Heart ▪ [YM] ▪

fourteen beats

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Min Yoongi sin duda, era un hombre nuevo.

Se sentía cómo si estuviera viviendo una vida nueva y diferente.

Yoongi rondaba casi los 40 y a esa edad no creyó que tuviera la suerte de andar con una persona casi 20 años más joven que él, mucho menos que fuera un chico y el fuera verdaderamente hermoso.

Jimin era delgado pero de cuerpo atlético aunque no marcado, tenía una personalidad coqueta y juguetona y a pesar de esa gran diferencia de edades, Jimin también era un tipo muy serio y maduro.

Yoongi amaba cuando Jimin bajaba su tono de voz y cambiaba su carita tierna por una más estoica y formal, lo hacía ver más varonil y atractivo, incluso le gustaba la manera en que hasta sus manos adquirian una personalidad masculina mientras gesticulaba con ellas haciendo énfasis en algunas cosas y claro que también le gustaba cuando después de un par de tragos, Jimin tomaba la iniciativa y lo dejaba llevar el control.

-Amo cómo huele tu perfume cuando se combina con el alcohol...- dejó escapar Jimin en un jadeo cuando se separó de los labios de Yoongi para tomar un poco más de aire para seguir besándolo y moviendo su pelvis contra la de su acorralado hombre entre la pared.

Cómo otras tantas veces, habían salido a cenar y esta vez, en vez de dar un paseo por el parque, Jimin sugirió ir a tomar al beats y no sabía si culpar realmente al alcohol porque durante toda la cena se sintió hambriento, hambriento de Yoongi, de besarlo mucho, de marcar toda la piel de su cuello y sentir su cuerpo cálido junto al suyo.

Jimin se sentía cómo un jodido adolecente en plena pubertad y hormonas descontroladas.

Después de haber hablado con Namjoon, se relajo y se dejó llevar totalemente por sus sentimientos y emociones, siguiendole el paso a Yoongi o al menos eso creyó porque Jimin siempre terminaba rendido después de sus encuentros y fue cómo redeescubrir el sexo realmente.

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Los ojos de Yoongi brillaron de amor sin dejar de ver a Jimin, había despertado antes y se encontro con la bella imagen de su novio aun dormido. Sintio que se ruborizaba de solo hacer resonar esa palabra en su mente: "Novio". Yoongi se sentía cómo en sus mejores años de juventud y aún no creía que un chico tan guapo cómo Jimin le había pedido ser su pareja.