Advertencia: Este capítulo contiene escenas +21 (sexo explícito). Leer bajo tu propia responsabilidad.
El lunes por la mañana mi jefe Nicholas tiene una reunión con Robert, por el momento Yan y yo no somos requeridas en dicha junta, no sé si es porque realmente no me necesitaban o mi jefe ha abogado por mí para no estar presente. La noticia de mi padre me hace sentir abrumada y sé que él lo nota, puede ser por esa razón que decidió no abrumarme más con una junta mostrando resultados. El turno se pasa rápido hasta la hora de comida, salgo de mi oficina y me encuentro con mi amiga en el recibidor del piso.
—Que bueno que no tardaste, muero de hambre —menciona feliz mientras enreda su brazo al mío y juntas nos encaminamos al elevador.
—Exagerada, nunca tardo —suelto una risita.
—¡Lexi! —escucho a Nicholas detrás de nosotras. Nos detenemos y volteamos, él camina con Robert hacia nosotras, ya estando cerca seguimos caminando los cuatro al elevador—. ¿Irán a comer?
—Sí, ¿vienes? —le invito, carraspeo mi garganta—, perdón, amm, ¿gustan venir, ambos?
—Claro —acepta Robert.
Todos entramos al elevador en cuanto se abre e iniciamos camino hacia abajo. Yan está a mi lado, y los hombres que me ponen nerviosa están detrás, vamos apenas algunos pisos abajo, en el ascensor ya hay más personas junto a nosotras, y junto a los jefes.
—¿Cómo estuvo la junta?, ¿tienen dudas sobre algo? —indago para no permanecer en silencio.
—Estuvo bien —responde Robert—, cero dudas, está haciendo un excelente trabajo, señorita Goldwyn.
—Gracias, señor McClain —volteo para darle una mirada, cuando regreso la vista al frente nos vemos en el reflejo del ascensor y nos sonreímos.
Justo en ese momento el elevador se detiene y las puertas se abren, ahí entran ellas: 14, 17, 30 y 30.2, o sea, las recepcionistas y la asistente de Robert, están riendo de algo y se callan de golpe cuando nos ven dentro.
—Buenas tardes —saluda el trío al unísono.
—Buenas tardes, señorita Gold-wyn —dice la asistente de Robert, como últimamente separando en silabas mi apellido.
—Buenas tardes, señorita Johnson —les doy una mirada amable a todas, es todo lo que puedo ofrecerles.
Ya en el lobby el ascensor se queda vacío, Yanell y yo nos adelantamos ya que ellos salen hasta el final, vamos al estacionamiento, ahí está de nuevo el grupito que no me quitan la vista de encima. Cuando pasamos cerca de ellas para ir a mi auto escuchamos como cuchichean.
—¿Tienen algún problema? —las enfrenta Yan.
—Amiga, deja el asunto —digo forzando el agarre de nuestros brazos.
—¿Listas?, ¿qué dicen si vamos en la camioneta?, así vamos juntos —sugiere Robert acercándose un poco animado.
—Sí, no hay problema —contesta mi amiga quien me guía hasta donde están ellos.
Nicholas está concentrado en su teléfono, el señor Salazar sin decir nada se sube a una camioneta, Robert nos abre la puerta a mí y a Yanell y del otro lado sube mi jefe, supongo que mi novio se va adelante en el copiloto.
Vamos a un restaurante de comida japonesa, los chicos se sientan frente a nosotras. Y apenas logro sobrevivir a un festejo de cumpleaños y a una reunión con Nicholas presente.
ESTÁS LEYENDO
Si Volviste A Mi Vida.
RomanceLexi crea un proyecto para su trabajo; pero un inesperado viaje le hace revivir sentimientos al reencontrarse con su amor de adolescencia. *** En busca de ayudar a expandir la empresa donde trabaja, Alexandra Goldwyn: la mano derecha del presidente...