enamorando a un Joestar (JonaDio)

El arrepentimiento de un padre

Erina al ver que su amigo no quería ser descubierto por su padre pensó que dirigirse directamente al internado no sería buena idea, por lo que al menos durante unos días lo mantuvo escondido en su habitación, mientras que le traia comida a escondidas. Jonathan no dejaba de pedirle que lo dejara ir en busca de Dio y después de cuatro días aceptó. Los dos jóvenes habían estado pensando en como conseguir llegar hasta Rosefall en todo aquel tiempo, la chica le pregunto a su padre donde se encontraba intentando sonar lo menos sospechosa posible, después de conseguir evadir todas las preguntas de su padre consiguió la ubicación, Warrington. Cuando Jonathan se quedaba solo dejaba que su malestar se mostrará ya que delante de su amiga intentaba que se viera tranquilo, cuando realmente no lo estaba, no podía pensar en cómo se sentiría su novio, si le habrían hecho mucho daño o si lo que le dijo su padre no era verdad y en realidad el se encontraba en otro lugar. Por un momentos dejaba que sus lágrimas fluyeran pero decidia secarlas ya que Erina podía volver en cualquier momento.

-Ahora lo que necesitamos es un medio de transporte, si vamos andando tardaremos días... Deberíamos tomar un carruaje(e buscado pir internet y al parecer existían carruajes autobuses en el siglo XIX), pero aunque te facilitaria el hecho de ser de familia adinerada seguimos siendo los dos menores y no podemos viajar sin un adulto...

-Erina... Creo que es mejor que valla yo solo, no quiero que estés en problemas por mi culpa, ya has hecho demasiado por mi.

-Jonathan no puedes ir tú solo, es peligroso.

-De verdad Erina, no quiero que te pase nada, que pasaría con tus padres?

El chico tenía razón, no podía decirle a sus padres que se hiba a un internado a sacar al novio de su mejor amigo y si algo pasaba Jonathan tendría que explicárselo a sus padres. Seguramente terminarían contándoselo a su padre y no quería saber qué haría el señor Joestar al enterarse. Finalmente la rubia se convenció de las palabras del contrarío y a regañadientes acordaron que solo le ayudaría hasta que esté saliera de la ciudad.

Los dos muchachos llegaron a la conclusión de que la mejor manera era que Jonathan consiguiera colarse en un carruaje. Pensaron que primero intentarían sobornar al chófer, el chico había traído muchas cosas en la bolsa y entre ellas había dinero que el joven tenía guardado en su habitación por si algún día lo necesitaba, en total tenía al rededor de unos 200 euros actuales, pero en guineas ya que por lo que dice Google en esa época se utilizaban guineas en Inglaterra. Los jóvenes creían que era suficiente dinero y empezaron a buscar información para poder saber el carruaje que el joven tendria que tomar para llegar a Warrington. Todo parecía parecía en orden y el plan estaba listo para ejecutarse pero Erina le convenció de que antes de irse se quedará a comer con ella, ya que eran ya las 12 y media, hora en la que los ingleses suelen comer.

-Ahora vengo Jojo.

Corriendo la muchacha se alejó, ya con un semblante más tranquilo que el que tenía al principio, ella también estaba muy preocupada por Dio, aunque cuando conoció a Jonathan este le contaba como era el rubio el ya no era así y lo consideraba alguien importante en su vida. A Erina también le alegraba ver que su amigo estaba mejor, saber que habían mandado a su novio a un internado no es una noticia agradable y le ponía muy triste lo angustiado que se veía el con la noticia. Después de no andar mucho llego a su casa pero al llegar al comedor vio algo que provocó que su corazón dejará de latir y se quedará petrificada. El señor Joestar estaba en el comedor de su casa hablando con su padre mientras bebía de una de sus tazas, los dos adultos no tardaron en notarla pero antes de que alguien pudiera decir algo ella corrió en busca de su amigo para contarle lo ocurrido. Cuando llegó el semblante del chico era de uno incrédulo, ella pensó que era por haber llegado corriendo con una cara asustada pero cuando escuchó la voz de George detras suya cambió de parecer.