Heart ▪ [YM] ▪

eleven beats

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En Busán, los veranos son cortos, calientes, bochornosos, mojados y mayormente nublados y los inviernos son muy frío, ventosos y mayormente despejados.

La lluvia que se había desatado repentinamente anunció la despedida del verano, los días  habían comenzado a ser un poco más fríos y con ligeras corrientes de aire, pero había hecho falta esta llovizna para dar entrada al cambio de clima.

Hoseok no estaba muy contento con eso, porque era un hombre con el gusto particular de andar con ropa fresca e informal y un amante del clima cálido.

Por eso, cuando entro a la casa de Yoongi soltó un par de maldiciones y sacudiendose la ropa que había alcanzado a mojarse debido a que su paraguas no lo había cubierto 100%

-Mierda! Esta haciendo un frio del demonio allí fuera…-Sacudió tambien el paraguas para cerrarlo y comenzo a sacarse los zapatos para ponerse las sandalias de andar en casa- Espero que tengas encendida la cafetera porque deseo algo calien-¿Que es esto?

El discurso de Hoseok quedó a medio profesar cuando piso un sobre amarillo.

-¡Aish! Se le esta haciendo costumbre a Yoongi no tomar su correspondencia…- Tomó el sobre y camino dentro de la casa. -Yoongi-ah! ¿Donde estas? Tienes correo, ¿Yoongi?

Camino hacía la cocina y siguió de largo hacía el pasillo de las habitaciones al ver vacio el cuarto, incluso hecho un vistazo a la sala por la cual había pasado segundos antes.

Se rasco la nuca preguntandose donde podria estar su hermano, ya que Yoongi no era una persona que le gustara salir con este clima.

Después de la perdida de Jungkook, Yoongi había adquirido la manía de posponer salidas en dias grises, ventosos y sobre todo, lluviosos.

Aun sin soltar el sobre, arrastro los pies yendo a la cocina, prepararia un poco de cafe, dejó el sobre sobre la cimera de la barra y puso manos a la obra, sacó su celular para comprobar si tenía algún mensaje de Yoongi.

La bandeja de entrada estaba vacia, dio un suspiro largo y procedio a marcar su numero.

Un pitido, dos, tres, cuatro, hasta que lo mando a buzón, volvio a marcar una vez y otra más hasta que se dio por vencido, al menos por un momento.

Hoseok soltó una exhalación con notas molestas, pero más que nada, eran de preocupación.

Que Yoongi no le contestara la llamada siempre fue signo de preocupación desde hace un año. La partida de su sobrino no solo había cambiado al mayor, le había afectado tanto cómo a Yoongi, pero era por Yoongi que siempre mantenía una sonrisa en su rostro, que siempre venía y lo visitaba, quien proponia pasar tiempo con su hermano y hacer cosas juntos, salir o ver simplemente la televisión.

Mientras la jarra de la cafetera se llenaba de aquel líquido negro, Hoseok se perdio en el recuerdo de Yoongi en el primer mes que Jungkook se fue.

Yoongi bebía hasta quedarse dormido, se recluia en su casa por días sin salir, comer y bañarse y si no fuera por Hobi, Yoongi habria seguido a su hijo sin importar dejar a su esposa y a él.

Hoseok no habria soportado perder a su hermano tampoco. La esposa de Yoongi no soporto la perdida y encima la actitud deplorable de su esposo.

La muerte de Jungkook había sido mucho para ambos y fue entonces que la mujer de Yoongi lo dejó y fue cosa que le importo menos (en aquel entonces, porque meses después se dio cuenta que había hecho muchas cosas mal).