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A veces lo único que podías hacer era sonreír, seguir con tu día, aguantarte las lágrimas y la rabia, y seguir como si nada hubiera pasado.

Daila caminaba ahora algo cansada buscando algún refugio para esconderse de la lluvia y el viento.

Por momentos pensaba que había sido tonta en dejar la mansión Riddle, después recordaba todo lo que le había dicho Tom y su cuerpo le hacía aguantarse todas las ganas que hubieran de perdonarlo.

Hacía como si no le hubiera dolida en absoluto cuando moría por dentro. Era normal?

Tom no estaba más feliz que ella. Gritaba por toda la mansión mientras tiraba todas las decoraciones y objetos que encontraba por en medio.

Fue al cuarto donde solía dormir la chica y vio como ella se había ido sin su daga. Sin ropa de recambio ni abrigo. Veía el cielo y pensaba en el frío que debería estar pasando.

Pero ella se había ido, ella se lo había buscado, cierto? Pero por qué dolía tanto?

Hubiera estado genial que Daila llegara a alguna casa y estuviera a salvo. Que ilusos si pensaban que eso era un cuento de fantasía.
-Señorita Russo...- dijo esa voz.

La chica rápidamente miró al anciano delante de ella y por momentos se asustó.
-Aléjese de mi!- le dijo antes de empezar a correr muy nerviosa.

Tanto que un presentimiento en Tom hiciera que se preocupara. Frunció el ceño mientras miraba el collar que le había dado a la chica, ahora en sus manos.

Daila seguía corriendo por su vida, haciéndose daño con ramas, que raspaban su cara y brazos, tropezándose en el intento de saltar un charco y cayendo al suelo.
-Yo que usted dejaría de escapar.- dijo de nuevo la voz.

La chica intentó escapar de nuevo, ahora sin éxito, siendo capturada por más gente que para empezar le taparon la boca, le ataron de manos y pies. Como si fuera un monstruo.

"Toda la vida buscando un matadero para monstruos como tú."

Después de eso. Vio borroso mientras la transportaban a lo que parecía ser una casa vieja. Abandonada cuanto pudo ver ella. Unos segundos más tarde, alguien la apuntó con su varita. Luego de eso, vio todo negro.

Tom por otra parte convocó una reunión de lo más urgente para todos los mortífagos posibles quienes no entendían la gravedad de la situación.
-Buscarla, la necesito, con vida. Ahora!- gritó de lo más desesperado.

our perfect crime (Tom Riddle)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora