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Poder. Más conocido como la facultad o capacidad que tiene una persona para llevar a cabo cierta acción.
Tener poder es tener una autoridad para hacer algo. El término poder puede utilizarse de diferentes maneras y según el campo en el que se aplique tomar distintos significados.
Más allá de eso siempre suele usarse este término para denominar, genéricamente, a una acción que se encuentra en proceso. Claramente Tom amaba el poder.
Se encontraba sentado en la gran mesa de la mansión Riddle, mirando a todos los participantes, seguidores que empezarían con la iniciación de la marca. Todo seguía su curso.
Después de eso, estaba Daila. La miró y pensó, pensó en aquel sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser. Daila sería su otro ser?
-Señor, podemos empezar cuando usted desee, estamos todos.- lo interrumpió el Sr. Lestrange algo indeciso.
Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear... pensó mientras se levantaba de su asiento.
-Vosotros conocéis mi meta, conquistar la muerte, por eso... vosotros mortífagos, seguidores míos, deberéis mostrarme respeto, y lealtad.- dijo mirando a cada uno de ellos.
Miró a todos hasta que se encontró con la mirada de la chica quien lo escuchaba atentamente con una pequeña sonrisa burlona.
Sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo. Por qué pensaba en eso? -Y como podemos mostrarle nuestra lealtad señor?- preguntó uno por primera vez.
Tom apartó la vista y se dirigió hacia uno de los mortífagos más jóvenes que había hablado. Volvió a invocar la misma calavera envuelta con la serpiente. -Una marca.- respondió con una sonrisa.- Esta marca que mostrará que me debéis lealtad.
-Además, vuestro señor podrá llamaros cuando se presente la ocasión, por lo que tendréis que dejar todo lo que estéis haciendo y atender a la llamada.- añadió la chica ganándose una mirada de todos.
Y cuando eran todos, eran todos. Tanto que Tom noto la manera en que un mortífago en especial la miraba descaradamente.
Quien se creía para verla de esa manera? Tendencia a la unión sexual. No, ahora no Tom, pensó él mismo. -Exacto. Quien será el afortunado de recibir la primera marca?- preguntó este algo impaciente y molesto al ver que el mismo hombre no quieta a sus asquerosos ojos de Daila.
La sala se quedó en silencio durante segundos, que la misma chica cortó levantándose. -Esa seré yo.- dijo mostrándole su brazo derecho.- Sería un honor ser marcada por ti...- le susurró haciendo que este solo tratara de no sonreír.
Todos miraban atentos. Saldría bien? La chica se quedaría sin brazo? Nadie lo sabía.
Tom saco su varita y apuntó al brazo de Daila. Con seguridad, empezó a pronunciar el conjuro que unos segundos más tarde empezó a hacer efecto en la piel de la chica.
Muchos se asustaron al ver que le dolía bastante. Y era cierto. Ardía como nunca, como si le estuvieran clavando un cuchillo en la piel, cada vez más profundo, manchando su sangre y no terminará nunca ya que el sufrimiento aumentaba. Se expandía.
Tom escuchaba a la chica gritar y por momentos pensó en parar. No obstante, Daila negó como pudo mientras aguantaba como podía. De alguna manera ella sabía que era lo que estaba pensando el azabache.
Y así minutos hasta que finalmente, la marca estaba impresa en la piel de la chica. -Es... impresionante señor.- mencionaron y murmuraron muchos mirando el brazo de Daila.
-Sin duda una... obra de arte.- mencionó el mismo mortífago, mirando a la chica con ojos deseosos y hambrientos. A Tom le hervía la sangre y no iba a aguantar más.
Miró a su chica quien estaba más tranquila y ya podía respirar con normalidad y aguantar el dolor. -Daila, sal un momento.- le pidió este a lo que ella frunció el ceño.- Ahora.
La chica frunció el ceño. Se concentró mucho en su mente e intentó leer el pensamiento del chico pero nada. Rodó los ojos y se fue fajando a Tom con sus seguidores.
Miró al hombre que no le había quitado los ojos de encima a la chica hasta que había desaparecido y apretó su mandíbula para contenerse. -Nombre.- le exigió este con tono serio y sin duda furioso.
-Walden Macnair, señor.- dijo este colocándose en pie ahora algo nervioso.
Penoso, pensó el azabache acercándose un poco a este. Pensaba en todas las formas más dolorosas de castigarlo hasta la muerte. -Crees ser merecedor de la marca?- preguntó haciendo que este solo asintiera.
Todos en la sala sabían que algo ocurría pues cuando el chico pronunció "crucio" hacía este todos se miraron entre sí. -Traidor, como te atreves a mirar a Daila de esa manera?- preguntó mientras el hombre se retorcía en el suelo.
-De que? Espera! No, por favor!- gritaba este lleno de dolor y sufrimiento, ahora algo confuso al igual que todos quienes estaban ahí sin hacer nada.
-Por favor? Ahora pides por favor? Que quede claro, a ti, y a todos los que os encontráis. Como alguien vea o toque, aún que piense de la manera más asquerosa de Daila yo mismo lo mataré. Entendido!?- les dijo furioso.
Todos ahora asintieron y algunos que otros murmuraban cosas cómo "por ella?" -Te ha quedado claro?- le preguntó directamente a Walden, parándose torturarlo.
-Señor...- dijo este como pudo. Sin embargo ya estaba demasiado herido para levantarse. Ya sabía cuál sería su destino.- No puedo creer, que sea tan vulnerable, por ella.
-Cállate! Ella es mía!- le volvió a gritar mientras lo apuraba de nuevo con odio y furia. -Ella lo está haciendo debido señor, piense, no llegará muy lejos si sigue diciendo esas cosas.- le volvió a decir este.
Tom dudó. Por un momento dudo pero eso no le impidió pronunciar "avada kedavra" y matarlo enfrente de todos.
Débil? Por ella? Acaso pensaban eso? No podía mostrar ni un punto de debilidad. -Pensáis igual que ese engendro!? Contestar!- gritó este asustando a los presentes.
-Mi señor... débil no sería la palabra. Puede que... lo distraiga de su objetivo.- dijo el Sr. Lestrange con toda sinceridad a lo que muchos asintieron. -Que sugerís?- preguntó ahora muy confundido y perdido. Estaba molesto y avergonzado, no sabía que hacer. Sin duda las palabras le habían marcado.
-Alejarse de la chica seria una opción.- sugirió uno.- No matarla, ya que tenemos una banshee entre nosotros, pero alejarla de usted... -Cállate.- dijo este ahora abrumado.- La reunión ha terminado.- Mañana empezaremos con la iniciación de todos vosotros, y sacar esto de aquí.- dijo mirando de reojo al cuerpo de Walden.
Débil? Alejarse de Daila? Eso era posible? Después de todo lo sucedido? Sería la solución?
