Heart ▪ [YM] ▪

seventeen beats

※

[ Se recomienda escuchar el multimedia ]

El nombre de Jungkook estaba compuesto por dos sílabas, la primera que es "Jung" tiene el significado de "pilar" y la segunda, "Kook" que significa "nación". Traducido o más bien, interpretado, sería algo así cómo: "pilar de la nación".

Yoongi encontró algo gracioso el significado, pero tuvo sentido cuando Jungkook comenzó a crecer y dedicarse a los deportes, el arte y los estudios. Su Jungkook era increíblemente bueno en todo lo que le pusieran a hacer y si, era el pilar de su círculo social. Su padre, o sea, el abuelo de Jungkook, tuvo el ojo correcto para ver lo grande que sería el niño... lo que hubiera sido si su vida no hubiese sido arrebatada en aquel instante en que Yoongi recibió aquella terrible noticia.

Solo había pasado un año y unos meses de que Jungkook se había ido y, aunque las cosas habían cambiado hace poco, no significaba que su ausencia no doliera y que, aun el solo escuchar o pronunciar su nombre no le lastimara el alma.

Yoongi no iba a negar que estaba perdido por Jimin y tampoco deseaba ocultar más el hecho de amarlo, se había mordido tantas veces la lengua para no asustarlo. Porque él ya era un hombre maduro que solo buscaba acentuarse, tener alguien que estuviera a su lado y lo mimara y cuidara y obviamente, alguien a quien cuidar y amar, pero siempre pensaba en los años que le llevaba de más a Jimin y se frenaba.

En esta ocasión ya no podía más, necesitaba hacerle saber cuánto lo adoraba y cuando salió del baño y vio a Jimin ahí parado, frente al armario con un lío de cajas a sus pies y el eco de los latidos de Jungkook resonando por toda la habitación entre el silencio, se sintió invadido y expuesto.

Soltar el nombre de su hijo por su propia boca, se sentía triste y oprimía su propio corazón porque, aunque la felicidad y las sonrisas hubieran vuelto a su rostro, siempre le haría falta su Jungkook para ser completamente feliz.

-¡¿Que estas haciendo?!

Esa fue la razón principal por la cual no pudo decirle a Jimin el nombre de su hijo; por eso alzo la voz con un poco de molestia, porque sintió su privacidad ultrajada, eran los latidos de su hijo y solo eran para él.

-¡¿Qué haces tu con los latidos de Jungkook?!

Yoongi vio caer las lágrimas que habían estado retenidas al borde de los ojos de Jimin, de manera lenta y pesada, haciendo surcos por sus mejillas redondas y su propio corazón paró un latido.

¿Cómo es que Jimin sabía el nombre de su hijo?

Jimin temblaba delante de él, con el oso de peluche siendo testigo de cómo la realidad lo golpeaba en cámara lenta, uniendo las piezas de este absurdo rompecabezas. Los engranajes dentro de su cabeza comenzaron a girar rápido y las piezas empezaron a encajar perfectamente.

-Nunca te dije el nombre de mi hijo, ¿Cómo es que sabes que son los latidos de Jungkook?

Jimin trago saliva y dio un suspiro y agacho la mirada hacía el osito y más lagrimas comenzaron a derramarse sin freno.

Yoongi parecía no ser el único que unía conexiones en su cabeza, mientras tiras de lágrimas interminables salían de los ojos de Jimin, su cabeza comenzó a moverse de un lado a otro, negando lo que parecía ser esta mala jugada de la vida.