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Al llegar a la mansión Riddle ambos chicos no sabían que decirse al respecto.

Cuando Tom iba a hacer el intento de decir algo, Daila lo interrumpió antes de que pudiera decir algo.
-Ni me hables.- le dijo esta pasando delante suyo y subiendo las escaleras hacia su cuarto.

-Acaba de dejarme con la palabra en la boca?- se preguntó a sí mismo el azabache mientras la seguía escaleras arriba.

Cuando entró a la supuesta habitación, vio como la chica se encontraba buscando algo, desordenando todo en el intento.
-Acabo de salvarte la vida y no me vas a decir nada?- preguntó este ahora cruzándose de brazos.

-Primero, no tengo que agradecerte nada, y segundo... por qué motivo has entrado a mi cuarto sin mi permiso!?- preguntó ahora mirándolo molesta.
-Como crees que te he encontrado? Ah? Sabes lo preocupado que me has tenido!? Y por qué? Por qué a la tonta de Daila se le ha ocurrido salir a pasear por el bosque!- dijo este haciendo que ella levantara una ceja.

-En serio? Pasear por el bosque? Eres realmente una mierda de persona cuando quieres.- le dijo ella.- De todos modos, necesito mi daga.

Tom frunció el ceño.
-Al menos no se me ocurriría irme para que me secuestraran y casi me mataran por el maldito beso de un dementor! Es que no entiendes la gravedad de la situación!?- le preguntó acercándose a ella.

-No haberme dicho todas esas cosas!- le gritó ella también enfrentándolo.- Además, ni se por que te preocupas por mi si soy un igual a tus estúpidos seguidores!

El azabache iba a gritarle de nuevo. Iba a seguir discutiendo con ella pero recordó las imágenes del dementor succionándole el alma, recordó que ella había sido el recuerdo principal para convocar su patronus que nunca pudo.

-Yo, eh, mierda.- soltó ahora mirándola fijamente y maldeciéndose de que ella no apartara sus ojos de él.

-Tu qué? Me has dicho cosas que sin duda no voy a perdonarte en tu vida, me has hecho sentir tan insignificante que me han dado ganas de morir. Entiendes ese sentimiento? No? Claro que no! Por qué dudo que te importe lo que yo te diga.- empezó a decir ella sin dejarlo de mirar. Expresando furia y dolor.

Se notaba cansada de todo. Y a ese punto todo le daba igual.
-Eso no es verdad.- le interrumpió este.- No hagas conclusiones que no son, por qué te juro que no habría hecho lo que me he atrevido a hacer por nadie.

-Y por qué por mi? Por qué soy una banshee? Por qué sirvo para protegerte? Por qué puedes usarme?- preguntó ella ahora sintiendo las plantas cada vez más profundas, como si salieran de lo profundo de su corazón.

El azabache negó mientras se acercaba más a ella y Daila tomaba aire antes de que sus labios rozaran los suyos.

El contacto era suave al principio, pero luego, como si necesitara más, Tom se apoyó en ella mientras que sus manos se deslizaban en el cuello de la chica, besándola con ansiedad.

Sus labios eran cálidos y suaves, un mundo en el que perfectamente podía perderse, y el chico, queriendo más, tomó el papel decisivo, besándola y trazando suaves círculos con la lengua, recorriendo poco a poco sus labios, y más tarde dejando que ella hiciera lo mismo. Acariciando, recorriendo, sintiendo, siempre de forma suave y lenta.

-Aún te preguntas por qué lo he hecho?- le susurró en la oreja una vez se habían separado del beso, aún el presionándola contra la pared.
-Tengo dudas... me las aclararías?- respondió ella mirándolo con ansia y deseo.

Y así, Tom le apretó suavemente la garganta, provocando que ella solo se pudiera morder el labio.

⚠️( si eres sensible o no te sientes cómodo con las partes eróticas puedes saltarte el capítulo, este no influye en el curso de la historia, gracias!)⚠️

-Joder.- dijo este de un suspiro ahora volviendo a unir sus labios junto con los de ella con rudeza haciendo que ella solo soltara un suspiro de placer.- Me gusta eso.

Daila sonrió entre el beso mientras ahora ella lo guiaba hacia la cama.
-Que te gusta Riddle?- preguntó ella mientras lo empujaba, dejándolo acostado con solo sus codos de apoyo.

-Tu voz, me gusta que grites, lo sabías?- mencionó este mientras veía como ella se iba quitando las prendas de ropa que traía encima.
-No se por que no me sorprende nada...- mencionó ella rodando los ojos.

Tom quien necesitaba tenerla cerca de nuevo se sentó en los pies de la cama, consiguiendo tenerla a una distancia corta, pudiendo tocarla y acariciarla. Rápidamente el azabache hizo un ligero movimiento de caderas cuando Daila se colocó encima de él ahora sentándose y provocando un gruñido de parte de este.

-Mmm...- intentaba controlar ella haciendo reír al chico quien también intentaba aguantar por su propia parte.
-Sigue así.- le ordenó este mientras pasaba sus manos por la espalda de Daila, provocando que ella solo arqueara la espalda en forma de respuesta.

-Así? O... así?- preguntó ella tomando control de la situación y empezando a formar lentos y grandes círculos con su cadera, mientras sentía como ahora las manos del azabache se deslizaban hacia sus muslos y descendían para tantear y acariciar su piel, de vez en cuando apretándola.

Ella se estremeció y exhaló con un jadeo involuntario que hizo que Tom solo quisiera tenerla para él. Ahora, en ese momento.
-Tom...- suplicó ella con dificultad.- Tom, por favor.

Daila estaba suplicándole. Mierda, era lo mejor que podía haber escuchado en toda su vida. Rápidamente empezó a quitarse la ropa con ayuda de ella quien aún estaba en ropa interior.

-Veo que estás dispuesta a seguir mis órdenes, no es así cariño?- preguntó mientras veía como ella lo miraba hambrienta.
-Solo cállate.- le dijo esta ahora con una sonrisa mientras se volvía a sentar encima de él de un tirón.

La penetración fue asombrosa. Con la piel caliente y resbaladi­za, se unieron con una mínima sensación de roce o presión, tanya que Daila emitió un sonido de sorpresa al sentirlo dentro de ella.
-Oh, joder.- soltó ella mientras se acomodaba en él y sentía como todo su cuerpo se tensaba.

Tom sujetó sus caderas con firmeza y empezó a impulsarla, al igual que ella mientras empezaba a moverse.
-Eres, mierda eres increíble.- dijo este de repente haciendo que ella solo sonriera mientras volvía a juntar sus labios en un apasionado y ansioso beso.

Había sido un sueño? Ambos se querían en ese momento, era mejor disfrutar de todo lo que tenían, cierto?

our perfect crime (Tom Riddle)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora