ten beats

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Era cierto que Yoongi nunca había tenido una relacion seria con un chico, pero si había tenido muchos encuentros casuales y alguno que otro chico de turno, pero nunca había formalizado con un hombre una relacion estable.

Y ahora, tenia delante de el a un hombre malditamente atractivo y sexy y mentiria si dijera que Jimin era un combo total, porque además de tener esas caracteristicas arrolladoras, tambien era lindo, tierno, dulce, divertido, inteligente y maduro para su edad. Y ahi estaba otro punto importante. Jimin era un chico mucho menor que el. Yoongi casi le doblaba la edad y eso fue lo primero que lo hizo detenerse a no ir más allí la otra noche que le canto.

Jimin tenia mucho por vivir, por conocer y experimentar y Yoongi ya era un hombre adulto con una vida pasada hecha. 

Después de la muerte de Jungkook, el rumbo de su vida cayo en picada y quedó perdido en la deriba… intento encontrarse muchas veces después de lo de su hijo, de los problemas y su divorcio, pero nada tuvo sentido. Agradecio muchas veces en silencio que su hermano nunca lo dejó, siempre estuvo ahi con el, con su personalidad brillante y animosa. Hoseok se convirtio en su vitamina en los dias debiles y su cargador cuando necesito energia para levantarse de la cama, comer y seguir viviendo.

Incluso, fue Hoseok quien aquel dia le hizo saber del paquete y lo animo a abrirlo, porque, siendo sinceros, el no lo habria hecho y no habria vuelto a la vida junto con aquellos latidos a través del oso de peluche, ni habria tenido el valor de buscar a quienes tenian los organos de su hijo. Y eso fue lo que le devolvio el sentido, las ganas de seguir adelante y darse el mismo “la oportunidad” de vivir de nuevo.

Yoongi sonrió ligero sin apartar la mirada de Jimin, dejando vagar sus ojos felinos por todo el rostro del hermoso hombre que tenia frente a el, el chico que se le había declarado primero y eso hizo latir su propio corazón de manera intesa. Quito un mechon humedo de cabello lejos de la frente suave de Jimin y cómo la primera vez que se conocieron, lo acomodo detras de su oreja.

Jimin era un joven con mucho por delante, el podria tener una pareja más joven con quien ir a fiestas y divertirse, convivir con otros chicos de su edad, explorar el mundo, pero aqui lo tenia, delante de el, eligiendolo.

Seria un completo idiota si lo dejaba ir, si se negaba a tener algo con Jimin porque realmente le gustaba, lo hacía sentir bien, sabía escucharlo y por increible que parezca, sabía entablar platicas interminables de cualquier tema. Disfrutaba muchisimo de su compañia y claro que no era ciego ni de palo; Jimin le gustaba tanto por dentro, cómo por fuera.

Sus ojos muchas veces se habían perdido en el cuerpo de Jimin, en sus piernas torneadas a través de los pantalones ajustados, en ese trasero redondo, en esa cintura pequeña, en esos hombros coquetos, en sus claviculas que casi siempre estaban al descubierto, con ese lunar siempre incitandolo a tocarlo, junto con su cuello para probarlo y ni hablar de su rostro, de sus labios que probó en varias ocasiones y que, siendo sinceros soño unas cuantas veces con el, despertando con un gran problema matutino.

Los ojos avellana de Jimin lo escudriñaron con ansiedad, lamio sus labios mirándolo con nesecidad, dándole una ligera mirada a sus labios rojos por el frio y la friccion que hubo en ellos segundos atras y volvieron a sus ojos felinos aun por una respuesta de su parte.

Jimin lo deseaba, lo deseaba tanto cómo el lo hacía en este momento.

Las manos pequeñas de Jimin se apretaron en su camisa mojada y pegó más su cuerpo al suyo en una suplica silenciosa.

Heart ▪ [YM] ▪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora