreír y seguir explicando lo que sabía. -En resumen, una banshee se resume a espíritu aullador. Cuando una banshee grita, su cuerpo de vuele indestructible, de acero. Todo menos su cuello.- mencionó este.
-Entonces... que sugieres?- preguntó Dedalus. -No sugiero nada, la única manera de matar a Daila es cortándole el cuello mientras ella está gritando y cierra los ojos.- terminó por decir este.
-Es impresionante lo mucho que sabe de todo.- susurró Emmeline a Sturgis quien asintió orgulloso. -Cada día me enamora más.- respondió este con una sonrisa tonta.
-Entonces creemos algún plan para acabar con ella. Ya habéis visto lo importante que es para Voldemort.- sugirió Dedalus tomando la iniciativa a lo que muchos dijeron que si mientras que otros respondieron con un "no" rotundo.
-Te das cuenta de lo poderosa y peligrosa que es? Quieres ir son más a matarla? Estás demente?- le preguntó Laurentia. -Pero es la única menta de matarla. Que más quieres que hagamos?- preguntó Emmeline ganando el apoyo de Caradoc.
Todos discutían y hablaban sin escucharse los unos a los otros. Era un completo caos y nadie tenía una respuesta clara. -Chicos! No podemos hacer eso, además, como conseguiremos que grite? Alguien tendrá que hacer de carnada. Habéis pensado en eso?- preguntó Edgar intentando razonar con todos.
-Yo seré la carnada!- se ofreció Sturgis ganándose un golpe de parte de Elphias. -No no lo serás.- le dijo este de manera severa.
-No, no lo será.- dijo la voz de Dumbledore entrando a la habitación donde se encontraban todos.- La carnada seré yo.
Los chicos se miraron entre sí sin decir palabra. No iban a interponerse... pero estaba seguro de hacerlo?
