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-Que haces aquí?- le preguntó ella acercándose a Tom quien la miraba con una expresión seria.

-Que estoy haciendo aquí? Que estás haciendo tú aquí!?- le respondió este con tono furioso.
-No me grites.- le exigió ella encarándose.

-Oh claro que no, tú que crees que he sentido cuando me he despertado esta mañana y he visto que no estabas?- preguntó de la misma manera.
-Tenía que hacer algo.- murmuró ella ahora mirando a otro lado.

El azabache frunció el ceño para mirar a todos los cuerpos de hombres quemados y después pasar a lo que parecían mujeres inclinadas en una reverencia ante Daila.
-Has hecho... todo esto? Tú sola?- preguntó mientras miraba el panorama.

-Sorprendido?- preguntó ella cruzándose de brazos.- Crees que no soy capaz?
-Lo contrario. La verdad es que estoy... impresionado.- dijo ahora más tranquilo.

Daila sonrió.
-Wow, Tom Riddle impresionado, que honor, no crees?- le preguntó de manera irónica.

Impresionado no era palabra bastante grande para describir lo muy fascinado que estaba con ella. Aquella chica era perfecta en todos los sentidos posibles.
-Y se puede saber que hacías aquí? Creando un ejército?- preguntó mirando de nuevo a las mujeres que no habían cambiado su postura.

-Yo no necesito un ejército. Puedo derrotar a cualquiera, no me hace falta una pandilla de seguidores...- dijo mirándolo de manera burlona.

El chico claro que había captado la indirecta. Rodó los ojos y decidió no discutir con ella. No era bueno enfadar a una banshee.
-No has respondido a la pregunta.- le insistió este de nuevo.

Ahora Daila endureció su expresión al recordarse de que todo eso había pasado únicamente por culpa del viejo.

Tom pareció notarlo e intentó leerle la mente. Una, dos... tres veces, que le pasaba?
-Por qué no puedo leerte la mente?- le preguntó ahora algo confuso y preocupado.

Ella levantó una ceja.
-He leído.- mencionó con tono orgulloso.- En la mansión... hechizos... me he informado.
-Pero, es... sumamente imposible aprender Oclumancia en menos de dos días!- le gritó ahora con algo de temor.

Daila se estaba haciendo más poderosa de lo que pensaba. Podía ser una ventaja o convertirse en un gran problema.
-Algún problema?- preguntó ella.- Suerte a eso, el inútil de Dumbledore no me ha podido leer mis pensamientos.

-Dumbledore? Estas de broma? Se puede saber que quiere de ti!? Oh, no me lo digas.- empezó a decir este, sin embargo al darse cuenta de que el anciano no era para nada tonto, sabía que quería poner a Daila de su parte y si no, quitarla del camino.- Voy a matarlo.

-Tampoco te detendría.- mencionó ella abrazándose a sí misma a causa del frío.
-Va todo bien?- le preguntó Tom viendo que había algo más.

Daila miró a las mujeres que seguían en el suelo, esperando sus órdenes ya que había sido ella quien las había salvado.
-Yo podría haber sido una de ellas. Mi padre... ha vía estado buscando este lugar por años. Me preguntó que... de no haberte conocido... ahora ellas, y yo estaríamos muertas.- dijo finalmente.

Tom entendió por que habían tantos muertos. Ella había tomado su propia venganza a su mano. No la culpaba, todo lo contrario, de haber estado ahí, la hubiera ayudado.
-Entonces cual es el problema?- preguntó este.

-Nada.- dijo ella interrumpiéndolo y dirigiéndose hacia donde se encontraban las mujeres.

Al ver a Daila, empezaron a agradecerle de nuevo que les hubiera salvado y hubiera tenido piedad con su vida.
-Podéis levantaros.- les pidió ella.- Y tranquilas, no me debéis nada... solo prometerme que tendréis cuidado en todo momento.

Ellas asintieron y le volvieron a agradecer. Dado que el pueblo estaba quemado, se marcharon con lo que tenían puesto.
-Que bonito de tu parte.- le dijo el azabache de repente.- Muy conmovedor.

-Cállate.- le exigió esta.- No quiero hablar más sobre esto, de acuerdo?
-No. Entiendes que por un momento he pensado que... te habías ido de mi lado? Entiendes que te necesito?- le preguntó ahora el chico haciendo que Daila tragara hondo.

-Yo nunca me iría de tu lado.- le interrumpió ella.- Es que no lo entiendes?
-No, dado que te has marchado sin avisar y dime, cómo pensabas volver?- le preguntó haciendo que ella negara.

-No lo se, no lo había pensado.- respondió ahora algo candada del tema. Cada vez tenía más frío.- Podemos irnos?
-Claro, evita el tema...- mencionó este rodando los ojos.

"eres más que todo esto Daila. Déjame ayudarte, no tomes decisiones equivocadas."

-Tienes que estar bromeando.- dijo ella ahora escuchando la insoportable voz de Dumbledore en su cabeza.
-Bromeando?- preguntó Tom sin entender nada.

"puedes llegar a mucho más, pero no si te quedas al lado de Tom."
-Cállate!- dijo ella ahora llevando sus manos a su cabeza, esperando que la odiosa voz cesara.

Tom frunció el ceño, y cuando quiso acercarse a ella, la chica lo miró.
-Sal, corriendo. Protégete, ahora.- le pidió algo nerviosa.

-Por qué? Que está pasando? Daila no me iré de tu lado.- le dijo este sin hacerle caso.- Dime que pasa.
-He dicho que te largues!- le volvió a insistir, ahora dejándose caer de rodillas al suelo.

"Déjame ayudarte Daila."

El azabache no se movió y en el momento en que quería acercarse más para ver su estado, la chica gritó mientras se tapaba las orejas, haciendo que todas las ventanas de las casas cercanas del pequeño pueblo se rompieran, que los cuerpos de los hombres muertos se desintegraran y que Tom saliera impulsado hacia atrás brutalmente.

Sufrimiento. Dolor. Daila miró su alrededor y vio lo que había provocado, para pasar al chico quien se encontraba en el suelo, casi sin poder moverse.

Rápidamente se apresuró en ir junto a él.
-Tom, yo...- empezó a decir mientras miraba que no se hubiera hecho mucho daño.
-No es tu culpa.- le interrumpió este algo distante al contacto.

-No sabía yo escuchaba voces y...- empezó a explicar ella muy nerviosa.
-Reconocías esa voz?- le preguntó este ignorando el hecho de que estaba algo adolorido.

Daila cerró sus ojos y suspiró pesadamente.
-Voy a serte sincera. Creo que Dumbledore quiere que me separe de ti. Intuyo que quiere destruirte...- le dijo directamente entonando por sorpresa al azabache.

Lo sabía, pero pensó que por alguna razón... el astuto de Dumbledore lo dejaría en paz.
-Y que harás? Bueno... dado que tienes una voz mortal, dudo que quieras matarme.- mencionó mientras se levantaba.

-Estás en lo correcto. No voy a ir junto con Dumbledore, estoy contigo Riddle.- dijo ella rodando los ojos.

-No esperaba menos de ti.

our perfect crime (Tom Riddle)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora